De mi realidad a la tuya

Amo ser una Weasley!!

NARRA DIANE 

-Si me caigo lo pagarán caro.- advierto. 

Los gemelos me llevan con los ojos vendados a quién sabe donde. Los chicos van detrás de nosotros, salimos de Hogwarts y finalizaron su último año, pero dijeron que antes de ir a casa debíamos hacer otra parada. 

-Quítasela.- indica Fred. 

La venda desaparece y me quedo sin palabras ante lo que veo. 

-Bienvenida a sortilegios Weasley.- dicen los gemelos. 

-Puedo entrar?- susurro. 

-Por supuesto!!-contestan. 

Entro y me sorprendo más ante todo lo que veo, voy pasando por cada estante, por cada mesa, observando los artefactos. Subo las escaleras y admiro lo grande que es el lugar. Los chicos se quedan en el piso de abajo observándome, unos sonriendo y los gemelos a la espera de mi opinión.

-Me encanta... ¡ES PERFECTO!- grito dando saltitos mientras bajo las escaleras.-FELICIDADES!!!- exclamo abrazándolos. 

-Es gracias a ti, el dinero que nos dejaste nos ayudó mucho.- dice George. 

-Ya puedo llorar?- pregunto. 

-No se vale llorar aquí.- me regaña Fred.

-Es perfecto, de verdad. Amo el lugar!- exclamo feliz. 

Luego de ver todo el lugar y divertirnos un rato, partimos a la madriguera. Estamos todos sentados en la mesa cuando mamá se aclara la garganta. 

-Diane, recuerdas lo que dijeron sobre teñirte el cabello?- dice mamá. 

-Si, por?

-Los chicos y nosotros estuvimos buscando y... encontramos un hechizo, que puede hacer que te cambie el color del cabello.- dice papá.

-De verdad?!- pregunto emocionada. 

-Solo es si tú quieres...- habla mamá.- Tú ya eres una Weasley, sin importar tu color de cabello.

-Extraño mi cabello pelirrojo, de verdad lo quiero, mamá.- digo haciendo puchero.

George se acerca a mí y pronuncia algo en voz baja agitando su varita. Pero al ver mi cabello doy un grito.

-Tiene que ser naranja no verde!!!!- exclamo asustada.

Todos ríen a carcajadas y mamá los regaña, papá lo arregla y en cuestión de segundos soy pelirroja de nuevo. 

-Amo ser una Weasley!!- digo saltando.