En esta pesadilla grotesca yo veía el jardín trasero de una casa, sitio en donde una destartalada camioneta era asediada por un sinfín de moscas casi como se tratase en realidad del cadáver en descomposición de un enorme animal.
Había también un hombre, al cual le faltaba toda la parte inferior del cuerpo, quien se desplazaba apoyándose únicamente sus manos y brazos. El resto de su cuerpo se encontraba en otra parte del jardín, asediado por las moscas, pero dicho personaje no se veía afectado en lo más mínimo por esto: Se le veía incluso feliz y jovial, mientras se dirigía a las moscas por términos afectuosos: "Querida" y "amor" les llamaba.
Siempre en singular, así fuesen un millar de moscas.
Luego, el hombre refería a estas mismas moscas la historia de la reciente defunción de su cónyuge, acontecida durante el desayuno y la cual bien pudo haber sido causada por esos mismos insectos.
Momentos después, aquel mismo hombre yacía inerte sobre la hierba, completamente cubierto de moscas.
Lejos, en el jardín de otra casa, se encontraba una niña echada sobre la hierba, quien parecía despertar de una terrible pesadilla únicamente para descubrir que una de sus manos estaba cubierta de numerosas moscas.
Llena de asco, la niña sacudía su mano, y las moscas se alejaban volando, revelando en sus manos unas marcas monstruosas de picaduras, las cuales mostraban tonalidades chillonas de colores primarios: Verde, añil y púrpura.
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Diario de Sueños y Pesadillas
No FicciónPues eso, un diario de las cosas que sueño últimamente.