NARRA DRACO
Abro los ojos cuando los rayos del sol se filtran por la ventana, hay una carta en mi mesa de noche y al abrirla distingo la letra de mi madre.
Es una tarjeta de cumpleaños. La dejo en su lugar y me preparo para mi primera clase.
En la última clase, pociones, espero ansioso ver a Diane, es la única clase que compartimos hoy. Pero mi ánimo decae cuando el asiento junto a mí queda vacío durante el resto de la clase.
Me dirijo a mi habitación y al entrar me quedo sin aliento. En el centro de mi cama, se encuentra una caja, con un sobre al lado.
Al quitar la tapa, caen las paredes de la caja mostrando varios tipos de dulces y unas pequeñas cajitas de grageas de todos los sabores. En el centro de la misma, hay una caja más pequeña, con un número 16 en la tapa. Retiro su tapa y hay un anillo, es grande y en el centro tiene una serpiente, tomo el anillo para verlo más a detalle y veo que dentro tiene algo escrito.
"De tu pulga"
Sonrío y me coloco el anillo, vuelvo a cerrar la caja y tomo la carta.
"Feliz cumpleaños, manzanitas! No es un regalo muuuuy caro, pero va con todo mi amor y espero te guste. Ahora! Te tengo una sorpresa, pero debes ir al lugar donde empezó nuestra no amistad, te espero!
-Tu pulga"
Me dirijo a la enfermería y ahí está Madame Pomfrey.
-Esto es para usted, felicidades joven Malfoy.- dice entregándome una carta.
Asiento y salgo mientras la leo.
"Cerca, cerca. Ahora ve, al lugar donde me arrojaste un pequeño fruto a la cabeza.
-Tu pulga."
Me dirijo al árbol y en el hay una carta pegada con cinta.
La tomo y la abro.
"Esta es la última, lo prometo. Ven al lugar donde juraste cuidarme al ver mis partes rotas.
-Tu pulga."
Me dirijo a la Torre de Astronomía y al llegar veo una mesa llena de comida, junto a ella se encuentra Diane, con un vestido verde esmeralda y el cabello recojido por dos ganchitos, luciendo una enorme sonrisa.
-Estas son las nochecitas... que cantaba la reina Diane, hoy por ser tu cumpleaños, te las canto así.- empieza a cantar mientras se acerca a mí.- Despierta, Draco, despierta. Mira que ya amaneció, ya los pajaritos cantan la luna ya se metió.
Me quedo estático y estira sus brazos, me acerco a ella y me envuelve en un fuerte abrazo.
-Feliz cumpleaños, manzanitas.- me susurra.
La abrazo más fuerte, usualmente no me gusta el día de mi cumpleaños porque lo único que recibo son tarjetas de felicitación por parte de mi madre, pero ahora, me doy cuenta que encontré algo mejor, jamás pensé tener una amiga, mucho menos una como Diane, y aunque suelo ser un idiota la mayor parte del tiempo, con ella es diferente, pienso cuidar esta amistad.
-Te gustó la sorpresa y tu regalo?- pregunta al separarse de mí.
Asiento, aún no puedo decir nada.
-Ven, siéntate.
Me siento frente a ella y me indica que puedo comer, ambos comemos en silencio y al terminar decido hablar.
-Por qué?
-Por que que?- pregunta confundida.
-Por qué hiciste todo esto por mí? Por qué eres mi amiga?- cuestiono.
-Porque lo vales, porque eres importante para mí y porque eres el único que al ver mis piezas rotas no huyó, al contrario, se condenó a muerte si algún día me falla. Porque yo vi más allá de tu fachada.- contesta y se acerca a abrazarme.- jamás te dejaré solo.
-Prometes ser siempre mi mejor amiga?
-Lo prometo.- asegura.
La abrazo aún más fuerte y susurro a su oído las palabras que tanto me cuesta pronunciarle a cualquier persona.
-Te quiero, Diane.
-Yo te quiero más, manzanitas.- dice escondiendo su rostro en mi pecho.
Fue el mejor cumpleaños... gracias a ella.
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De mi realidad a la tuya
Fanfic¿Cuántas veces vas a tratar para estar con la persona que amas?