Parte 4

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"Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad"

-Joseph Goebbels.

-Yo te besé primero- se acercó más a su rostro -Eres mía

La besó de nuevo, más intenso y más demandante, Higurashi simplemente se dejó llevar por el beso, no hubiera podido negarse anque quisiera.

Aquel contacto de sus labios fue el segundo pero mejor que el primero.

-Abre la boca Higurashi- ordenó casi suplicante, deseaba explorar más los placeres ella podía darle. Llamenlo egoísta pero así era, quería todo de ella.

Se dejó llevar por el momento, abrió la boca dejándolo entrar en su mundo y experimentando en de él.

Le exploró, usó su lengua en modos que ella jamás imaginó.

Taisho debía finalmente saber el gran misterio que Higurashi ocultaba bajo esa ropa holgada, llevó su temblorosa mano al pecho derecho y apretó suavemente, escuchó un gemido y casi pierde el control. Pero no sería prudente continuar o ella notaría algo en sus pantalones.

Se separaron lentamente extrañando el sabor de sus bocas. El silencio reinó por unos segundos interminables, finalmente fue Kagome quien habló pidiendo la dejara revisar la cocina, él se apartó. Miró su mano, sonrió.

-34 B- dijo seguro de sus cálculos, además descubrió que en casa, su novia falsa no usaba sostén.

En la cocina Kagome soplaba con sus manos su enrojecido rostro pero era inútil, ¡Maldito y sensual Sesshomaru! Ya no solo le había robado su primer beso si no que se atrevió a tocarla, ¡A tocarle el pecho...!

¿Habrá sentido que no llevaba sujetador?

Enrojecio aún más. ¡Mierda!

Ahora se preguntaba si no era mejor que todos descubrieran sus alucinaciones fetichistas a estar al lado de ese peligro andante. La madre de Sesshomaru debió enseñarle a no tentar a las mujeres...

Se mordió el labio, no sabía cómo sentirse al respecto.
Furiosa por su atrevimiento o feliz de que, al menos, su primera experiencia al respecto fuera con alguie más o menos pasable, amargado pero podría presumir era guapo. Se le escapó una risita.

La puerta de la entrada se abrió, la madre de Kagome entró como todos los días, sumamente cansada, fue directamente a la cocina donde sabía debía estar su hija, ignorando por completo al joven sentado en el sofá.

《Parece que soy invisible para las mujeres de esta familia 》pensó molesto.

La recibió un delicioso olor a estofado, se llenó las fosas nasales, Sesshomaru entró a la cocina llamando la atención de la madre Higurashi. Miró al apuesto joven y a su hija buscando una explicación de su presencia en la casa porque su cerebro no comprendía.

-Señora Higurashi- dijo solemnemente -Soy Sesshomaru Taisho, el novio formal de su hija, vine a pedir su permiso- la voz, el tono, su lenguaje corporal, todo era perfecto y formal.

El silencio reinó, Naomi procesaba lo dicho por ése muchacho, se le quedó viendo como a un experimento de laboratorio, se le veía confundida.

-¿Con qué estás extorsionando a mi hija?- preguntó serena -¿O es ella quién lo hace?

Ambos se impactaron, Taisho sobre todo, no estaba acostumbrado su seriedad y su palabra fuera puesta en duda, casi pierde su postura de siempre. Kagome quería encontrar las salidas más cercanas para huir, si su madre lo descubría arderia el mundo.

Libro de historias cortas sesshome y otras parejas 2 (Actualizaciones semanal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora