De mi realidad a la tuya

No llores

NARRA DIANE 

Voy caminando deprisa por los pasillos, veo a Oliver a lo lejos y camino aún más rápido hasta entrar a la sala común, subo corriendo las escaleras y entro a mi habitación, cierro la puerta con seguro y me recargo en la puerta.

-No llores.- me ordeno. 

Cierro los ojos e intento normalizar mi respiración. Al haberme calmado entro al baño de la habitación y me lavo el dorso de la mano, el agua desciende teñida de rojo por la sangre, me muerdo el labio para evitar llorar y luego me envuelvo el dorso de la mano con una toalla pequeña.

Salgo a recostarme sobre la cama, intento concentrarme en mi respiración para calmarla, poco a poco voy sintiendo los párpados pesados y caigo en un profundo sueño.

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-Déjame dormir.- me quejo.

-Diane, debemos ir con Dumbledore por el horrocrux.- dice Harry.

Me pongo de pie y lo miro extrañada ¿Cómo entró a mi habitación? Me dirijo a dónde guardo la ropa y rebusco entre todo, un guante sin dedos, me lo coloco en la mano herida y hago una mueca al rozar esa zona. 

-De dónde lo sacaste?- me pregunta.

-Lo compré en vacaciones.- explico y asiente.

Salimos a escondidas de mi habitación y nos dirigimos a buscar a Dumbledore, cuando éste nos tiende su mano hago una mueca, sé lo que viene, la tomo y en cuestión de segundos aparecemos en otro lugar. En una vieja cueva.

-Espere!- digo.

Me miran confundidos y me quito el guante, me presiono la herida y me quejo en el proceso, esparzo mi sangre y podemos pasar.

-Qué te paso?- me pregunta Dumbledore preocupado, sin lograr visualizar lo que dice por la sangre. 

-Me caí y me raspé.- miento.

El asiente no muy convencido.

Harry y él sacan el pequeño barco y logramos llegar al otro lado.

-Debo beber hasta la última gota.- indica Dumbledore luego de decirnos que hacer.

Harry hace que Dumbledore beba toda la poción, mientras yo tomo su mano y reparto caricias en ella.

-Agua.- pide Dumbledore al terminar.

-Es imposible tomarla de ahí.- le indico a Harry  cuando intenta tomarla de donde anteriormente estaba la poción, luego de sacar el guardapelo.

Tomo mi bolso para sacar una botella de agua, pero al  reaccionar caigo en la cuenta de que olvidé algo, al levantar la mirada es demasiado tarde, Harry ha alterado el agua del lago y millones de Inferis surgen del fondo.

-Harry!!-grito y se acerca a nosotros.

Le tiendo la botella a Dumbledore y lo ayudo a beber, mientras Harry intenta alejarlos.

Al verlos cada vez más cerca de nosotros me pongo de pie y extiendo mis manos en un fugaz movimiento, intentando alejarlos, un grito sale de mi garganta: ¡ALTO!

De un momento a otro, el lago y los inferis se congelan. Se convierten en hielo. Observo mis manos sorprendida y sin entender.

-Qué fue lo que sucedió?- le pregunto asustada a Dumbledore.