NO DE NUEVO

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NARRA OLIVER

-NO DE NUEVO!- grita Diane a mi lado haciendo que me despierte preocupado. 

-Qué sucede??- le pregunto preocupado.

Su respiración está acelerada y me acerco a ella.

-Sigo aquí...- la escucho susurrar. 

-Diane, qué pasa??- vuelvo a preguntar. 

Voltea dándose cuenta de mi presencia y niega.- solo fue una pesadilla.- contesta.

La atraigo hacia mí, envolviéndola entre mis brazos. Nos recostamos de nuevo en la cama y acaricio su cabello. Eleva su rostro y su mirada se encuentra con la mía. Beso su frente y la pego más a mí, como si de esa forma pudiera entrar en mi pecho, para que nadie vuelva a hacerle daño. 

Siento una enorme impotencia al saber que eso es imposible, puedo cuidar de ella aquí pero en cuanto vuelva... la que me olvidará será ella. 

-Volverás a dormir?- pregunto.

-Quizá me quede dormida de nuevo en un rato.- contesta suspirando.

-Quieres hablar del tema?- pregunto.

-Tuve la misma pesadilla de siempre, solo que ésta vez. Mi padre al girarme me decía "No puedes huir por siempre, Pamela" como un recordatorio que mi escape acaba en unos días.- suelta.

-Tranquila. Aquí estás a salvo.- susurro. 

Me giro para abrazarla mejor y nuestra piel roza, es ahí donde recuerdo que ninguno se colocó ropa antes de dormir. Comienzo a sentir como mi cuerpo reacciona a su piel y ella se tensa entre mis brazos. 

-Oye, ahora estoy muy, pero muy despierto. No creo poder dormir.- comento haciendo énfasis en la palabra muy. 

Comienzo a repartir caricias por su cintura y voy bajando lentamente. Se separa y se levanta de la cama, prende las luces y comienza a buscar algo. 

-Bueno, si no quieres...- comienzo.

-No, no. Es que necesito agua.- contesta. 

Me levanto y me acerco abrazándola por detrás. 

-Esto será muy placentero para ambos, y sé que quieres aunque no me lo digas.- susurro haciéndola temblar. 

Paso mis dedos por su parte baja y sonrío.- ves lo mojada que estás siempre que estás conmigo?

Rozo mi miembro en su entrada y la escucho soltar un leve gemido. La llevo hacia la cama y comienzo a embestirla. Llenando la habitación de fuertes gemidos. 

-Esto se siente tan bien.- le digo aumentando mis movimientos haciendo que se corra.- Quieres que pare?-pregunto bajando la velocidad.

-Joder, no... estoy en el cielo.- gime haciéndome sonreír. 

-Espera.- digo saliendo de ella y me mira confundida. 

Comienzo a besarla apasionadamente y luego bajo a su cuello, repartiendo besos y suaves mordidas, dejando marcas sobre su piel. Subo y juego con el lóbulo de su oreja. Comienzo a descender y repito el proceso sobre sus pechos, estómago y paro al llegar a su intimidad. 

-Me encanta cada parte de ti, eres hermosa.- le aseguro. 

Separo sus piernas y me cuelo entre ellas, comienzo a jugar con su clítoris.- te gusta esto?

-Si, no pares.- me pide y continúo provocando fuertes gemidos de su parte. 

Sigo jugando con su clítoris y luego añado dos dedos, los curveo y comienzo a estimular su punto g. 

-Oliver... eres increíble.- gime tomándome del cabello pegándome más a ella. 

La hago correrse y luego limpio todo, mientras sigo estimulándola con mi lengua. Luego la penetro y comienzo a moverme dentro de ella, pero me para.

-Ahora yo quiero ir arriba.- dice y sonrío. Sus deseos son órdenes para mí. 

La giro para colocarla sobre mí y seguimos hasta altas horas de la madrugada. 










De mi realidad a la tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora