Han pasado dos semanas desde la última vez que intenté ir a mi realidad deseada, el colegio no me dejaba mucho tiempo. Lo único positivo era que ya solo faltaban 2 meses para graduarme. Todo sería distinto luego de eso.
La vibración de mi celular contra el escritorio de mi habitación llama mi atención, al ver la pantalla noto la llamada entrante de mi padre.
Estos meses no han sido fáciles entre nosotros, desde que se volvió a casar me distancié más de lo que ya estábamos de él, solo quería que fuera feliz con su nueva familia. Fue un duro golpe escucharlo decir que quería más al hijo de su pareja, que a mí y que yo había sido la culpable de eso.
Contesto al penúltimo tono.
-Hola...
-¿No piensas venir o qué?- me grita al otro lado de la línea.
-¿Debería? ¿No dijiste que habías perdido el interés en mí? Entonces ¿Por qué debería ir?
-¿Desde cuando te volviste tan contestona? No eras así antes.- logro notar su decepción mientras lo dice.
-Claro, como si supieras cómo era antes. Pero ¿cómo podrías saberlo? Si nunca haz estado conmigo.
No logro escuchar nada al otro lado.
-Solo... olvídalo. Veré si puedo llegar este fin de semana.-logro decir antes de colgar.
Voy a la cocina a hacer el almuerzo para mi familia, mis ojos se ponen llorosos y arden mientras pico la cebolla.
-¿Ya está el almuerzo?- pregunta mamá.
-Ya casi... bajen a comer, ya lo tendré listo para cuando vengan.
Mamá llama a todos a comer, y mientras ellos bajan, ella se apresura a colocar los platos sobre la mesa.
Sirvo la comida mientras se van sentando, tomo la mía y me voy a mi habitación.
Sábado! Mi día favorito, maratón de Harry Potter. Coloco la primer película y me pongo a verlas mientras almuerzo.
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De mi realidad a la tuya
Fanfic¿Cuántas veces vas a tratar para estar con la persona que amas?
