#4 Mentirosos

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Nota de la autora: sé que había dicho que seguía la historia de Criando a mis hijos en la época feudal (la estoy escribiendo) pero me llego la inspiración después de ver un animé, ya saben, mi manía de darle mi propio toque a las historias, así que decidí escribir esta que realmente no sé cuántos caps tendrá, espero no se molesten 🥺🥺🥺🥺

Lo he aprovado todo... Me he sabido todas las mentiras que vienen en los libros.

-Andrés Rábago García

Shot inspirado en el animé Oreshura, (Idea principal y ciertas situaciones)

Secundaria Shikon No Tama

Día lunes, los alumnos se dirigen a sus salones con sus grupos de amigos o parejas, las clases comenzaron desde hacía dos semanas y aún se sentían enérgicos.

Salón 9-B, donde se desarrollará nuestra extraña historia.

Kagome Higurashi, llegó a su salón, como todos los días fue directamente a su asiento sin mirar o saludar a nadie, sus compañeros siempre le habían ignorado y desde primaria tenía reputación de rara, así que pasar desapercibida no era difícil, tampoco es que le importara, ella odiaba cualquier interacción con los demás y aparte de su amiga/vecina Sango, no tenía a nadie más. Tomó asiento ignorando uno que otro comentario impertinente de parte de sus compañeros, nadie entendía su actitud tan antipática. La joven se dedicó a leer un libro, era sobre anatomía y es que ser una doctora importante había sido el sueño de la joven desde que su mejor amiga recibió una lesión en la cadera que le impedía hacer deportes hacía dos años, Sango soñaba con ser atleta pero ahora estaba resignada a jamás poder competir en algún campeonato. Desde entonces la motivación de la joven era nula. Pero Kagome le prometió ser una gran cirujana, ella la curaría y podría volver a hacer lo que tanto amaba. Ambas sabían que era poco probable pero vivían colgadas de esa pequeña posibilidad.

En cuanto a relaciones amorosas... Kagome solo conocía el romance a través de sus mangas y animes shôjo y otros..., era adicta a ellos aunque jurara no creía en lo más mínimo en el amor, desde que sus padres se divorciaron porque su progenitor fue infiel, Kagome de apenas siete años aprendió una lección, el amor existía solo en el 2D.

Siguiendo con el hilo de la historia, nuestra insufrible protagonista leía en su libro concentrada en sus estudios, sin embargo la clase comenzó y debió guardarlo. La profesora entró, llamó la atención de sus alumnos, en cuanto las palabras "alumno nuevo" salieron de su boca el cerebro de Higurashi se desconectó, encontró más interesante las nubes en el cielo, parecían un escalpelo y un par de guantes, sonrió ante la idea. Todo estaba bien hasta que algo se interpuso entre su vista y las nubes, enfocó y notó era una pierna, subió hasta ver al causante de su interrupción. Era un joven, apuesto, alto, de ojos dorados y cabello plateado en una coleta, él también le estudiaba sin mayor interés hasta que finalmente se sentó en la silla de al lado, entorpeciendo para siempre su vista de aquella ventana. Resoplo molesta pero resignada.

Así se conocieron éstos dos, Kagome Higurashi, la alumna más estudiosa de la clase y Sesshomaru Taisho, el sexi extranjero.

Un mes después...

-Kagome- llamó su mejor amiga -Deja el libro por un momento, el chico guapo acaba de llegar- suspiró viendo a Taisho entrar por la puerta.

-Umhum- articulo sin siquiera poner atención a las palabras de su amiga. Las clases de verano estaban cerca y debía destacar si quería una beca competa.

Sesshomaru tomó asiento a su lado como todos los días ignorando las miradas lujuriosas de las chicas y a la vez él siendo ignorado olímpicamente por su compañera.

La observó detenidamente por un buen rato, ella era la única de la clase e incluso otras clases que no parecía perder la cabeza y hasta las bragas al verlo.

Era extenuante tener que estar rechazando sus insinuaciones, sus cartas de amor, sus confesiones directas y el sin número de regalos. Odiaba todo aquello. Volvió a concentrarse en la nerd de Higurashi. Tenía ojos de color indefinido -casi no se distinguían por el fleco- también una expresión agria que se parecía a la suya cuando tenía ganas de... apartó el pensamiento, fue a su cabello, amarrado en una coleta alta desabrida, era un desastre total, su aspecto, se notaba no conocía lo que eran los modales o al menos el arreglo. Sonrió, era perfecta para su plan pero... ¿Cómo hacerla decir sí?

Entonces lo notó, algo nuevo. Higurashi usaba el libro de historia para tapar lo que realmente hacía, escribía como una loca en una libreta negra, alzó la ceja. ¿Una otaku?

Luego de verla sonreír por primera vez cerró la libreta y se dedicó de lleno a la clase. Sesshomaru supo tenía una pista de lo que debía hacer para tenerla en sus manos, debía obtener esa libreta y por fortuna hoy habría clase de física, era la oportunidad perfecta.

Horas después...

-¿Qué es esto?- una gota de sudor bajó por su columna.

Mientras hacían ejercicios finjio una torcedura para salirse de clases, se escapó de la enfermería y entró al salón para revisar las pertenencias de Higurashi, encontró la librreta negra, desde la primera página habían cosas perturbadoras, sabía que era rara pero... esto...

La libreta tenía las palabras "Death Note" en la pasta, al leer podías ver garabatos, parecía la historia más descabellada del mundo sobre un guerrero ardiente que se enamoraba de varios magos elementales, todos eran parte de un retorcido hexágono del amor, lo peor eran las escenas cursis una tras otra peor que la anterior y las subidas de tono.

"Le metió su bara del agua por el..."

Cerró la libreta, tapó su boca. Definitivamente la tenía en sus manos pero... ¿Estaba seguro de querer tener cerca a una otaku amante de yaoi?

Tragó, si jugaba bien sus cartas podría hacer que no terminara shipeandolo con algún hombre y podría quitarse de encima a las molestas chicas calenturientas. Bien valía la pena.

Se fue del salón con su carta bajo el brazo.

El grupo regresó al salón a tiempo para la hora de salida, cada quien tomó sus cosas y se fue.

El grito de Kagome fue escuchado en todo el barrio al darse cuenta su libreta no estaba. Buscó como loca, su habitación se convirtió en zona de guerra hasta que su celular sonó, tenía un mensaje nuevo.

-Si quieres tu libreta del mal de nuevo nos vemos en la biblioteca mañana antes de clases-

Kagome tembló, si alguien lo veía su reputación de apática se vendría abajo.

Tragó saliva.

Día siguiente...

Eran las 6:35 en el reloj, Kagome esperaba pacientemente a quien estaba chantajeandola, hasta ver la silueta de quien menos esperó, era nada más y nada menos que Sesshomaru Taisho, el adonis engreido, torció la boca pero los colores se le fueron de la cara al verlo alzar su libreta con la mano derecha y sonreír cínicamente.

-Seré directo- dijo en tono monótono -Quiero que te hagas pasar por mi novia si no quieres que el contenido de ésta cosa termine en internet...

Kagome sintió u escalofrío recorrerle la espina dorsal. ¿Y ahora qué?

Continuará...

Espero les haya gustado 😊😊😊

Nos vemos en el próximo episodio chicas 💙💙💙

Libro de historias cortas sesshome y otras parejas 2 (Actualizaciones semanal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora