PROMETIDA.
Yan_skyblue/sesshome.Capítulo IX.
—Se toma usted demasiadas atenciones, para con una desconocida. — hasta ella misma se impresionó del veneno que llevaban sus palabras, se arrepintió de inmediato pero ya lo había dicho.
—Estoy seguro que esta desconocida, es una persona importante que he estado buscando por diez años… —
Kagome se estremeció.
—Persona importante. — repitió.
Sesshomaru notó la confusión de su esposa, se apresuró a tratar de abrazarla pero ella dio tres pasos atrás, bajó la mirada algo atribulada y apretó su bata, se movió tratando de huir nuevamente pero él la detuvo, colocó las manos en los pequeños y algo huesudo hombros de su esposa, ella lo miró con los ojos aguados, supo entonces que le debía una explicación, la abrazó tan fuerte que creyó ella se molestaría pero fue sorpresivo sentir los delicados brazos de ella rodeándolo, Taisho cerró los ojos aspirando el olor a lavanda de su esposa, ella llevaba ese suave aroma impregnado en el cuerpo, Dios, como amaba a esa mujer, tanto como para hablar con ella algo tan íntimo.
—Te lo explicaré, no te vayas por favor. —
Ella asintió calmando sus emociones. Tomaron asiento y se miraron.
—Hace diez años junto a mi padre conocimos a una huérfana, deambulaba por las calles de Glasgow, fuimos allí por un asunto de trabajo, la niña trató de robarnos, la atrapamos pero no podíamos dejarla así, vivía en la calle junto a los perros rodeada de inmundicias, robaba para sobrevivir. Su nombre es Rin.
》Mi padre la adoptó como su hija y desde ése día Rin fue mi hermana menor, he velado por ella por todo este tiempo, pero Rin dijo que tenía una hermana gemela llamada Lin, se separaron cuando ambas se escaparon del orfanato donde crecieron ya que el clérigo comenzó a abusar a una de las niñas, ellas tuvieron miedo y escaparon, pero Lin fue atrapada. Volvimos al orfanato pero Lin ya no estaba allí, fue entregada a un hombre dueño de una fábrica para tintes de telas como trabajadora, buscamos pero dijeron la niña se había escapado, hemos buscado a la niña por diez años, en Escocia, en Inglaterra… según el investigador que contraté su último paradero era una taberna de mala muerte en Londres, volví para buscarla, encontré a alguien más pero no a Lin…
Cayó, no podía decirle que la encontró a ella y se enteró de las condiciones en que vivía por la mala administración del Marqués.
Higurashi lloró las lágrimas que posiblemente esas niñas habían derramado por años, ella había tenido una vida dura pero nunca le faltó su madre ni un techo sobre sus cabezas. Se puso de pie y fue hasta él, agachada, le tomó las manos, entre lágrimas le dijo que lamentaba tantos años de búsqueda infructuosa y que efectivamente la chica dijo llamarse Lin. La mirada de Sesshomaru se iluminó, también se agachó para abrazar a su esposa, se separó y le dio un beso en la frente con tanta abnegación que ella podría jurar que la amaba, aunque eso solo fuera un sueño tonto e imposible, ellos no podían amarse, ¿cierto?.
—Gracias...— la abrazó de nuevo con intensidad.
Durmieron en un sofá que uno de los oficiales logró conseguirles.
Sesshomaru se había acomodado en él para que su esposa y su ahora hermana durmieran en la cama, pero su corazón casi se sale de su pecho al sentir a Kagome acurrucarse con él en el sofá. "Dormiré contigo" dijo decidida, él solo pudo darse la vuelta con cuidado de no hacerla caer por lo estrecho, la miró a los ojos, acarició su cabello y asintió.
Ella hubiera querido otro beso, pero se conformó con la cercanía y tenerlo rodeando su cintura con esos brazos musculosos que comenzaban a gustarle, cerró los ojos mientras coloca la frente en el pecho de su esposo y se quedó dormida. Sesshomaru miró a Lin descansar y juró que sería buen hermano para ella como lo ha sido para Rin todos estos años y… trabajaría en su relación con su esposa, escucharía los consejos de un jovenzuelo de diecisiete años y enamoraría a Kagome, no podía seguir negando lo evidente, es que la amaba con todo su corazón y deseaba ella igual.
****
Despertó con algo de jaqueca, solo para ver cómo Kagome buscaba entre sus cosas un vestido que le quedara a Lin mientras la chica parecía mareada por el parloteo de su esposa, sonrió viendo la escena, allí faltaba Rin y podría decir que es un hombre afortunado, tomó asiento en el sofá.
Las mujeres lo miraron, ambas con admiración, la una por ser apuesto y salvarle la vida, la otra por el gran corazón que ha comenzado a descubrir.
—Buen día querido. — dijo su esposa con una sonrisa que le iluminó el alma y lo confundió por la palabra final.
—¡Buenos días!. — se apresuró la joven Lin tratando de llamar la atención del caballero.
Kagome se calmó, Sesshomaru la ve como a su hermana, además tantos años viviendo en tabernas habrá visto comportamientos nada decorosos de parte de las mujeres y la pobre debe pensar que es normal.
Sesshomaru se puso de pie, primero saludó con una sonrisa típica de él a la jovencita que lo veía encandilada y le revolvió los cabellos cual niña pequeña, luego fue con su esposa, iba a besarla en la mejilla pero Kagome intuyendo esta acción se adelantó y lo besó en los labios.
La chica al ver esto se enfadó, aparentemente ese matrimonio sí era sólido, pero ella iba a ganar el corazón de su salvador, así tuviera que usar artimañas, conocía todos los trucos que usaban las prostitutas de las tabernas, no era ingenua.
Taisho por su parte disfrutaba como nunca de los labios de su esposa, tanto que olvido estar en presencia de una jovencita y tomó a la mujer que ama por las caderas para pegarla a él, ella jadeo y él supo que quizás fue demasiado, se separaron apenados por el espectáculo, aunque Lin no parecía afectada o aparentaba no estar afectada.
Él salió del camarote luego de lavarse la cara, iba ir por Hakudoshi para anunciarles las noticias.
Kagome aprovechó para conversar con la chica pero estaba evasiva, prefería buscar un vestido de escote profundo para mostrar sus atributos, aparentemente Lin había desarrollado una especie de coraza que cubría con alegría y espontaneidad, aunque le enfadara que tratará de enamorar a su marido, la entendía, parece que ha visto en Sesshomaru una especie de salvador y ha confundido la admiración con el amor.
Kagome escuchó golpes en la puerta, atendió, dejó pasar a su madre pero Naomi no esperaba ver en el camarote de su hija una niña medio andrajosa cambiándose de ropa y menos uno de los vestidos de fiesta de Kagome.
—Creo que alguien debe explicar algo. — dice la dama colocando su mano izquierda en su mejilla.
Kagome explicó solo la parte de haberla salvado de caer por la borda, Lin sonrió y le saludó afable aunque se notaba no tenía modales en lo absoluto, Naomi entonces se dio a la tarea de enseñarle algo de etiqueta y la primera lección era escoger un vestido mañanero adecuado para el desayuno con los caballeros, la joven se entusiasmó muchísimo pero siguió evadiendo contestar cualquier pregunta sobre su pasado, eso la ponía triste y no quería que su salvador la viera triste.
Y mientras una gemela tomaba el té con su cuñada en Boston, la otra se aferraba a estas personas extrañas que parecían buenas y aún más a un hombre que no podía darle más que el cariño de un hermano mayor protector, pero ella encontraría el amor luego, en los ojos café de un vizconde tímido que le mostraría que no está mal ser vulnerable.
Continuará...
No quería dejarlas con la incógnita y me apresuré a escribir éste capítulo, espero les gustara.
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Libro de historias cortas sesshome y otras parejas 2 (Actualizaciones semanal)
Randomoficialmente estamos de vuelta ^-^ ACTALIZACIONES LENTAS