Esas veces en que todo encaja
Kagome miró por la ventana del hotel, una lágrima se escapó de sus ojos. Nada salió como lo esperaba.
*****
Días atrás
-Kagome- dijo Sango suspirando mientras se acomoda por sexta vez en el sofá -Repiteme ¿Por qué estoy buscando a éste sujeto?- le miró caminar de nuevo del cuarto de Tomas al de ella con ropa. Sabía se preparaba para viajar.
-Porque podría ser el padre de mi hijo, y...- se quedó parada en medio de la estancia con sus pensamientos hechos un nudo, habían demasiadas variantes y demasiados ¿Y si? -Quizás, solo quizás, él... quiera formar parte en la vida de Tomas...- tomó asiento en el sofá junto a Sango.
-Te dije que debías enamorarte y enamorar a tu hombre primero y tener bebés después, pero contigo no hay regla natural que aplique- sonrió pero al no ver expresión alguna en el rostro de su amiga resoplo, al parecer sus bromas ya no eran tan graciosas -Bueno- tronó sus dedos y se dispuso a continuar la búsqueda -Pon café en la tetera Doris, algo de música de la película Misión Imposible y espero un masaje luego de esto- comenzó la ardua búsqueda.
Kagome soltó una risada, fue por el café y colocó la música.
Lo encontraron al fin, Aún vivía en Chicago, en Lincoln Park.
-Dime que no irás con mi ahijado a ver a ése hombre- Sango le observó mientras se retiraba las gafas, los ojos le ardían.
-Entonces no te diré- dejó la tercera taza de café que preparaba sobre la mesita de centro para que su glotona amiga comiera las galletitas que le hizo prepararle.
-Kagome...- la castaña se levantó para tomarla por los hombros -Si ése hombre los desilusiona, por favor, prometeme que no dejaras te afecte o afecte a Tomas
Higurashi asintió, sabía que su amiga tenía razón, pero no dejaría nada ni nadie golpeara la autoestima de su hijo, si el tal Inuyasha Taisho no los quería en su vida, perfecto, ellos serían felices solos. Suspiró, estaba dispuesta y decidida a todo, Todo.
Lo contactaron y luego de semanas de acoso, al fin lograron que les recibiera. Había llegado el momento.
****
Llegar a NOrchard st. fue fácil, llegar frente a esa casa de ladrillos rojos de dos pisos al estilo de los años 90's también fue fácil, tocar la puerta caoba pintada en color blanco marfil fue fácil. Lo difícil, lo extremadamente difícil fue ser recibida por la esposa embarazada de Inuyasha, lo difícil fue sentarse en el sofá sin saber qué decir, lo difícil fue escuchar los argumentos del supuesto padre de su hijo, lo insoportable fue oírlos decir "Prueba de Paternidad" sin tapujos y con un deje de veneno que no le dejó más remedio, accedió.
No quiso su hijo se encontrara con Inuyasha antes de ella hablar con él, algo en su corazón le decía que ése hombre no los deseaba en su vida y ¿Quién podría juzgarlo? Él simplemente fue un donador de esperma, estaba desligado de cualquier responsabilidad. Pero el que su hijo quisiera conocer una figura paterna le hizo olvidar las reglas que conllevan la inseminación. Ahora veía fue buena idea no llevarlo, esos ojos mordaces de la señora Taisho daban escalofríos.
Se decidió que ella se quedaría en Chicago hasta tener los resultados de la prueba y si resultaba positiva, Inuyasha se comprometía a visitar al niño al menos un par de veces al año y llamar de vez en cuando, también el enviarle un regalo de cumpleaños y navidad, pero no lo reconocería con su apellido.
Higurashi estuvo a punto de levantarse del sofá, lanzarle al sujeto el café aguado e insípido que su igual de insípida esposa le había servido, pero se contuvo porque sabía que, aunque fueran migajas, su hijo estaría feliz. Se le estrujo el ser entero por esa palabra, migajas, a éso se reducía todo. Quizo volver el tiempo y tan siquiera haber escuchado a su amiga cuando le dijo que la vida tiene un ciclo por una importante razón. ¿Quizás tenía razón?
En ése momento dudaba de todo****
Cinco Días después
Y aquí estaba ella, llorando en silencio su pena, porque la prueba dio negativa y tuvo que salir por la misma puerta de caoba color marfil con el alma arrastras. Estaba devastada.
Volteó para centrar su atención en Tomas, dormía tranquilo junto a su perro de peluche. De repente, las palabras de la secretaria le llegaron como un relámpago, fue tan estúpida de olvidar ése detalle.
Su hijo no era de Inuyasha porque ella fue inseminada con la muestra de otro hombre, uno que ella no aprobó, uno del que no sabía nada... tembló de miedo ante la idea. Observó con más detenimiento a su hijo. Los ojos dorados, el cabello albino, la tez pálida, sus maneras y manías... ¿Las habrá heredado de su padre, su verdadero padre? Porque Inuyasha no encajaba en ése rompecabezas ahora, era como una pieza aparte.
Trató de hacer memoria para recordar el nombre que le dio la secretaria.
"Kagura Yamanaki"
¡Bam!
Allí estaba...
Corrió a la computadora y entró a Google mientras llamaba a Sango, le pediría ayuda en esto y juró que le invitaría a un largo día de spa luego de encontrar al misterioso donante inesperado.
Al buscar el nombre se encontró con una página de Twitter, inmediatamente reconoció a la enfermera de aquella vez, los ojos carmesí eran inconfundibles. Decidió enviarle un tuit.
-Señorita Yamanaki, quisiera poder hablar con usted sobre el error que hubo en mi inseminación hace tres años, necesito que por favor, se contacte conmigo lo más rápido posible att. Kagome Higurashi.
No esperó que la respuesta llegara tan rápido, pero solo tres horas más tarde la mujer en cuestión le envió su número de teléfono. Sango le llamó casi al instante, le dijo que al parecer ya no trabajaba en el laboratorio de Totosai y además, estaba casada con un millonario, sin embargo, no supieron el nombre.
Con el alma en un hilo, Kagome llamó.
-Hola- saludaron en la otra línea.
-¿Kagura Yamanaki?- preguntó dubitativa.
-Señora Kagome, sabía éste día llegaría, aunque pensé que no tan pronto- dijo en tono burlón.
-Le agradecería simplemente me de la información que quiero, porque al parecer usted comprende la razón de mi llamada- contraatacó ella al borde de sus emociones.
-Solo si promete no demandar, verá, soy una mujer casada y con buena posición social, un escándalo de hace tantos años no sería bueno para mi imagen ni la de mi esposo
-Se lo juro señora- contestó casi de inmediato.
-El nombre que usted busca es... Sesshomaru Taisho, coronel, Sesshomaru Taisho....
Continuará...
Disculpen la demora chicas pero los días festivos son muy ocupados en el barco y he terminado como dicen en mi pueblo, reventada 😅
Bueno, tan tan tan
Hemos llegado al meollo del asunto.
En el siguiente, nuestro tan esperado sesshy hará su aparición 🤭
Les espera una sorpresa 😉
No olviden que las quiero
Y ustedes a mí, no digan que no 🥺
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Libro de historias cortas sesshome y otras parejas 2 (Actualizaciones semanal)
Randomoficialmente estamos de vuelta ^-^ ACTALIZACIONES LENTAS