CAPÍTULO XVII
Inuyasha, como era de esperarse, no recordaba haber tratado de ultrajar a su cuñada, simplemente asumió el gran moretón en su quijada era por otra pelea ebrio, desayunó solo y se marchó sin decir una palabra. Sesshomaru decidió haber tenido suficiente de Londres y su mal nacido hermano, terminaron las compras y, contra todo pronóstico -Por el estado de Inu No- viajó junto a su esposa, su prima y sus padres directo a Mannor House para alejarse de Inuyasha, Koga y Naomi.
La fiesta estaba a la vuelta de la esquina, Kagome y las mujeres Taisho organizan todo para que esté hermoso e impecable, por fortuna la joven contaba con la ayuda y buen gusto de Irasue, eso la aliviaba. Inu no Taisho jamás se sintió tan bien en su vida, ni mejor atendido, su nuera, sobrina y esposa se encargaban de mimarlo y hasta Sesshomaru estaba más atento y pendiente de él, sabía que un buen matrimonio le sentaría bien a su hijo.
—¿Enviaste todas las invitaciones?.— preguntó Rin entrando al despacho viendo a su cuñada con una carta y un sobre en las manos.
—Sí hace semanas, estoy leyendo una carta del párroco Hojo, dice que gracias al donativo anterior arreglaron las paredes y compraron camas nuevas.— menciona alegre de poder ayudar.
—Eres un ángel. — dijo su esposo entrando también, fue hasta ella para darle un beso en la frente.
Kagome se sonrojó por la presencia de Rin, Las muestras de cariño frente a otra persona le ponían nerviosa; cambió de tema hablando a Sesshomaru sobre la carta que recibió de parte de Kikyo. Para esas alturas, Naraku les había hecho saber los acontecimientos de su "matrimonio" por medio de una misiva, aunque el tema de la verdadera paternidad de la criatura fue aclarado por parte de Kagome, Sesshomaru se puso furioso en el momento, iba a buscar a su hermano para obligarlo a cumplir o batirse en duelo, lo que saliera... pero Kagome le convenció que Naraku parecía estar contento con la idea de casarse y Kikyo aseguraba quererle con locura, así que para no arruinar la felicidad de los prometidos, Sesshomaru se tragó su rabia y lo aceptó, pero aseguró no deseaba volver a ver la maldita cara de su hermano en su vida, no le mencionó nada a sus padres evitando un disgusto a ambos, sabía la decepción sería peor que si se hubieran roto todos los huesos enredado en una pelea en algún burdel de mala muerte, ¡había deshonrado a una señorita respetable!. Solo pensar en todo el caso ambos se asqueban, por fortuna las cosas estaban bien para ella gracias a Naraku y su gran corazón.
—¿Estás lista para mañana querida?.— preguntó el caballero.
Rin sintió que sobraba, se retiró riendo por lo melosos que se habían vuelto esos dos, quién creería, hacía poco no podían ni verse. Definitivamente Sesshomaru lo estaba haciendo bien.
Kagome asintió perdida en los ojos dorados de su esposo, él sonrió y dijo iría a la boutique de Yura para recoger el vestido que usaría su damita en el baile mañana, ella le deseó buen viaje y pidió que encargara seis ramos más de narcisos y otras dos de rosas, su esposo le besó los labios mordiendole el labio inferior lo suficiente para hacerla soltar un gemido, él se fue no sin antes prometerle que esa noche lo volverían a intentar.
Sabía a lo que se refería y eso la hizo sonrojarse hasta el cuello, de repente necesitaba su abanico para darse aire, Sesshomaru podría ser un caballero recto y honorable pero en la intimidad de pareja a veces era un poco atrevido. Él hablaba de intentar consumar finalmente el matrimonio, no habían podido puesto que ella era demasiado "estrecha", al menos fue eso lo que dijo su esposo cuando intentó meter dos dedos en su vagina con resultados poco favorables, pero Taisho no era un ignorante en estos temas y tampoco se rendía; había estado practicando cada noche para poco a poco, preparar a su esposa para lo que seguía. Hasta ahora lograron entraran dos dedos sin ningún problema, él dijo que faltaban dos más si quería que su miembro entrara en ella, eso la hizo abrir los ojos impactada preguntándose cómo sería lo que tenía su esposo entre las piernas, sabía era grande porque había palpado sobre sus pantalones en un arranque de curiosidad pero no esperaba las palabras "se hace más grande querida" dichas con sorna. Entonces aquí estaban, caminando un escalón a la vez para llegar finalmente a la consumación final, aunque ella no tenía prisa alguna, le gustaba ser mimada por su esposo. Soltó un suspiro y casi se le aflojan las piernas pero escuchó un carruaje, corrió a la ventana para ver de quién se trataba, era Hakudoshi Kagewaki quien aparentemente viajaba solo, corrió a la entrada para recibirlo, además quería ver la cara de la pequeña Rin, eso sería épico.
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Libro de historias cortas sesshome y otras parejas 2 (Actualizaciones semanal)
Randomoficialmente estamos de vuelta ^-^ ACTALIZACIONES LENTAS