Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)

En shock

(Conway)
-Embarazo...?-me empecé a marear. No podía ser posible...
-Efectivamente, caballero. Tiene usted un mes de embarazo.-dijo el médico con una sonrisa.-Felicidades!
Apreté mis puños con fuerza.
-MÉTASE LAS FELICITACIONES POR EL CULO.
-No debe alterarse...es malo para el bebé...
-QUE BEBÉ NI QUE POLLAS? ME CAGO EN MI PUTA ESTAMPA, YO NO ESTOY EMBARAZADO.
-Si que lo está, señor. De un mes.
-NEGATIVO, NO LO ESTOY Y ME VOY A IR A TRABAJAR.
-No es conveniente...-susurró por lo bajo el ems al ver como salía de la sala dando un portazo.
Volkov me esperaba afuera no muy sorprendido por los gritos, siempre gritaba, no era raro para él.
-Todo bien, Conway?
-Todo de puta madre, me han dicho que tengo una salud de la hostia. Soy un puto T-800, coño.
-Me alegro, entonces.
Comenzamos a caminar hacia afuera del hospital. Al llegar, nos montamos en el coche para ie a comisaría.
-Vas a salir de servicio, otaku de mierda?
-10-4, Conway, voy a ir a beber vodka a mi casa, le apetece acompañarme?
-Negativo, tengo cosas que hacer.
-Hasta mañana entonces y cuidado con el marcapasos.-rió bajo.
-Anormal de mierda.-le dediqué una mirada asesina para salir del coche y entrar a comisaría.
Fui a mi oficina y me dejé caer en mi silla.
-Qué coños voy a hacer ahora...?-suspiré pesadamente para poner mis manos en mis cara.
(Armando)
Desde hace un par de días, cuando vi a Conway mal, me pasaba por comisaría al cerrar el taller para verificar que estaba todo bien.
Mi lobo interior me decía que tenía que protegerlo ante todo. Que era lo más importante para mí y que necesitaba mi protección.
Yo sabía perfectamente que Jack Conway no era una ovejilla indefensa, pero mis pálpitos interiores me preocupaban.
No iba a permitirme que le pasara algo por mis gilipolleces.
Estos últimos días que había pasado por su despacho no estaba en él. Se encontraba patrullando o en cualquier otra cosa, esperaba que ese día se estuviera.
Algo en mi interior me decí que no estaba bien...necesitaba verlo.
Subí las escaleras como los otros días, excusándome con que tenía que ver al Superintendente para cosas de trabajo y como los días anteriores no había podido hablar con él no me era difícil que no sospecharan de mí.
Una vez afuera de este, toqué la puerta con suavidad. Aún tenía fe de encontrarlo.
Al no obtener respuesta alguna suspiré levemente y abrí la puerta, encontrándome con un Conway bastante desanimado, estaba mirando a algún punto de la puerta con una mirada de perrito desorientado...menos mal que había venido.
Al ver que me acercaba a él, me miró sin mediar palabra y apoyó su barbilla en el escritorio.
Me puse detrás suyo y coloqué mis manos en sus hombros para darle un pequeño masaje, igual era simplemente el estrés lo que sí que me extrañaba era no verlo fumando.
-Estás bien?-le miré de reojo mientras le daba el masaje.
Soltó una especie de gruñidos por mi tacto y se giró para verme.
-Armando.-dijo y se quedó callado seguidamente.
-Dime, Jack, ocurre algo?-le muré preocupado. Intenté usar su nombre para inspirarle más confianza, esperaba no haberla cagado.
No dijo nada,agarré sus mejillas con mis manos cariñosamemte dejando caricias en ellas mientras miraba sus ojos bastante preocupado.
Carraspeó levemente y miró mis ojos también. No parecía que fuera a decir algo fácil para él. Conway siempre ha sido un hombre muy directo y sin tapujos con sus palabras. Qué le pasaba...?
-Sabes que cualquier cosa me la puedes contar. Tampoco es que tengamos mucha confianza...nunca nos hemos llevado bien, pero...después de lo que pasó no estaría mal empezar a llevarnos bien, no...?
-D-de eso quería hablarte.-dijo en un hilo de voz.
-De lo que pasó hace un mes...?
Asintió débilmente.
-Si quieres puede quedar entre nosotros...Aquí no ha pasado nada. Fue una simple gilipollez de celo y ya está...
Negó con la cabeza mirándome.
Mi corazón iba a mil por hora, este hombre me estaba preocupando demasiado. Este no era el Conway que yo conocía.
Agarré sus manos para darle seguridad y le miré a los ojos.
-Armando...
-Sí...?
Carraspeó y se acomodó las gafas mirándome a los ojos.
-Emm...estoy...embarazado...