Capítulo XIX

562 84 29
                                    

PROMETIDA. 
Yan_skyblue/sesshome. 

Capítulo XIX. 

Kikyo y Kagome reían mientras Yura y Yuka, sus respectivas doncellas, les preparaban para la velada. El señor Taisho y la viuda Higurashi se ofrecieron a cuidar de Moroha así que no asistirían, más que todo para darle a los jóvenes algo de recreo solos. 

Kagome estaba particularmente nerviosa y emocionada, no por la ópera, si no por salir con su esposo y seducirlo; ella y Sesshomaru todavía no habían consumado su matrimonio, además de los besos y los jugueteos, parecía que su esposo se negara de llegar más allá y ella no estaba segura de cómo proceder, pero Kikyo le había dado ya un par de consejos aparte de un nuevo vestido de gala que realzaba sus atributos muy bien.

Bajaron al primer piso donde, sus esposos las esperaban ya ataviados en sus trajes formales y Lin junto a Rin cuchichean algo alejadas. 

Inuyasha le ofreció su mano a la mujer que ha sido su esposa por todos esos años, la amaba tanto que no podría concebir su vida sin ella, por mucho que ese amor haya lastimado a otros, era un egoísta pero enamorado. 

Sesshomaru por su parte suspiró perdido en los preciosos zafiros de Kagome, su boca de rosa, su cuello adornado en perlas, su… escote; Taisho tragó saliva, era la primera vez que ella usaba un escote tan atrevido, además ése vestido verde le ajustaba la cintura de una forma pecaminosa, que todos los santos del cielo lo ampararan, no, que la ampararan a ella de él y sus ganas de hacerla suya de una vez por todas. Hasta ahora habría querido ir lento por respeto a ella, quería ir a un ritmo ascendente que no la asustara pero tampoco le aburriera, aunque eso su esposa no lo sabía. 

Kagome tomó el brazo de su esposo orgullosa de haber logrado una reacción tan auténtica en Sesshomaru quien, normalmente es tan hermético como una caja fuerte. 

Rin y Lin subieron al carruaje tomadas de las manos, Rin vio por la ventana a Hakudoshi muy bien vestido conversando con su padre, estaba segura que le permitió asistir a la ópera con ellos y eso la hacía ser infinitamente feliz, se lo contó a su hermana quien desde que le confesó su abnegación por el joven empleado pareció iluminarse de un momento a otro y, no paró de proponer maneras de que se vieran, hasta felicitarla y aprobar una futura relación o boda. 

Lin viendo al joven Jones, estaba complacida que fuera con el grupo, era un buen chico, en el poco tiempo que le ha conocido él demostró tener más clase y valores que muchos aristócratas y eso la alegró, ella deseaba que Rin fuera feliz, merecía toda la felicidad del mundo, ahora su tristeza se llamaba Kohaku, el vizconde estaría destrozado al saber que Rin ya estaba enamorada de alguien más, es decir, ayer por la mañana se veía particularmente feliz con su hermana y quizás llegó a sentir algo y ¿quién no?, Rin era hermosa, pícara y vivaz pero con unos modales impecables y una manera de ser increíble, no podía culparlo de haber caído, pero, ¿eso dónde la dejaba a ella?. 

***** 

Boston Lyric Opera. 

Kohaku arregla las solapas de su chaqueta nervioso, Sango le observa intrigada. La señora de Mac a’ Chléirich no comprendía por qué su hermano le pidió esperar cerca de la puerta, por qué estaba tan nervioso y menos por qué su esposo lo apoyó en esa extraña idea sin chistar, ahora llevan unos diez minutos más o menos esperando el cielo sepa qué cosa, mientras los asistentes a la ópera les observan extrañados. 

Sango comprendió todo al ver un vestido de muselina color rosa y su dueña entrar por la puerta junto a un grupo de personas, los ojos de su hermano le dijeron todo en silencio, lo intuía pero no estaba tan segura como ahora; Kohaku caminó hasta el objeto de sus afectos, saludó a los caballeros, las damas, le sonrió a Lin y saludó formal a Rin, la primera se sonrojó por tal sonrisa parecida a un bonito amanecer en las montañas escocesas, la última simplemente fue muy formal. 

Libro de historias cortas sesshome y otras parejas 2 (Actualizaciones semanal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora