CAPÍTULO VII
Permanecieron así por unos interminables minutos, hasta que Sesshomaru se separó lentamente, se disculpó por el atrevimiento y salió de la habitación no sin antes pedirle lo acompañará mañana a primera hora al pueblo, ella aceptó dubitativa para proceder a darse las buenas noches.
Kagome sonrió, quizás estar al lado de él no llegue a tornarse tan malo, quizás su mal tropiezo al principio fue solamente culpa de las circunstancias en que pasó todo y los malos entendidos; de todos los maridos violentos, libertinos y autoritarios que le pudo haber impuesto su madre, Sesshomaru no pintaba tan mal.
—Estoy segura nos llevaremos mejor.— auguró positiva. —Quizás nunca habrá amor y jamás llegue a saber lo que es realmente una pareja… pero al menos podremos ser como amigos. — ese pensamiento la hacía sentirse feliz.
No podía siquiera imaginar en enamorarse, mucho menos de Sesshomaru; hombres así solo son para admirar cuidando tu corazón, no para pretender sea tu príncipe de ensueño.
Tampoco su mente sería capaz de imaginar a Taisho enamorado de alguien, qué decir de una mujer tan simple como ella que trata a duras penas de ser lo que se supone una mujer debe ser.
Trenzóesu cabello, apagó las velas y fue directo a la cama para dormir, mañana debía levantarse temprano.
Por su parte el hombre suspiró cansado, caminó a la cama de su propia habitación para tumbarse y ver el techo mientras trata de comprender el hilo que llevaban sus acciones, con Kagome era cristalino, incapaz de contener las ganas de tenerle cerca y llenarse los pulmones de su olor, abrazarla para que no se fuera nunca y cuidarle del mundo entero, quizás se debía al daño que le causó antes. Recordó las noches de soledad en su casa preguntándose qué hacía su esposa, si acaso le extrañaba… por eso pidió a Jaken escribirle semanalmente dándole noticias de ella. ¿Habrán sido celos, los que le impulsaron a actuar como energúmeno tras la noticia de las visitas masculinas a su esposa.?
No, eso era imposible porque significaría que tenía sentimientos por ella más allá de respeto y afecto cordial, eso no podía ser posible, ni siquiera la conocía más allá de las semanas de cortejo, aunque Kagome era un libro abierto, no era muy difícil ver lo que guarda en el interior ni conocer su forma única de comportarse…
—Debo dejar estos cuestionamientos antes de ir a la cama. — se regañó.
Prefirió quitárse la ropa pensando en la figura que acababa de observar a través de ese camisón, su esposa aparte de tener la cintura pequeña, contaba con unas caderas prominentes y creyó vislumbrar unas redondas posaderas.
—También debo dejar estos pensamientos— volvió a regañarse.
Trató en vano de dormir perdido en sus pensamientos hasta que ya no pudo más y finalmente sus pesados párpados se cerraron.
*********
El sol no estaba tan fuerte, apenas eran las siete de la mañana, pero ellos ya iban sobre la calesa despidiéndose de Jaken y Miroku emprendiendo el rumbo al pueblo.
En el camino, la brisa fresca de la mañana les abrazó enteros, Kagome se arregló el chal para evitar resfriarse, siempre había tenido una salud muy frágil.
Observó el cielo, radiante... eso le alegró, amaba los días soleados.
—El día está precioso. — menciona feliz de sentir los rayos de sol.
Sesshomaru solo podía concentrarse en lo iluminados que estaban sus ojos azules, lo bonito de su sonrisa y el olor dulce llegando a su nariz por tenerla tan cerca.
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Libro de historias cortas sesshome y otras parejas 2 (Actualizaciones semanal)
Randomoficialmente estamos de vuelta ^-^ ACTALIZACIONES LENTAS