Parte 7

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Encontraste aquello, que ni yo sabía había perdido

La noche fue larga, demasiado larga para la comodidad de ambos. Después del incidente en el baño las cosas se tomaron extrañas, por los ojos pueden entrar miles de imágenes diariamente pero siempre existe aquella hace todo se olvide y se detenga, como la sonrisa de un hombre o el cuerpo de una mujer.

Sesshomaru permaneció en su habitación junto a Tomas, pero sus atribulados pensamientos siempre volaban directamente hacia esa silueta de mujer madura, esa piel hermosa, esas caderas y piernas, sus pechos hermosos. ¡Dios, ¿Qué le pasaba?! Quizás era tanto tiempo de celibato, hacía mucho no se permitía pensar en ninguna fémina, se sentía como si fuera un niñato estúpido, como los pubertos cuando... se... enamoran... bufo luego de ése pensamiento ilógico. Suspiró derrotado, cerró los ojos al fin para tratar de conciliar el sueño.

Kagome no estaba mejor, hacía mucho ningún hombre la miraba desnuda, no podía negar era humana con necesidades básicas, el sexo es parte de ésas necesidades. Desde el nacimiento de su hijo las cosas básicas de antes se convirtieron en algo innecesario, como las fiestas y conocer hombres, su vida entera era su hijo, sin embargo... hoy... Llevó sus manos hasta sus pechos, imaginó esos brazos fuertes y esculpidos le tocaban, su cuerpo reaccionó de inmediato. La sorprendió siquiera recordar lo que era sentirse excitada, sonrió. Prefirió dejar de pensar en cosas locas y mejor dormir, mañana muy temprano se irían, lejos de la tentación. Lastimosamente él era el padre de su hijo y de ahora en adelante estaría presente en sus vidas. ¡Rayos! Era un hombre jodidamente sexi, sería difícil resistir su magnetismo. ¡Que Dios la amparara! Si tomas era como Sesshomaru de adulto estaría en muchos problemas apartando de su niño a todas las urracas que se le acercaran, tendría que convertirse en una especie de maléfica. Con ése último pensamiento se quedó dormida.

****

-Rin...- dijo Hakudoshi algo vacilante, hasta el momento la conversación había girado en torno a Sesshomaru, su repentina paternidad y la necesidad de presentarse al centro de rehabilitación.

-Dime- preguntó expectante la mujer al otro lado de la línea.

Rin era una enfermera del centro de rehabilitación, se puso en contacto con ellos por parte de NARIC (NATIONAL REHABILITATION INFORMATION CENTER) en California, pero Sesshomaru había rechazado cualquier ayuda desde el fracaso en su primera sesión. Pero ni ella ni Hakudoshi se dieron por vencidos, Rin siempre llamaba y trataba de convencerle de la necesidad de comenzar un tratamiento con el uso de una prótesis, Hakudoshi como amigo le insistía en el asunto, pero todo fue inútil, Taisho era sumamente testarudo. Así habían pasado todo ese tiempo y sin pensarlo, Hakudoshi se enamoró de esa excelente mujer, una chica sacrificada y amorosa. Aquí estaba, tratando de que las palabras salieran de su boca y con el amor que tenía por dentro atragantandole el valor, deseaba invitarla a salir pero...

-Olvidalo- suspiró -Intentaré hablar con Kagome para convencerlo, quizás con el cambio en su vida él desee continuar el proceso finalmente.

Ella afirmó más animada, se despidieron y allí quedó su confesión.

****

Se despertó, eran casi las tres de la madrugada, pero necesitaba un vaso de agua, el sueño erótico que tuvo fue demasiado explícito. Caminó medio somnolienta hacia la cocina, casi le da un infarto al ver a ni más ni menos que Sesshomaru frente al refrigerador, parece ambos tuvieron la misma idea.

Al notar su presencia, ella casi podría jurar por un instante él pareció incómodo y hasta nervioso, rápidamente se acomodó una manta que traía sobre las piernas, Kagome obvió todo pensamiento ilógico, ¿Por qué Sesshomaru estaría nervioso? Imposible.

Ambos se sirvieron un merecido vaso de agua fresca, Higurashi tomó asiento en la isla de la cocina y él seguía junto al refrigerador.

-Me parece extraño una mujer con un puesto de editora en jefe en una revista de modas tenga, tiempo para investigar y dar con un hombre para complacer a su hijo- dijo inquisidor, deseaba saber más de ella y no solo lo encontrado en Google.

Kagome sonrió.

-Ya no soy editora en jefe- dijo tranquilamente -Renuncié hace un año y medio ya- tomó otro sorbo de su vaso sin apartarle la mirada.

-¿Puedo saber por qué?- preguntó imponiendo su presencia, se notaba a lo que se había dedicado, era natural en él.

-Bueno- miró las gotas de agua resbalar por el vidrio del vaso -Cuando tu hijo llega llorando del jardín de niños acompañado de su niñera porque su madre olvidó era el día de las madres y fue el único cuya madre no tomó un tiempo para ir a verlo  recitar una bonita poesía- apretó los labios, ése recuerdo aún le dolía -Te hace replantearte demasiadas cosas, yo soy su madre y me estaba perdiendo tantas cosas por querer "darle todo" era la niñera quién lo conocía, yo no, no sabía nada de Tomas, así que decidí comenzar a ser su madre, realmente ser su madre- levantó la vista -Renuncié, ahora trabajo como editora para una pequeña revista online, no gano lo mismo pero el tiempo es perfecto, puedo encargarme de Mí hijo sin ayuda de terceros, aprendí a cocinar, cocer, a hacer figuras con plastilina, a lavar las manchas de pinturas y marcadores en la ropa, a tantas cosas...- una lágrima se le escapó -Cuando era bebé lo cuidé pero al verlo crecer me alejé, le di la responsabilidad a alguien más, no debí hacerlo, pero lo he enmendado- limpió la lágrima -Me he esforzado porque así sea

Taisho comenzó a verla distinto, no solo un cuerpo hermoso, si no una mujer fuerte, decidida, abnegada y maravillosa. Todo lo que ha hecho hasta ahora por Tomas es admirable, muchos se hubieran justificado con las palabras "Lo hago por su bien" "Necesito el dinero" "Le compraré un juguete para que lo olvide" pero ella hizo algo al respecto. Ella era una buena madre. Dio gracias saber la madre de su hijo era una mujer increíble.

-Eso es admirable- contestó al fin -Y lo respeto

Se fue dejando el vaso junto al suyo en la isla.

Kagome sintió su pecho cálido, sabía Sesshomaru no era una persona de andar halagando si en realidad no lo sentía. Se estaba enamorando sin remedio y todavía no lo notaba.

Sesshomaru regresó a su habitación más confundido que antes, porque ahora Kagome Higurashi no era solo aquel cuerpo desnudo, era ella, la madre su hijo, la mujer encantadora y cautivadora capaz de actos tan grandes de amor... eso no era bueno.

Suspiró, gracias a Dios no notó su erección cuando se encontraron en la cocina, había tenido un par de sueños eróticos con ella, por eso se despertó, daba gracias siempre tener una manta en su silla o ella lo hubiera visto, quizás no habrían tenido esa interesante conversación.

Sonrió.

Se acomodó de nuevo en la cama cuidando no despertar a su hijo y trató de dormir de nuevo.

¿Cuánto tiempo tardarían hasta darse cuenta se están enamorando?

Quizás hasta el fin, cuando ya sea amor realmente, aveces los seres humanos no vemos lo evidente hasta ser golpeados de frente.

Continuará...

Gracias a mis amigas del grupo de WhatsApp, Chicas Bl y Sesshome por la ayuda, son lo máximo chicas 🥰

Aquí el capítulo chicas, espero les gustara. Está medio corto pero con amor, igual que todos.

Vamos avanzando mis chicas 😊

Qué más pasará?

Sepanlo en el siguiente 😉

Nos vemos, saben que las quiero 💙

Libro de historias cortas sesshome y otras parejas 2 (Actualizaciones semanal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora