De mi realidad a la tuya

Sí, a mi novia

NARRA CEDRIC 

Voy caminando al lugar donde quedé de encontrarme con Diane. Al llegar veo que no hay nadie, pero luego alguien cubre mis ojos.

-Buscabas a alguien?- pregunta.

-Si, a mi novia.- contesto girándome.

Al darme la vuelta la veo parada frente a mí con una sonrisa de oreja a oreja, su cabello juega con el viento amarrado en la coleta de siempre.

-Te extrañé.- dice abrazándome.

La envuelvo entre mis brazos y aspiro su aroma, canela, jazmines y coco.

-Vamos?- pregunta separándose de mí.

-Pero antes...- digo y pego mis labios a los suyos, me corresponde al instante. 

El sabor de sus labios me llena de inmediato y al separarnos me sonríe con las mejillas rosadas.

-Ahora si, pero a dónde?- pregunto.

-Agachate un poquito.- me pide.

Me arrodillo frente a ella y se ríe. Se pone detrás de mí y me cubre los ojos con una venda.

-Listo, vamos.- dice ayudándome a ponerme de pie y me comienza a guiar.

Caminamos por un rato y cuando me detiene siento un aroma a comida. 

-Puedes quitarte la venda- indica.

Cuando lo hago veo frente a mí un picnic a la sombra de un árbol, hay galletas, fresas con chocolate y helado.

-Te gusta?- pregunta.

-Me encanta.- afirmo. 

Entre besos y risas disfrutamos de nuestro pequeño picnic.

-Te quiero Cedric.- me dice.

-Y yo a ti, Diane.- afirmo.

Seguimos comiendo hasta que me recuesto. Extiendo mi brazo y ella se acomoda junto a mí.

-Lista para tu primer partido?- pregunto recordando que mañana juega contra Ravenclaw.

-Por supuesto, Oliver hace un gran trabajo en los entrenamientos, nos exige mucho y gracias a eso estamos totalmente preparados.- asegura. 

-Ya no te llevas tanto con él, no?- cuestiono.

Desde el día que invité a salir a Diane por primera vez, noté que no la ve solamente como su amiga. 

-Claro, solo que con las tareas, los entrenamientos y todo, aparte que ahora intento pasar más tiempo contigo y él con... con sus ligues. Entonces casi no tenemos tiempo para convivir, pero sigue siendo importante para mí.- contesta mientras dibuja pequeños círculos con el dedo sobre mi pecho.

-Claro...- digo.

Empieza a oscurecer y desaparece lo poco que queda del picnic.

-Nos vamos?- pregunto tendiéndole la mano.

Asiente tomando mi mano y la acerco para darle otro beso antes de volver.