Libro de historias cortas sesshome y otras parejas 2 (Actualizaciones semanal)

#2 Época actual

Dedicada a @NoeMar1980

Espero la disfruten

¿Amar?

Nadie dijo que por amar debes renunciar a tu identidad y, si es así, se equivoca.

Walter Riso.

Nota de la escritora. He leído varias historias de amor, algunas con final feliz y otras no. He visto muchas películas y telenovelas donde el tema principal es el amor. No diré que no las disfruté porque mentiría descaradamente, ame cada una de ellas, es más, me conmovi hasta las lágrimas con alguna que otra y también me hicieron reír a carcajadas. Pero de tantas historias de amor, cabe destacar, que muy pocas tocan el tema distintinto al de la eterna mujer sacrificada que desea salvar al hombre con el sin fin de problemas y que la hiere y rechaza a lo largo de la historia, luego sucede algo que los une -casi siempre es un cambio en el aspecto físico de la joven- para él centrar su atención en ella. Comienzan a salir y entenderse hasta qué, otra mujer -también enamorada de él mismo hombre- arma un plan para separarlos o simplemente y sin ayuda de nadie el hombre la caga bien cagada. Nuestros corazones empequeñecen al ver el sufrimiento de la protagonista que casi siempre tiene un amigo Frenzoneado -que para las poco románticas como yo debería ser más bien el que gane su corazón, ojo, hay algunas historias en las que sí sucede así- el cual le ayuda en su momento difícil hasta que el tipo guapo pero idiota hace un gran gesto de amor y se gana a la chica. Allí termina todo, ése es el final feliz, pero... ¿Qué pasa después? ¿Qué sigue luego?

Quisiera presentarles un escenario donde según mi alocada mente se continúa la historia de amor, donde veremos si son realmente felices y donde podrán comprender mejor mi punto de vista.

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Ya las lucecillas estaban apagadas, los globos desinflados, los pequeños corazones rojos pegados en la pared de la sala hogareña perdieron su color y...

La vida se volvía cada vez más monótona.

Kagome, sentada en el sofá, contempla la habitación, los muebles sin sus amigos riendo y festejando, la televisión apagada ya no reflejaba la película de sus mejores recuerdos, la ventana ya no resplandecia con aquellas cortinas nuevas de corazones diminutos -bastante infantil y cursi pero un detalle que en su momento le enternecio- el rincón donde Inuyasha la esperó con dos copas de vino y un hermoso y ensayando discurso acerca del amor y tantas cosas más estaba desolado.

Ya no había nada de aquello, no quedaba nada. Solo ella, sus recuerdos, sus remordimientos y claro, su arrepentimiento que cada día pesaba más y más.

Inuyasha...

Cuánto lo amaba...

Dios sabía que lo amaba y

Sin embargo...

》Ya no soportaba vivir a su lado

Inuyasha era bueno para hacer los mejores y enormes detalles románticos aunque él mismo careciera de amor. Era bueno para hablar con palabras bonitas aunque no las sintiera. Era bueno para engañar, tan bueno que su propio corazón se engañaba igual. Inuyasha no sabía a quién quería en esos días mozos de universitario alocado.

No sabía si amaba a la joven Kagome, la abnegada estudiante de pediatría, la chica obsesionada con el amor y todas esas cursilerías, la chica dulce y sincera, la sacrificada, la incauta, la que todo lo podía, lo soportaba y lo perdonaba por "amor"

No sabía si amaba a Tsubaky, la licenciada en derecho penal, la mujer fiera en todo, hasta en la cama pero que no era capaz de entregar nada más allá de su cuerpo.

Los tres se vieron envueltos en un triángulo amoroso de ésos que Kagome veía en las telenovelas Mexicanas de Televisa de las que su madre era una ferviente espectadora.

Fue un tormento pasar por esa incertidumbre, por esos días tumultuosos y oscuros. Aveces sentía que estaba mal, que luchar por el amor de un hombre no era correcto. Pero la protagonista debe ser perseverante, al final sería recompensada con un bonito amor. Mientras tanto, Inuyasha no sabía a quién quería y daba paso a escenas de celos, espectáculos -Como en el restaurante donde Kagome trabajaba medio tiempo y descubrió a su novio con Tsubaky  muy acaramelados, ella le reclamó y le lanzó la jarra de jugo encima- y sobre todo lágrimas, muchas lágrimas.

Pero el galán siempre pedía perdón, daba explicaciones convincentes, le prometía una y mil cosas y ella, como buena protagonista sufrida y abnegada, creía en su amor, creía que cambiaría por ella, que lo suyo era algo grande y podría con todo.

Hasta que un mensaje de parte de su enemiga en amores le citó a un hotel.

Allí estaba nuestra pobre chica, con el corazón destrozado y las lagrimas empañandole la vista. Su chico con Tsubaky, juntos, en la cama, desnudos. No necesitó más y se marchó.

Ahora, el amigo incondicional -en éste caso Koga, su compañero en la facultad- le brindó su hombro, le hizo su dolor más pasadero, pero ella seguía amando a Inuyasha.

Así que cuando él le pidió "hablar" para realmente ir con ella a la casa que compró para ambos, le explicó el plan de la arpía Tsubaky y al abrir la puerta sus amigos esperaban adentro con champán, globos, luces de colores, adornos de corazones, una película con las fotos de Inuyasha y suyas juntos, las bellas cortinas de corazoncitos, y él, parado en una esquina ya con dos copas y su reluciente sonrisa...

》Olvidó todo el sufrimiento que pasó por causa de su debilidad.

Lo abrazó feliz.

Él le pidió matrimonio.

Ella aceptó.

Y ahora, tres años y un aborto espontáneo después...

Se arrepentía...

Cerró los ojos suspirando.

》Cuando te arrepientes de algo ya no hay marcha atrás. Es hora de cortar con aquello que te hace infeliz.

Kagome lo sabía.

Solamente una persona entre todos sus allegados también lo supo, supo que ella se arrepentiría.

-Sesshomaru- susurró con desazón.

Él le advirtió que su hermano menor era una persona sin anhelos o metas, incapaz de comprenderse a sí mismo y a los demás, le dijo que él no sabía amar porque nunca conoció el concepto de lo que es el verdadero amor. Inuyasha era una persona insegura, dependiente y sobre todo, indecisa. Jamás podrían ser felices porque el amor que ella le brindaba no era lo que su hermano necesitaba.

Así de simple.

Ahora lo entendía.

Ahora comprendía por que su esposo llegó con lápiz labial en la solapa de su chaqueta, por que de sus salidas tarde justificandolas como "Trabajo extra"
Entendía por que estaba irritable con ella y le culpaba de todo.

Ahora todo tenía sentido.

-Tenias razón Sesshomaru- al fin, lo dijo. Su cuñado tenía, toda la razón y... le pesó.

Continuará.....

Espero disfrutaran de cap

Decidí dividirlo en más partes puesto que se extendió más de lo que deseaba 😅

Nos vemos en el siguiente 🥰