Qué haces, Weasley?

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-Bailas conmigo?- pregunta Oliver.

-Me encantaría, pero primero iré a cambiarme de zapatos, sino terminaré muerta.- exclamo.

Me toma en brazos y empiezo a reír mientras sube los escalones, al llegar a mi antigua habitación ya no hay nada mío.

-Y tus cosas?- pregunta preocupado.

-En mi nueva habitación, de seguro. Un regalo de Dumbledore.- explico y le señalo donde es.

Al llegar me baja y le doy las gracias, entramos y busco mis zapatillas negras, voy caminando a mi cama para sentarme cuando tropiezo. No llego a tocar el suelo ya que Oliver es más rápido y me atrapa. Me ayuda a enderezarme pero quedamos muy cerca, bajo mi mirada a sus labios y me muerdo el labio inferior.

-Qué haces, Weasley?- pregunta dándome una sonrisa de medio lado.

Subo mi mirada a sus ojos y sonrío de forma coqueta.- de qué hablas?- pregunto acercándome más.

Actúa tan rápido que apenas me da tiempo a responder, y al reaccionar me encuentro pegada a la pared, con Oliver frente a mí, tiene una mano en la pared y la otra en mi cadera. Me mira como pidiendo permiso y asiento, pega sus labios a los míos y le continúo el beso. El beso se empieza a intensificar y...

Wow, Oliver no besa nada mal. Sus labios comienzan a bajar y reparte besos en mi cuello, dejando algunas suaves mordidas y succionando en algunos rincones. Se separa de mí de golpe y lo miro confundida.

-Esto está mal, no quiero herirte...- dice.

-Herirme?- pregunto sin entender. Luego capto, los rumores que me han dicho mis hermanos... y bueno. Yo no he estado con nadie, ni aquí ni en mi vida anterior.

-Soy hombre, los hombres tenemos dos cabezas y es complicado controlar ambas al mismo tiempo.- explica haciéndome reír.

Intenta irse pero lo detengo tomándolo del brazo, me mira a los ojos y suspira.- estás segura de esto? Quieres hacerlo conmigo?- pregunta y asiento haciendo que sonría.

Se acerca y me toma de la cintura besándome de nuevo, haciendo que mi piel se erice en el proceso, sus manos recorren mi cuerpo y mi falda cae al piso cuando termino de quitarle la camisa. Me retiro el crop top y él hace lo mismo con su pantalón.

Siento el calor subir por mis mejillas cuando me observa de pies a cabeza.

-Lindas piernas, se ve que el quidditch hace maravillas.- halaga.

-Deberíamos entrenar un día juntos.- propongo coqueta.

Me toma por la cintura pegándome de nuevo a él, devuelve sus labios a mi cuello y me toma fuerte de la cintura presionándome contra su cuerpo. Siento algo chocar contra mi vientre y mi cuerpo reacciona. Me besa y va guiándome hasta dejarme caer suavemente sobre la cama, baja y va repartiendo besos sobre mis pechos mientras sus manos recorren mi cuerpo.

-Oliver, espera.- digo.

-Lo siento.- dice separándose de mí.- Lo siento, yo...- y comienza a tomar su ropa.

-No, Oliver. La puerta, ciérrala.- digo señalándola.

-Cierto, lo siento. No me había fijado.- se disculpa y toma su varita. Le coloca seguro a la puerta e insonoriza la habitación.

Terminamos de despojarnos de las prendas que quedan.

-Dos cosas... Hay preservativos en la sala común, quieres que me coloque uno?- pregunta.

-Qué debo hacer?- pregunto avergonzada y me sonríe tiernamente.

-Abre tus piernas.- pide y lo hago. Comienza a pasar la mano por mi parte baja y me arqueo en el proceso. Acerca su boca y comienza a hacer maravillas con su lengua haciéndome gemir de placer.

Se detiene y me da una sonrisa de medio lado esperando una respuesta.

-Con respecto a la segunda, no es necesario que uses sino quieres. Y lo primero, cómo rayos sabes eso?- respondo.

Oliver retoma lo que estaba haciendo minutos antes y me arqueo tomando fuerte el cobertor de mi cama.

-Se siente bien, no es así?- me pregunta y solo asiento.

Introduce dos dedos y empieza a estimularme.

-Oliver.- gimo.

-Vente para mí, Weasley.- pide aumentando el ritmo.

Se coloca entre mis piernas y se acerca a mi oído.- yo no he terminado, esto recién empieza.- susurra.

Vuelve a besarme y va dejando marcas por mi cuerpo, muerde el lóbulo de mi oreja y suspiro. Con un movimiento rápido, me gira y quedo apoyándome en la cama con las rodillas y las manos. Acerca su miembro a mi intimidad y me penetra suavemente.

-Por Merlín, Oliver.- gimo.

El dolor comienza a ser sustituido por el placer y él comienza a moverse dentro de mí lentamente. Lo escucho soltar un varonil gemido pero al girar a verlo, noto en su expresión que se siente algo incómodo, lo está haciendo lenta y delicadamente para no lastimarme.

-Hey.- lo llamo y me mira.- No soy de cristal, no me vas a romper.- sonrío. Me mira de forma pícara.

Sus movimientos aumentan y empuja mis caderas hacia su cuerpo, mientras con una mano estimula mi clítoris haciéndome llegar al clímax.

-Necesito tu ayuda.- dice saliendo de mí. Volteo y lo miro confundida.

-Me puedes explicar?- pido.

-Claro, abre tu hermosa boca para mí.- pide.- solo no muerdas.- indica haciéndome reír.

Acaricia mi rostro mientras lo hago y luego toma mi mano guiándola a su enorme miembro, comienzo a repartir caricias y suelta gemidos varoniles mientras lo hago, comienzo a sentir un bombeo dentro de mis mejillas y sus fluidos caen sobre mi boca y mi pecho.

Me ayuda a pararme y comienza a limpiarme.

-De verdad, Oliver?- pregunto riendo.

-Tú lo provocaste.- contesta.

Se acuesta en mi cama y lo veo.

-Claro, puedes dormir aquí.- digo sarcástica.

-No dormiré aquí a menos que tú me lo pidas.- dice y se pone de pie, colocándose frente a mí.- Aunque podríamos dar un segundo round, ya sabes... la despedida.

Lo guío de espaldas a la cama, me da una mirada cargada de confusión y lo tiro a la cama sentándome sobre él.

-Yo no quiero abajo, yo soy el dominante aquí.- exclama.

Comienzo a moverme sobre él y cierra los ojos.- qué decías?

-Joder, Diane.- gime. Me toma de las caderas y me eleva para introducirse dentro de mí.

Comienzo a moverme y coloco sus manos a los lados de su cabeza, aumentando mis movimientos. Bendito, wattpad. Gracias por la enseñanza.

Luego de un rato ambos terminamos. Oliver me acomoda a su lado mientras nuestras respiraciones vuelven a la normalidad.

-Oliver, cómo supiste lo de los condones?- pregunto girándome en su dirección.

-Bueno, no hay que hacernos a la idea de que soy todo un santo.- contesta y ambos reímos.

-Pensé que solo era un rumor de mis hermanos, que nadie había comprobado... hasta ahora.- suelto.- si le dices a alguien, te mato.

-No te preocupes, soy un caballero y sé guardar ese tipo de cosas.- contesta.

Lo sé, normalmente mis hermanos han dicho que las chicas son las que corren el rumor.

Entra al baño de la habitación a darse una ducha y cambio la ropa de cama, sale y es mi turno de ducharme pero me detengo en la puerta.

-Seguirás aquí cuando salga?- pregunto y asiente.

De mi realidad a la tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora