Libro de historias cortas sesshome y otras parejas 2 (Actualizaciones semanal)

Luminous Beauty 6

Luminous Beauty.

Yan_skyblue/sesshome.

Capítulo 6: plantar cimientos. (种植基础).

Sesshomaru permaneció junto a su esposa mientras el doctor llegaba, no podía negar que ella le preocupaba, era un ser humano después de todo; la miró envuelta en sudor y delirios aferrada a su manga como si eso le diera seguridad, esperaba que se recuperara pronto.

La sirvienta con otro cuenco nuevo de agua fría entró, dejó en sus manos el cuenco con los trapos limpios llevándose lo ya usado, él personalmente se estaba encargando de su cuidado, era lo mínimo que podía hacer, quizás todo eso era su culpa por no prestarle atención.

-Me estás causando problemas, ¿lo sabes?. - coloca un paño mojado en la frente de la mujer. -Creo que no puedo dejarte sola. - usó otro paño para secarle el rostro, cuello, clavícula hasta donde comenzaban sus pechos; se detuvo porque seguir, aunque fuera por una buena causa, no sería correcto.

El médico llegó después de un rato, Miroku había ido a caballo por él. Entraron en medio de la preocupación de los dos subordinados de la princesa enferma. La revisó, dio su diagnóstico para finalmente recetar paños fríos y algunas infusiones junto a una alimentación de gachas de arroz, aseguró estar disponible en cualquier eventualidad, se retiró.

Taisho despidió al médico más tranquilo sabiendo sólo era una fiebre, si la cuidaban bien no moriría.

-Bien - hizo un gesto a Sango y Shippo para tomar asiento en la mesa frente a la cama donde su señora dormía. -, ¿debo preguntar o lo dirán?. -

Los ojos del joven maestro hicieron a los dos interrogados estremecerse, si él quería podía castigarlos pero también estaba de por medio la integridad de su señora, si ella no autorizaba no podrían contarle nada. Bajaron la mirada apenados pero decididos en no revelar ni un detalle al respecto, Sesshomaru muy lejos de enojarse respetó el hecho decidieran cuidar de su señora aún encima de su bienestar propio, eran buenas personas, ellos no dejarían Kagome hiciera algo tonto a menos que ella misma les ordenara dejarla ser, debía interrogarla a ella entonces cuando despertara.

Aceptó el silencio, se puso de pie ordenando a la castaña cambiarle la ropa a Kagome y secarle el cuerpo, mientras, salió del aposento para supervisar si las infusiones estaban listas, Shippo fue enviado con Miroku para encargarse de otros asuntos.

Pará cuando regresó su esposa ya estaba cambiada, la sirvienta dejó la tetera con las tazas en la mesa, Taisho despachó a las dos mujeres fuera asegurando él se encargaría de ahora en más, solo ordenó tenerlas mañana por la mañana allí muy temprano con comida, medicina y cambio de ropa listo para la señora de la casa, ellas asintieron retirándose.

-Supongo que hoy no podré salir a resolver mis asuntos pendientes. - le acomodó el cabello. -Me estás causando problemas. -

Sesshomaru fue por la medicina, sostuvo a su esposa con un brazo en una buena posición mientras que con la otra mano trataba de darle la infusión, tuvo un poco de dificultades pero logró hacerla tomar el líquido algo amargo. Permaneció al lado de su princesa la tarde y la noche, solo leyendo, dándole su medicina y cambiando los paños.

En la mañana, la princesa despertó palpando algo a su lado dándose cuenta era su esposo, acostado a su lado. Sonrió, él realmente no era tan malo.

Estornudó haciéndolo despertar, se quedaron viendo un instante eterno frente a frente tan cerca, incluso sus alientos podrían mezclarse.

-Ha despertado su alteza - había un poco de amargura en su semblante. Kagome apretó los labios. -, supongo no está de más preguntar la razón de su escapada. - frunció el ceño.