Culpa

264 34 35
                                    

(Armando)
Después de un rato hablando sobre cosas del taller y nuestras en general decidimos irnos a dormir, algunos se quedaron en la sede, otros se fueron a su casa...
Ese fue mi caso, solo que Yun me quería acompañar.
-De verdad, que no hace falta, Xiaomi, que voy a hacer perímetro por la ciudad haber si me encuentro a ese gilipollas, tú mejor vete a tu casa a descansar. Van a ser unos días duros, hasta que no encontremos a Conway, claro.
-Te ayudo, Nadando, vamos a buscal al Conflei cablón.
-Hace mucho que no hago estas cosas, Yun, la verdad es que me gustaría estar solo para pensar un rato.
-De acueldo, nos vemos en el tallel? Mañana vas? Es que como ahola faltas mucho...
-Claro que voy, pero creo que tendremos que buscar a Conway por ahí, eh. Es que tengo asuntos familiares importantes.
-Vale, mañana nos vemos en la sede, entonces?
-Sí, nos vemos.-me despedí de él para caminar un poco por los alrededores pensativo.
Que iba a hacer? Jack ahora no trabajaba, pero tampoco es que estuviera siempre en casa encerrado, podrían encontrarle perfectamente....y además sin mí...
Miré la puesta de sol mientras sacaba mi móvil.
Vi que tenía varias llamadas perdidas de Jack, por lo que suspiré para calmar mis nervios, dentía que le estaba traicionando.
Le devolví la llamada, esperé algunos pitidos sintiendo un nudo en mi estómago hasta que me cojió.
-Armando.
-Jack, dime, salí a dar un paseo.
-Joder, y no me avisas. Capullo.
-Lo siento, prefería que descansaras.
-Bueno, lo que te iba a decir. Me ha llamado mi superior la bruja de mierda pelirroja.
-Qué te ha dicho?
-Que deje de hacerme pajas y me reincorpore al trabajo.
-Pero no le contaste tu situación?
-Claro, cualquiera se lo cuenta, mis cojones, mañana volveré al trabajo. Prometo que tendré cuidado.
Me comenzaron a temblar lentamente las manos.
-Procura cuidaros...
-Ya sabes que sí, hostia.
-Muy bien, Jack...T-te quiero.
-Y yo, capullo, y no te alteres, coño, que se te ve nervioso ya te dije que me iba a cuidar.
-Y confío en tu palabra, pero es muy peligroso...hay muchas organizaciones...gente que quiere hacerte daño...
-Llevo toda la vida en estas mierdas, yo puedo, joder.
-Tú puedes...
-Pues claro, bueno adiós, que estoy comiendo, te espero, eh.
-Vale, ya voy, amor. Te amo.
-Y yo, anormal.
-Chao.-colgué la llamada para comenzar a caminar hacia la sede de nuevo.
Me monté en mi coche y conducí hacia la tienda de ropa.
Llegué y me cambié a la que llevaba antes, salí de esta para conducir hacia casa de nuevo, estaba jodido.
Debía cuidar a Jack y a nuestro hijo, pero si le llegaba a decir algo a mis compañeros seguro que el calaveras se enteraría y no acabaríamos bien ninguno de los dos...
Agarré un cigarro y comencé a fumarlo por los nervios, llegué a casa y aparqué el coche.
Bajé y tiré rápidamente el cigarro, le di un pisotón y cerré el coche para caminar hacia la puerta.
Saqué la llave de mi bolsillo y abrí la puerta, entré a la casa.
-Ya estoy aquí, Jack.
Le vi acercarse hacia mí con cara extrañada.
-Has fumado?
-Bueno, un poco.
-No me jodas, deja el vicio ya, que es muy malo, una vez que empiezas no puedes parar, coño. Si me está costando hasta a mí, pero lo hago por el bebé. No fumes, anormal.
-Vale, no fumaré...
Le miré y bajé mi mirada a su abdomen.
-Prométeme cuidaros mucho, Jack.
-Sabes que sí.-me miró extrañado y se acercó a abrazarme.
-Os intentaré cuidar por todos los medios.-susurré para mí mismo correspondiendo a su abrazo con fuerza y besando su coronilla.
Le amaba nucho.
Cenamos juntos, aunque yo estaba como en otro planeta, no sabía que hacer...
Suspiré y miré sus ojos fijamente, aunque mi mirada temblaba un poco, le di un pico en los labios y tomé sus manos.
-Vamos a la cama?
-Claro, vamos.
Le cargué para subir con él al piso de arriba, le dejé en la cama y me acosté a su lado, le abracé con fuerza y le aferré todo lo posible a mi pecho al ver que se dormía, no me extrañaba, llevar a nuestro bebé cansaba...
-No te vallas nunca Jack...-le di un beso en la frente y le quité las gafas para que durmiera más cómodo, le tapé bien con las sábanas.
-Si os llega a pasar algo nunca me lo perdonaré, amor. Os intentaré cuidar incluso más que a mi puta vida. Os amo.
Acaricié su abdomen y suspiré.
No dormiría esa noche ni de coña.

Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora