(Conway)
-Límpiame el puto coche de una puta vez.-fruncí aún más el ceño aguantando mi respiración para no toparme con la del contrario, además que ese olor que desprendía volvía locas mis feromonas, no iba a dejar que me influyera su celo de mierda.
-Joder, que pesado. No te he dicho mil veces que no te lo voy a limpiar?
-Límpialo, coño. Qué cojones te cuesta?-apreté más mi mano en su cuello de manera amenazante.
-De verdad quieres que nos demos de hostias por una puta limpieza, Conway?-miró mis ojos, noté como sus feromonas se relajaban, sin duda este hombre sí que era bastante pacífico.
-Eso mismo digo, en serio quieres que nos peleemos por una limpieza de mierda? Límpiame el puto patrulla, anormal.
Ambos nos miramos de nuevo, Armando ya estaba algo calmado y desprendía un aroma que sin dudas tenía la intención de tranquimizarme también, un embriagante y relajante olor a lavanda.
-Esas putas mierdas no sirven conmigo, Grúas. Te recuerdo que yo también estoy en celo, no quieras tentarme que en estos momentos todo me toca los cojones.-apreté mis uñas en su cuello con furia a lo que él agarró más fuerte la corbata acercándome más a él.
-Ya te lo he dicho. No.
-Mis cojones no!-apreté más mis manos con la intención de estrangularle, me irritaba demasiado.
De repente, noté como Armando cortaba la poca distancia que había entre nosotros tirando de mi corbata de golpe para estampar nuestros labios y robarme un beso.
Eso no me lo esperaba para nada, me quedé estático en un principio mirando sus ojos y como se movía rozando y lamiendo mis labios.
No sabía que hacer, poco a poco fui soltando el agarre de su cuello sin llegar a quitar mis manos de él.
Noté como posaba una de sus manos en mi cintura para atraerme hacia él y juntar nuestros pechos.
Ante esto correspondí al beso, aumentando el ritmo para llevar el control, pero el mecánico no se quedó atrás, igualando el ritmo y acariciando mi cintura en el acto.
Llevé mis manos a la parte posterior de su cuello y bajé la mirada un poco para observar las marcas de mis uñas en su cuello. Se veían bien, la verdad.
Miré sus ojos fijamente, no sabía que expresaban. Se veía en ellos algo como ¿amor? Lo dudo, cómo iba a quererme a mí ese hombre, lo dudo demasiado.
Sus orbes verdosos estaban más deslumbrantes que normalmente, pero la tranquilidad y calma típica de ese hombre no se iba de ellos.
Por suerte el no veía los míos gracias a mis gafas.
Armando empezó a segregar un aroma que denotaba comodidad y gusto, le estaba gustando el beso...la verdad es que no puedo culparle en nada...a mí también me estaba gustando...
Grúas puso sus manos en mis muslos para alzarme y apoyar mi espalda contra el capó de God...que pretendía?
La curiosidad emanaba mi ser, sería que...?
Puse mis manos en su espalda y rodeé su cintura con mis piernas para aumentar mi agarre en él, acaso quería que me cayera?
Clavó sus uñas en mi cintura mientras se acercaba a mi cuello.
Al notarle aspirando mi aroma de este, lo encorvé para darle un mejor acceso a él.
Sacó su lengua dándome una lamida justo en la parte en la que iba la marca.
Ni de coña iba a dejarme marcar por ese gilipollas.
Agarré su mentón y le aparté de mi cuello, por lo que me miró y me lanzó un beso.
Suspiré y me acomodé las gafas ante su gesto, porque sus gestos eran tan seductores? Seguro que era el celo lo que me hacía verlo así, si no no le encontraba otra explicación...
Comenzó a acariciar mi abdomen bajo, la temperatura de ambos cuerpos había subido considerablememte.
Metió una de sus manos en mi camida mientras con la otra desabrochaba el primer botón de esta con delicadeza.
-Q-qué haces? Nos van a ver, capullo...-dije algo agitado por sus acciones.
-Y?-asintió mirándome.
-Joder, menudo anormal de mierda.
Río bajo para seguir acariciando mi torso mientras desabrochaba lentamente botón por botón.
-No te hagas de rogar, gilipollas. Ochenta horas para desabrochar una puta camisa, coño.-llevé mis manos a mi camisa para quitarme los botones restantes.
-No seas impaciente, todo llega a su tiempo, Conway. Ya sé que estás deseando tenerme en tu interior, pero hay tiempo. Aprovechémoslo.-río con su tono bajo y ronco de siempre causándome un sonrojo por sus palabras.
-C-capullo.-me acomodé las gafas avergonzado para ocultar mi sonrojo lo mayor posible y le di un codazo algo fuerte.
Río y me miró para besar mis labios de nuevo.
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Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)
RandomArmando Grúas y Jack Conway eran un alfa y un omega que iban por este camino de la vida solos, cada uno dirigía su manada. Armando el taller y Conway la comisaría. Ambos pensaban que siempre sería así. Solo tenían su trabajo. ¿Una vez que llegaban d...