Volví

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Abro mis ojos lentamente, veo a Oliver dormido a mi lado y un suspiro escapa de mis labios.

Al menos tuve la suerte de conocerte...

Acaricio su cabello desordenado, su rostro y me detengo en sus labios. Lo beso suavemente sin querer despertarlo.

-Te amo... y lo haré siempre.- confieso con un nudo en la garganta.

Intento levantarme y aprieta su agarre en mi cintura.

-A dónde vas?- me pregunta adormilado.

-Quiero ir al baño... a menos que quieras cambiar las sábanas, déjame ir.- miento.

-Vuelve pronto...- dice soltándome y volviendo a dormir.

Tomo mi bolso y la puerta se abre, veo entrar a Draco con una mirada melancólica. Se acerca a mí y toma mi bolso.

-Estás lista?- pregunta susurrando.

Solo logro asentir.

Me acerco a la cama y Oliver sigue dormido. Tomo mi varita apuntándole.

-Oblivia...- intento pero Draco me quita la varita.

Lo veo confundida y niega con los ojos cristalizados.

-Vamos.- ordena.

Me alejo de Oliver y salgo de mi habitación sin mirar atrás. Al salir de la sala común veo al profesor Dumbledore.

-Estás lista?- pregunta.

-Es tiempo...- alcanzo a decir.

-Ya sabe lo que les dirá, no?- pregunta Draco.

-Si, tus padres ya están avisados.- anuncia.- Cuídate pequeña.- me dice y me abraza.

Draco y yo salimos de Hogwarts, caminamos por un largo trayecto hasta llegar a una cabaña. Aquí es. Dumbledore la hizo para que pasáramos aquí el tiempo antes de mi partida.

Draco me hace pasar y me siento en un sofá.

-Por qué no me dejaste hacerlo?- le pregunto cuando se sienta junto a mí.

-Porque no se lo merece... ni tú.- contesta.

-Sería más fácil... Como si jamás hubiera existido.- contesto y empiezo a llorar.

-Posiblemente... pero ni  tú ni él se merecen que los recuerdos sobre la persona que aman se les arrebaten.- dice abrazándome.

-Tú estarás bien?- pregunto.

-Te voy a extrañar... pero nuestra amistad durará por siempre. No?

Asiento y me limpio las lágrimas.

-Cuando tenga hijos, les contaré de lo loca que estaba su tía... al punto de viajar entre realidades solo para llegar aquí.- asegura.

Río y lo abrazo más.

-Tengo miedo...- admito.

-Lo sé, pulga. Pero, vamos! Eres Diane! Eres más fuerte y valiente que nadie. Aparte, yo siempre estaré aquí.- menciona poniendo una mano sobre mi pecho. Justo donde mi corazón.

-Al final no estaremos tan lejos, veremos la misma luna...

-Así es... cada vez que nos sintamos solos... solo debemos ver la luna, es la misma que ve el otro.- añade.

Comenzamos a hablar de temas al azar, le cuento mis travesuras de niña, mis sueños y... lo que vi en el pensadero.

-Estaría orgulloso de ti... muchísimo.- asegura.

Asiento y veo mi bolso. Me levanto y lo tomo, luego vuelvo a sentarme junto a él.

-Quiero que lo regreses a Hogwarts. Dentro hay... cosas para los chicos. Podrías dárselas al volver?- pido y asiente.- lo de Oliver... está en este apartado de aquí- indico señalando una bolsa más pequeña.- dásela lejos de los demás. Y la tuya es esta.- digo dándole una carta.

-Gracias...

Me quito el collar que me dio y se lo entrego.

-Cuídalo por mí, ok?- pido.

-No quiero perderte.- suelta empezando a llorar.

-Jamás lo harás. Estaré siempre aquí.- digo señalando su pecho. Como él lo hizo anteriormente.

Entre lágrimas y abrazos, nos quedamos dormidos. 

Mi respiración es lenta, y empiezo a sentir como algo roza mi dedo.

-Te felicito.- dice mamá abrazándome.

Al girar, tengo la laptop frente a mí y la directora comienza a felicitarme.

Es mi graduación... volví.

Sonrío como puedo y luego mamá y yo tomamos asiento. Ya no hay vuelta atrás.

De mi realidad a la tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora