79.

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- Dale, Angie.
- Ya estoy, ya estoy.- salí de la habitación y resopló mirándome.- Impaciente.
- Tenemos que ir a casa de Juan y luego a la joda y ya nos hemos saltado la previa, dale.
- Bueno, bueno, que ganas.
Puso los ojos en blanco y un cigarro en sus labios que no encendió hasta que por fin salimos de casa. No le dejaba fumar cerca de Emma si no era en un espacio abierto, sobre todo cuando no era tabaco.
Andamos un poco antes de encontrarnos por fin con el auto del amigo de Mauro que nos llevaría a casa de Juan y luego a la fiesta como dijo él.
Tiró su cigarro y luego me ayudó a mí a sentar a Emma antes de subirnos nosotros dos. Por suerte, no estaba muy lejos en si no íbamos andando, así que llegamos pronto a su casa y sólo bajé yo, sólo Mauro me ayudó a llevar todo a la puerta.
- Al fin, ya pensaba que al final no os ibais.
- Me retrasé, ¿Vale?
- Igual de linda que siempre.- puse los ojos en blanco y él rió tomando a Emma en sus brazos una vez guardó todo dentro de su casa.- Dale, que se te va a acabar la noche.
- La noche es larga, pelotudo.
- Sí, sí, andá que todavía me mata tu novio.
Reí y él cerró la puerta sonriendo. Me di media vuelta y volví al auto, entonces los dos iban fumando y con la música a todo volumen hasta llegar al boliche.
Bajamos del auto y Mauro puso su brazo alrededor de mis hombros para caminar juntos hasta la puerta.
De ahí, fuimos directamente a la zona VIP, como siempre hacía él, para encontrarme de frente con todos sus amigos. Una vez más, volví a ver a Ysy, Neo, C.R.O., cazzu, bhavi también estaba, Homer... volvía a entrar en su mundo aunque sólo fuese por esta noche.
- Angie.- la primera en venir a saludarme fue Cazzu, abrazándome.- Ya tardabamos en verte.
- La desaparecida.
Sonreí desviando mi mirada a Alejo, que fue el segundo que se acercó a saludarme, dejando de hablar con un chico para abrazarme. Siempre nos habíamos llevado bien, era con el que más había hablado de su grupo posiblemente.
Después de él, se fueron acercando algunos y a los otros fui yo a saludar antes de volver a encontrarme con Mauro, que sonriendo me dio un vaso lleno y volvió a poner su brazo alrededor de mis hombros para no perderme de vista.
Cuando mi vaso se vació, hablando con los demás, bebía del de Mauro, aún con más alcohol que el mío. Al ver que también se vaciaba, fui a por más para beber.
Ya con el vaso una vez más lleno, di otro trago y yendo a buscar a Mauro, acabé bailando con Cazzu y unas chicas más hasta que me encontré con él sin quererlo.
- La desaparecida.
- No te copies de Alejo.
- Uh, me parece que alguien bebió ya mucho.-sonrió abrazándome por la cintura y reí negando con la cabeza.
- No, todavía no.
- Será que hacía tiempo que no te veía así.
- ¿Así cómo?
- No sé, así.- sonreí y él se acercó aún más para besarme y acabar con la distancia que había entre nosotros.
Nos quedamos un tiempo así hasta que me atreví y tras un trago mío y uno suyo comencé a bailar con él como hacía tiempo que no hacía, riendo y tropezandonos al querer estar demasiado pegados el uno con el otro.
Pasaba de tener mi espalda pegada a él a estar de frente, besándonos con torpeza al no dejar de bailar. Los únicos descansos que nos dábamos era para beber y terminar nuestros vasos.
Cuando volvieron a estar vacíos, él se fue con sus amigos mientras se encendía un porro y yo fui a por más para beber, yendo con algunas de las chicas con las que bailé antes.
Pero de nuevo, volvía a él para estar sentados en uno de los sillones que había. Él hablaba con sus amigos mientras yo estaba sentada en sus piernas, con el brazo de la mano que tenía el vaso alrededor de mi cintura abrazándome y él otro con un porro que no parecía ser el de antes. Sin meterme en la conversación, sólo reía y escuchaba que decían por encima de la música.
Con más ganas de bailar, di un gran trago e ignorando el mareo que ya comenzaba sentir, me levanté de sus piernas para ir a bailar sola, ya que parecía que nadie se unía.
Hasta que sentir unos brazos alrededor de mis hombros y una risa que sabía perfectamente a quién pertenecía, haciéndome sonreír para girarme a verle.
- Mirá, el desaparecido.- rió aún más y dejé de bailar para sólo estar con su brazo alrededor de mis hombros.
- Bueno, bueno, la que se fue vos.
- ¿Yo? ¿A dónde?
- No sé, pero en Buenos Aires no te vi más.
- Me se esconder.
- ¿Sí?- preguntó sonriendo y yo reí, haciendo que él riese después.
- Andás drogado eh.
- No, mi amor, yo soy la droga.
Los dos reímos y seguimos hablando sin dejar las tonterías porque lo que más gracia me hacía era su risa. Como había dicho, al final Alejo era el más cercano a mí.
Cuando ya no teníamos nada más de que reír y hablar, bailamos un rato hasta que me acompañó a por más para beber encendiéndose él un porro.
- Ché, me la quistaste eh.
- Y bueno, andaba sola por ahí, quién mejor que yo.- los dos rieron y yo puse los ojos en blanco.
- Dale, dale, andá que ya estoy yo.
- Bueno, sino me quedo sola eh, mejor sola que mal acompañada.
- Uh.- Alejo miró a Mauro a la vez que decía aquel uh, alargando la vocal para que Mauro sonríese sin dejar de mirarme.
- Se hace la difícil...
Comenzó a cantar, acercándose a mí para abrazarme con la risa de Alejo detrás. Se despidió y se fue para dejarme sola de nuevo con Mauro, que volvía a llenarme de besos como siempre, sin dejar de abrazarme hasta que dejábamos de estar solos.
Cuando miré la hora, me di cuenta de que la noche casi había terminado y pronto comenzaría a amanecer aunque a mí me parecía que había estado poco acá. Por suerte, siempre quedaba el after.
Estuve un poco más con Mauro, abrazándome de la cintura por detrás para estar los dos juntos hablando con uno de sus amigos hasta que decidieron de ir al after ya, así que me terminé mi vaso de un trago y salí con él de la mano junto a los demás, hablando con Neo que estaba detrás de mí.
Al salir afuera, respiré sintiendo como el poco mareo que tenía se iba gracias al aire que por fin podía respirar, no como allá dentro donde ya respirabas poco aire.
Me dejé llevar por Mauro, que sabía a dónde me llevaba tirando de mi sin soltarme la mano. Pero cuando me giré a ver la puerta del boliche por si quedaba alguien por salir, no pude evitar frenarme al verle.
- ¿Qué pasa?- se giró a verme confundido, pero mis ojos solo estaban en él tras tanto tiempo.
- Lautaro...

Sol y Luna (Duki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora