Cada día de nuestras vidas

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NARRA DIANE

-Me alegra que te haya ido bien con los Wood...- menciona Draco luego de contarle todo lo sucedido.

-Al principio sentía que me haría pipí ahí mismo.- comento riendo.- pero luego no sé de donde saqué el valor.

Suspiré recargando mi cabeza en su hombro. Estábamos en la torre de Astronomía viendo el cielo, hablando de lo sucedido durante el tiempo que no estuve.

-Nunca pensé en casarme... Ni en tener hijos...- admití.

Guardó silencio, esperando a que siguiera.

-No entendía el porque existía el matrimonio, si al final se terminaban divorciando o... Siendo infieles. Tampoco entendía el porque debía tener hijos, mi madre siempre decía que eso era lo más emocionante en la vida de una mujer pero... Jamás me causó ilusión.- dije empezando a sentir mis ojos picar.-Mis padres se separaron cuando era una bebé, y... Luego mi madre conoció a mi padrastro, él ocupó el lugar de mi padre. Pero luego de unos años, hubieron infidelidades por parte de ambos.

Draco toma mi mano y empieza a acariciar mis dedos.

-Mi madre le reprochaba a mi padrastro y todo se rompía en la familia, pero cuando ella lo hacía... Yo debía guardar el estúpido secreto porque "Era su hija" Y debía estar de su lado o me iría mal.- menciono y siento las lágrimas descender por mis mejillas.- él la amaba, a pesar de los errores de ambos. Y... Aunque ella lo tratara mal algunas veces, él siempre la trataba con amor.

-lo siento...

-La primera vez que mi madre le fue infiel... Él la golpeó, y... Mi mamá lo denunció y meses después él fue a prisión, estuvo ahí dos noches. Mi mamá y la familia de él hicieron de todo por sacarlo antes de que los demás prisioneros le hicieran algo.-digo sollozando.- mis hermanos sufrieron y yo... Trataba de mostrarme fuerte frente a ellos. Por cuidarlos. Luego él salió y todo volvió a la normalidad. Él volvió a casa y éramos... Eran, la familia de siempre.

-Y nadie cuidaba de ti...-Susurra y asiento.

-No quería casarme, no sabiendo que todo terminaba así, que hasta el amor más puro se destrozaba en cuestión de segundos. Y tampoco quería hijos, no sabiendo que ellos sufrían por culpa de los errores de los padres.

-Y ahora has cambiado de opinión?-cuestiona jugando con los anillos que me ha dado Oliver.

Asiento mientras seco las lágrimas de mis mejillas.

-Mereces ser feliz, y él será el indicado. Sé que te da miedo no ser una madre lo suficientemente buena, pero ya verás que si.- me tranquiliza.

-Estarás ahí en todo momento, verdad?

-Cada día de nuestras vidas...- promete.

De mi realidad a la tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora