- ¿Mejor así?
Levanté mi mirada del suelo y le vi ya vestido, aunque solo era con su remera y sus boxer. Asentí lentamente y suspiró, pasando su mano por su pelo, despeinandolo aún más de lo que estaba.
- Mauro, ¿Qué mierda hicimos?
- No querés los detalles, ¿No?
- No, la verdad es que prefiero no saberlos.
- Bueno pues...hicimos lo que estás pensando ahora, no sé, ¿Qué querés que te diga?
- No estoy bromeando, Mauro, yo tengo novio y no puedo hacer esto.
- A mí me lo hiciste.- fruncí el celo y el levantó los hombros.- No fui yo si es lo que pensás, te acompañé a la puerta porque vos quisiste y me quedé porque vos quisiste, así que no te hagas ahora la novia buena que anda en un mundo ideal.
- ¿A qué viene esto ahora?
- No sé, Angie, pensá un poco por qué te has acostado con tu ex y no con tu novio está noche.
- No sé, Mauro, quizás es que no tengo idea de dónde está mi novio, gil.
- Y eso es porque...
- Porque...- le miré confundida y él resopló.
- Porque no eres feliz con ese pibe.
- ¿Es joda esto?- sonreí y él frunció el ceño esta vez.- ¿Vos me tenés que decir a mí si soy o no feliz con mi novio?
- Desde fuera todo se ve mejor.
- Mauro, mejor es que te termines de vestir, nos olvidemos de esto y te vayas.
- Bueno, si decís que vas a poder...
Sonrió y cuando mi mirada cambió y pasé a estar más confundida él ya se había dado la vuelta y caminaba hacia la habitación para terminar de vestirse.
Resoplé y pasé mis manos por mí pelo para quitarme los mechones de mi cara y relajarme ahora que al menos Emma no estaba acá.
No tenía sentido lo que me decía, sólo intentaba volverme a engañar para volver con él seguramente, pero no.
Lautaro y yo estamos bien, aunque es verdad que estos días andaba pensando en Mauro, pero sabía quién de los dos me podía hacer feliz ahora mismo. Ya no era la nena de hace un año que si algo hacía solo le perjudicaba a ella, ahora mis decisiones también afectaban a Emma y era algo que siempre tenía presente.
Por eso sé que aunque a veces no pare de pensar en el pelotudo que está ahora en mi habitación vistiéndose, Lautaro es la mejor opción. Ha estado conmigo y cuidando de Emma desde que me conoció, sin problemas, aún cuando supo toda la historia no le importó y se quedó. No podía dejarle así como así por una noche en la que estaba borracha.
- Listo, me voy.
- Bien.
- ¿Estás segura?- sonrió de nuevo y puse los ojos en blanco, escuchando después su risa ronca resonar por el salón antes de que comenzase a caminar hacia la puerta.- Bueno, si querés algo, tenés mi número.
- Sí, sí, ya vete.
Sonrió de nuevo y abrió la puerta para irse sin más. Suspiré y me dejé caer en el sofá, quedando con mi mirada en el techo.
Estuve así unos minutos antes de levantarme e ir a la habitación para quitarme la ropa e irme a ducharme, quitándome así el olor a alcohol. Después, fui a desayunar por fin, tomándome la pastilla que quitó mi dolor de cabeza que hasta ahora no se había ido.
Ya con todo hecho, volví al sofá para pensar de nuevo en todo, mejor, más tranquila. No sé que había pasado con Lautaro, porque en algo Mauro tenía razón y era en que era Lautaro quién tenía que despertarse en mi casa está mañana, no él.
Y tampoco sé por qué fue Mauro. No me acuerdo de cuando le vi en la discoteca, solo tengo un recuerdo y es el en el que estamos en un taxi viniendo hacia acá. De lo demás, no sé nada.
Obviamente, le había sido infiel a Lautaro, que me había cuidado desde siempre. Pero no podía dejarlo todo por una noche que no recuerdo, sabía que él me hacía mejor que Mauro aunque a veces lo dude.
Quizás esas dudas fueron las que ayer se apoderaron de mí e hicieron que acabase con Mauro y no con Lautaro. Debería llamarle.
Busqué mi celular y volví a tumbarme en el sofá a la vez que buscaba su contacto. Entonces le llamé, pero nadie contestaba. Suspiré y volví a llamar.
- ¿Qué?
- Buen día primero, ¿No?- oír su voz me hizo darme cuenta de lo que realmente había hecho, dejando que la culpa tuviese más lugar en mí que el plan de olvidar lo que había pasado.
- ¿Qué querés, Angie?
- ¿Todo bien?
- Chao.
Y terminó la llamada, dejándome confundida. Miré la pantalla sin saber qué hacer y entonces llamé a Santino. Igual él sabía algo.
- ¿Se fue el pelotudo Lombardo?
- Bue, ¿Qué onda con todos que nadie me da los buenos días?
- Angie, nos acabamos de ver, ¿Qué pasa?
- Nada, Mauro ya se fue, pero no sé qué le pasa a Lautaro.
- ¿A qué te refieres?
- A que le acabo de llamar y me colgó.
- ¿Cómo que te colgó?
- Sí, me preguntó qué quería y yo le pregunté si pasaba algo, entonces me colgó.
- Uh, suena a pelea eso.
- ¿Vos no sabés nada?
- Angie, también escabié ayer, ¿Recordás?
- Que lindo día para estar viva.
- Callate, pelotuda, en una hora paso por allá y vamos a casa de nuestros viejos, ¿Vale?
- Está bien, chao.
- Chao.
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Sol y Luna (Duki)
Fanfiction(2° temporada de la novela Piensa en Mí (Duki)) Después de que Angie terminó con Mauro tuvo que aprender de nuevo a estar sola, a cuidarse con la única ayuda de sus amigos y su familia. Pero, cuando parecía que volvía a su vida normal, cuando él apa...