No eres una asesina

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NARRA DIANE 

Un escalofrío me llenó al ver el escenario que se presentaba frente a mí. La sensación salada de las lágrimas llegó a mis labios y los sollozos eran apenas audibles. 

-Soy una asesina...-dije apenas en un susurro. 

-No, pequeña no lo eres...-intentó calmarme Oliver, acercándose a mí, pero fue detenido por Dumbledore. 

-Déjenme a solas con Diane.- pidió Dumbledore a mis espaldas.

Todos obedecieron, yendo junto a los demás alumnos de Hogwarts. 

-Vamos...-dijo Dumbledore tendiéndome su mano. La tomé y en cuestión de segundo aparecimos frente aquella cabaña que se había vuelto mi hogar.

Dumbledore me guió y nos sentamos en los escalones de la entrada, mi mirada seguía perdida y de mi mente no podía borrar aquella imagen. 

-¿Por qué no pude? ¿Por qué fue tan sencillo que ella se apoderara de mí? ¡Practiqué mucho para que al final terminará ganándome!- exclamé llorando. 

Dumbledore no dijo nada, solo rodeó mis hombros atrayéndome hacia él y me abrazó, dejando que llorara, sentía sus caricias sobre mi hombro. 

-Soy una asesina...- susurré entre sollozos. 

-No lo eres... esa no eras tú.-afirmó seguro. 

-Pero la dejé, me dejé vencer fácil y por eso ella logró hacer todo eso...- dije harta de la situación. 

El silencio reinó en el ambiente y lo único audible eran mis sollozos, hubo un momento en el que sentí quedarme sin lágrimas. 

Escuché a Dumbledore suspirar y al levantar la mirada noté que me observaba con decepción. 

-No hace falta que me vea así, yo solita sé que cometí una atrocidad.- dije bajando la mirada de nuevo. 

-Cuántas veces Alex te ha regañado diciendo que no debes bajar la mirada ante nadie?- preguntó. 

-Muchas, no le diga que lo hice o me matará.- dije provocando que sonriera. 

-Me decepcionas...- admitió. 

Era más difícil escucharlo. Una lágrima se escapó rodando por mi mejilla. 

-Pero no por lo que tú piensas...-añadió limpiando el camino húmedo que la lágrima había dejado. 

-Entonces?- me atreví a preguntar. 

-Me decepciona ver, que a pesar de todo lo que has aprendido, pienses que tú eres culpable, y peor aún, una asesina.-dijo viéndome fijamente.-Te entrenaste para manejar tus poderes, para pelear y...para ganar. 

-Y lo hice...-solté cabizbaja. 

-Pero no fuiste entrenada para presenciar la imagen de perder al amor de tu vida.- dijo logrando captar mi atención de nuevo.- Mejor que nadie, sabes lo que hizo Voldemort para hacerle creer a Harry muchas cosas. 

-Hacía que Harry viera lo que él quisiera.- dije recordando. 

-Hizo lo mismo contigo, pequeña.-dijo viendo al frente.-Cuando fuiste por Draco a la mansión Malfoy, aunque él no estuviera ahí, se dieron cuenta de que tu debilidad eran las personas que amas, solo así podrían derrotarte. 

-Y sabían lo de Oliver...-dije entendiendo. 

-Cada cierto tiempo nuevas personas llegan a tu vida, unas se quedan y otras se van; pero ciertamente, todas dejan su huella en ti.-continuó.-ésta puede causar luz u oscuridad en tu interior, pero de ti depende como manejarlo. Del dolor puedes sacar fuerza para seguir, de cierta forma sabes que puedes con lo que venga, sabiendo que ya has pasado lo peor. Y de lo bueno, tu luz se expande día a día. Tenemos el poder de cambiar a las personas con hechos y palabras, por eso siempre debemos evitar dañarlas. 

-Y a quienes te dañan a ti?

-Han sido dañadas en el pasado. Lo entiendes? Es una cadena, si dañas a una persona ésta dañará a otros, pero hay excepciones, cuando hay personas que aún tras ser dañadas siguen brillando, toman el dolor como combustible para esparcir su luz.- dice. 

-Y así le enseñan a otros a brillar a pesar del dolor...-susurro y asiente. 

-Pero no podemos brillar solos, o si?- preguntó sonriendo. 

-Podemos.-aseguré.- pero cuando alguien está ahí, ayudándote a seguir brillando, te recuerda que el mundo no está tan jodido.- bufé jugando con la orilla de mi blusa, aquella que seguía manchada de sangre. 

-Y qué ocurre cuando te quitan a esa persona?- preguntó.

-Todo el mundo se puede joder, pues has perdido a lo único que te hacía brillar de forma más intensa...- contesté con un nudo en la garganta.- jamás podré describir el dolor que sentí al ver a Oliver muerto... aunque no fuera verdad, yo si lo vi así. Todo mi mundo se desmoronó. 

-Y fue cuando Darcel aprovechó y se apoderó de ti, por qué crees que Voldemort lo hizo? Sabía que de esa forma lograría que ella saliera.- explicó. 

-Pero si sabía que esa era la forma de sacarla, por qué solo hizo que pensará que Oliver estaba muerto, y no lo hizo de verdad?- pregunté. 

-Porque sabía que si algo se descontrolaba, sería el único capaz de traerte de nuevo.- contestó con simpleza. 

-No fue muy listo... Darcel acabó con él antes de que yo volviera.- dije con una ceja enarcada. 

-No eres una asesina...- dijo Dumbledore viéndome. 

-No soy una asesina...-afirmé recibiendo una sonrisa de su parte. 

Al fin la tormenta había terminado. 

De mi realidad a la tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora