De mi realidad a la tuya

El espejo de Oesed

-Haremos una fiesta, la última del año.- anuncia Fred.

Veo enternecida como juega con el cabello de Alex mientras ella está recostada en su pecho. Le sonrío a Oliver sabiendo que nuestro plan funcionó. Él me sonríe y me da un apretón en la pierna. 

Me alegra haber aceptado pasar estos últimos días con él. La hemos pasado muy bien, bastante bien.

-Será espectacular.- añade George. 

-Invitaremos a chicos de otras casas.- comenta Ron. 

-Será genial, debemos ir por vestidos.- nos dice Alex a Hermione, Ginny y a mí.

-Por supuesto, cuándo será?- pregunto sonriendo. 

-Este sábado.-anuncia George y el corazón se me estruja. 

-Claro...- contesto. 

Oliver me da una mirada cargada de tristeza y solo le sonrío, intentando ocultar mi tristeza. 

-Debo ir a hablar de algo con el profesor Dumbledore. Nos vemos luego.- indico y salgo de la sala común. 

Voy caminando por los pasillos hasta llegar a la oficina del profesor Dumbledore, entro cuando me permite pasar y lo veo frente a su escritorio.

-Ya te habías tardado.- dice al verme. 

-A qué se refiere?- pregunto. 

-Sígueme.- indica y salimos de su oficina, vamos caminando por los pasillos hasta llegar a un salón. 

Abre la puerta y entro primero. Viendo al espejo de Oesed al fondo. 

-Cómo lo sabía?- le pregunto. 

-Era uno de los principales motivos por los que veniste, no?

Asiento y me acerco al espejo. "Esto no es tu cara, sino de tu corazón el deseo" traduzco lo que está escrito en él. Suelto un suspiro antes de ver lo que refleja, lo extraño tanto. Pero quedo confundida al ver en él, a Oliver y a mí juntos, felices. 

-Por qué?- pregunto girando a ver al profesor.

-Qué esperabas ver?- cuestiona.

-A mi abuelo.- contesto. 

-Y qué viste en su lugar?- vuelve a preguntar. 

-A mí... con Oliver.- contesto cabizbaja. 

-Extrañas a tu abuelo... muchísimo. Pero verdaderamente, lo que más desea tu corazón es quedarte... junto a Oliver.- dice. 

-Pero, no! Mi mayor deseo es verlo... No sabe cuánto lo extraño, llevo años sin verlo y poco a poco lo voy olvidando.- contesto negando con la cabeza. 

-Lo sé, sé que lo extrañas. Pero ambos sabemos que aunque lo niegues, quieres quedarte, con todos nosotros. Quieres aferrarte a lo que ahora consideras tu hogar.- explica. 

Asiento sabiendo que es verdad, una lágrima rueda por mi mejilla pero  la limpio con la manga de mi túnica. Perdí la única oportunidad de verlo. 

-Volvemos?- me pide. 

Lo sigo de vuelta a su oficina y me toma del brazo guiándome a un espacio de su oficina. Lo miro asombrado y asiente. 

-De verdad quieres verlo?- pregunta frente al pensadero.

Asiento sin dudarlo.