Mátame

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NOTA: Me siento mal por no haber podido felicitar a los Hufflepuff en su día, entonces éste capítulo se los dedico a ustedes, mis increíbles Hufflepuffs. Enserio, perdón :( les mando mis mejores vibras y todo mi amor :3 

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NARRA DIANE 

-Mátame.- le ruego a Draco cuando Umbridge reparte los libros.

Hermione levanta la mano y todos la miran, en cuanto la profesora le da la palabra, ella menciona que los libros no contienen el como usar hechizos de defensa.

Umbridge solo se burla de su comentario y explica que no usaremos magia en su clase.

-Si nos atacan sería un gran riesgo.- señala Harry.

-El conocimiento teórico es más que suficiente para que logren pasar sus exámenes.- contesta Umbridge.

Harry y ella empiezan a pelear de forma verbal.

-Quién querría atacar a alguien como tú?- se burla Umbridge.

-No lo sé, quizá Lord Voldemort.- contesta Harry.

Todos comienzan a susurrar a nuestro alrededor. Umbridge guarda silencio por un rato y su piel se torna pálida. 

-Les han dicho que cierto mago tenebroso, ha vuelto... y eso es una total mentira.- ataca Umbridge.

Si claro...

-No es menti!-  exclama Harry.

-ESO ES TODO! ESTÁ CASTIGADO, SEÑOR POTTER!-lo corta Umbridge.

-Castigado por decir la verdad?- pregunto y todos me miran.- está segura que esto es únicamente porque son solo los conocimientos teóricos los que necesitamos para los exámenes?

-Claramente.- responde.

-Segura? O acaso la verdadera razón de que no permita el uso de magia en su clase, es porque usted es una de sus seguidoras y no quiere que estemos preparados?!- ataco poniéndome de pie.

-Pero qué dice?! Eso es una mentira!! Soy una mujer extremadamente buena, pero algo que no tolero son...

-Las mentiras, ya lo sé. Yo tampoco las tolero, profesora.- la corto enfadada.

Todos a mi alrededor me miran sorprendidos. 

-Debes pedir permiso para hablar!-exclama Umbridge.

-Así como usted cuando le gritó a Harry?- pregunto.

En el salón se escucha un uhhh de los estudiantes.

-Ustedes deben respetarme, soy mayor y ante todo su profesora.- señala.

-Yo no pienso lo mismo, para ganarse el respeto uno debe respetar también, no espere recibir el mío mientras usted me lo falta a mí o a alguno de mis amigos.- aclaro.

-Queda casti...

-Castigada, ya lo sé!

Tomo asiento y su mirada sigue fija sobre mí, yo no aparto la mía tampoco. Escucho murmullos a mi alrededor pero no aparto mi mirada de la suya, en cuanto ella lo hace primero sonrío triunfante. Crecí con un padre estricto, está equivocada si piensa que puede intimidarme, no lo permití nunca de nadie que no fuera él y esta no será la excepción.


De mi realidad a la tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora