- Pa, no hace falta.
- ¿Segura?
- Llegaron ya Juan y Nicolás, cuando termine te aviso y venís con Emma.
- Dale, está bien, pero si necesitan ayuda me decís.
- Sí, dale, chao.
- Chao, nena.
Suspiré y terminé la llamada en el portal del edificio donde estaba el departamento donde viviría a partir de ahora con Emma.
Y no, no venían ni Juan ni Nicolás, sino Candela ha ayudarme. Realmente, se hacía difícil verla porque era estar más tiempo separada de Emma y era algo que siempre intentaba evitar, pero tampoco podía volver a desaparecer y no quería.
Miré hacia la izquierda y por fin la vi de lejos caminar hacia acá. Sonreí, guardé el celular en el bolsillo de mi pantalón y esperé a que llegase.
- Por fin.
- Perdón, llegué en cuanto me dejaron.
- No importa, ¿Preparada para traer todo adentro?
Asintió y yo sonreí, comenzando a agarrar las cajas que tenía a mi lado y eran mías. Más tarde, le dije a mi padre que llevaría la cuna y demás cosas de Emma, así Candela no sospechaba nada.
- Entre el laburo y esto me van a matar.
- Dale, ojalá yo pudiera hacer lo que vos y no tener que estar detrás de una barra siempre.
- Podrías decirme dónde laburss y así ya sé dónde ir a beber.
- Tampoco es un gran lugar eh.
- Bueno, pero verte laburar es algo que pasa pocas veces y hay que estar allá para verlo.- puse los ojos en blanco y ella rió, dejando la caja dentro de mi casa detrás de mí, que había dejado otra.
- Ya te diré, ya.
Rió y volvimos para terminar de llevar todo. Después, le dije que podía irse para descansar y por suerte aceptó, así pude volver a casa de mis viejos y llevar poco a poco todo ya con Emma a mi lado.
Hasta que por fin no había nada más para llevar. Sonreí ya dentro, mirando la que sería mi pequeña casa y la de Emma.
- Bueno, nena, yo ya me voy que para un día de descanso que me dan prefiero estar en casa con tu madre.
- Dale, pa, yo llamaré a los pibes y que vengan si quieren.
- Tomate un tiempo vos eh, ahora ya tenés tu casa y podés estar con Emma siempre.
- Igual van a estar siempre, ¿No?
- Sí, obvio, vos llámanos y venimos a ayudarte en lo que sea.
Sonreí y me abracé con él antes de que se fuese. Suspiré y dejé a Emma en el sofá, sacándola de su carro.
La dejé allá y comencé a abrir las cajas para comenzar a decorar la casa con mis cosas.
Dejé fotos, algunas cosas que compraba en España cuando iba, de recuerdo y demás. Después, fui a mi habitación y dejé la ropa en el armario, gustando otras cosas por toda la casa hasta que ya sólo quedaba por colocar las cosas de Emma. Por ese entonces, Santino me había dicho que venía para acá, así que le esperé.
- Linda eh.
- Pequeña, pero linda.- le dije, dejándole entrar a la que ahora era mi casa.
- Bueno, como vos y Emma.- me miró y me guiñó un ojo, haciendo que yo pudiese los míos en blanco.- Ahora ya podés ser feliz con Lautaro eh.
- Callate, pelotudo y terminá por ayudarme.
Ahora fue él quien puso sus ojos en blanco antes de hacer lo que le dije y colocar las cosas de Emma para definitivamente terminar de hacer mi casa.
- Listo, ahora poné el televisor y vamos a ver qué hay, ¿A qué sí?
Le miré confundido mientras había dejado de hablarme a mí para decirle esa pregunta a Emma, tomándola en brazos mientras sonreía. Le ignoré y fui a dejar lo que quedó en la entrada para después ponerme cómoda y acabar por hacer lo que dijo.
Más tarde, José también vino y acabamos viendo los tres una película con Emma en sus brazos porque siempre que estaba José, Emma ya parecía más su hija que la mía.
Cuando la película terminó, se fueron los dos pero tardé poco en estar sola con Emma, porque todos mis amigos e presentaron para ver otra película. No podía tener un descanso, como dijo mi padre, sólo cuando llegó la hora de cenar y alguien tenía que hacer la comida, entonces desaparecieron todos.
Me despedí de ellos y por fin, quedé sola. Puse algo de música a poco volumen por no molestar a Emma, que estaba ahora en el sofá. Comencé a hacer la cena y terminé por comerla sentada a su lado.
Después, la puse a ella en mi pecho al comenzar a llorar y cuando se durmió, pude volver a lavar las cosas y terminar por acabar también cansada en el sofá. Hasta que el timbre de la puerta volvió a sonar.
Resoplé y arrastré mis pies hasta la pequeña entrada, abriendo la puerta para luego sentir como me besaba y me abrazaba por la cintura el último que quedaba. Sonreí al separarnos y él también.
- Te ves cansada.
- Un día largo.
- Perdón, no pude venir hasta ahora.
- No importa, podés quedarte a dormir si querés.
- ¿Ese es el plan?- preguntó sonriendo y yo subí mis hombros.- Bueno, tampoco es tan malo si es con vos.
Puse los ojos en blanco y él rió antes de volver a besarme, pasando después los dos adentro de la casa.
Por suerte, Emma seguía dormida y yo la llevé a su cuna para que estuviese mejor, volviendo al sofá para sentarme a su lado.
Lentamente, fuimos echándonos hasta que por fin quedamos tumbados de lateral con él abrazándome por la cintura. Sacó su celular y yo me quedé viendo el televisor.
- Ché, ¿Viste que no tenemos ninguna foto?
- No subo ninguna desde Emma, tampoco te creas importante eh.
- Bueno, pero Emma es Emma, yo no soy un secreto, ¿No?
- No, no lo sos, pero pocos saben de vos.
- Pocos no, Candela es la que según vos no sabe que somos pareja pero ya nos vio, ¿Recordad?
- Cierto.
- Dale, subimos una los dos, así tampoco la tenés que subir vos sola.
- Bueno...no pierdo nada.
- Dale.
Sonrió y yo suspiré, agarrando mi celular para buscar una buena foto. Hacia tiempo que no subía nada porque desde que supe que estaba embarazada quise pasar completamente desapercibida, que nadie preguntase por mí para cuando tuviese que irme a España. Después, se hacía difícil disimular que había estado embarazada y odiaba no poder subir alguna de las fotos de Emma, pero así lo había elegido hacia nueve meses, ahora diez.
Igualmente, Lautaro tenía razón. Todos sabían que estaba con él, hasta Candela, pero no me había atrevido a subir algo con él porque simplemente había alguien que no se borraba. Mauro.
Él sí me seguía y podía verlo. Igual me vio en el boliche con él, pero no sabía, así que subir una foto ahora era directamente enseñárselo y no sabía si quería.
Aunque al final, no tenía por qué sentirme mal por subir una foto con mi novio porque mi ex lo pudiese ver. Incluso si este es el padre de mi hija.
Pero no importa, porque no lo sabía y tener a Lautaro por fin me había traído estabilidad o al menos un poco más.
AngieGom.AngieGom- ❤️
Lau_241- Lindos, ¿No?😍
Juan_23- Uh, shippeo
↪️ Diana23_12- Laugi😉
Santino_12- Uh, la desaparecida.
Dejé de ver las notificaciones y acabé por decidir unos minutos después irme a la habitación para dormir al estar muy cansada aunque Lautaro quiso quedarse más tiempo en el salón.
Sólo fue antes de dormir que leí la última notificación.
dukisjj le ha dado "me gusta" a tu foto.
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Sol y Luna (Duki)
Fanfiction(2° temporada de la novela Piensa en Mí (Duki)) Después de que Angie terminó con Mauro tuvo que aprender de nuevo a estar sola, a cuidarse con la única ayuda de sus amigos y su familia. Pero, cuando parecía que volvía a su vida normal, cuando él apa...