Tu reputación 3

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CAPÍTULO III

< -¡Serás infeliz a su lado.!- gritó Koga fuera de sí.

Kagome apretó su faldón, ¿qué debería decir? No estaba en sus manos detener esa boda, si huía, ¿qué destino le esperaba sin dinero o alguna luz para seguir su vida? Lastimosamente para las mujeres era muy limitado el mundo.

-Si no lo hago seré repudiada...- contestó nerviosa.

-Si lo haces te arrepentirás para siempre. - se agacha y le toma las manos. -Eres como una hermana para mí, necesito que entiendas, para Sesshomaru serás como un mueble más en su casa.-

-Si rompo el compromiso, ¿dónde debería ir?, ¿qué voy a hacer?, ¿de qué voy a vivir?- apartó sus manos lentamente. -¿Te casarías tú conmigo.?- preguntó ya sabiendo la respuesta.

Koga enmudeció y se alejó de ella, estaba ensimismado en sus pensamientos. No podría ayudarla ya que aún no se hacía cargo del dinero realmente, debía rendir cuentas a su padre y no deseaba romper con Ayame para casarse con Kagome, ella era prácticamente su hermana...

-Eres muy egoísta Koga, no seguiré escuchándote. - lanzó tajante. -Me casaré con Sesshomaru y que sea lo que Dios quiera, igual no podría ser peor que vivir como la solterona mantenida por mis hermanos. -

-Kag... por favor....-

-Vete.-

Todo estaba dicho, su frágil corazón se partió y la única esperanza era que el hombre con el cual uniría su vida para siempre al menos le tratara como a un ser humano importante. >

***********
Presente

Contra viento y marea, a pesar de las amenazas de Koga, los consejos dados a su amiga y las ganas de su madre de meter a Kikyo en su lugar... El día de la boda llegó.

No estaba soleado y tampoco brillaba como se supone debía ser, era un día gris lleno de malos presagios; Kagome no había dormido en toda la noche y casi lanza un grito al ver su aspecto famélico frente al espejo, no habría poder humano que la hiciera ver un poco mejor.

Tomó asiento derrotada en el taburete a esperar a las doncellas, debían comenzar a prepararle para el gran día.

Primero un baño, la ayudaron a ponerse la ropa interior, el corsé, las medias y enaguas, el armazón del vestido y finalmente lo más esperado.

El vestido era de color rosa pastel muy pálido, largo; hecho de muselina, tenía varios chongos y volados que le hacían ver recargado; usualmente las chicas pueden arriesgar por llevar las mangas por los hombros pero la madre de Kagome decidió era mejor un modelo más austero, por tanto, el vestido tenía un cuello de tortuga con botones color rosa y mangas cerradas llenas de chongos.

El peinado fue lo más estrambótico que Naomi pudo imaginarse para que su querida hija se viera lo más ridícula posible, colocaron plumas y perlas por doquier en el elevado recogido dejando escapar varios mechones.

El maquillaje fue exagerado a propósito.

Kagome casi se muere al verse, ¡estaba horrible.! -más de lo acostumbrado.- y parecía alguna aparición circense, casi lloró de vergüenza pero no podía protestar en lo absoluto.

Salió de su habitación oliendo a una infinidad de menjurjes y pareciendo una explosión rosa de lazos, listones, plumas y telas; Kikyo en cambio estaba elegante y divina, usaba un atrevido vestido que dejaba al descubierto sus hombros de color dorado el cual la hacía ver radiante. Kagome supo que su madre guardaba la esperanza que a último momento el novio se arrepintiera y huyera junto a la mayor, quizás era lo mejor... repudiada y en el exilio quizás la dejarían en paz vivir a su modo como la salvaje que todos pensaban era con alguna mísera pensión para no morir, es decir, si la boda se cancelaba por otro medio que no fuera su culpa estaría más a salvo.

Libro de historias cortas sesshome y otras parejas 2 (Actualizaciones semanal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora