(Conway)
Me desperté frotando mis ojos entre pequeños bostezos.
Estaba en mi nidito de la cama a pesar de haberme dormido en el sofá, seguro que Armando me había traído.
Me estiré viendo el mecánico que estaba a mi lado para después desvíar la mirada a mi ropa.
Ya no llevaba el puto traje, sino que tenía puesta una camiseta de Armando, la que a él le faltaba, seguramente ya que olía demasiado a él, me había cambiado.
Me abracé a su torso dejando un beso en su pecho y contemplando lo tonificado que estaba.
Miré la hora, había dormido bastante, la verdad. Eran las ocho de la noche.
Ultimamente dormía más que un puto perezoso de mierda.
-Joder, me cago en mi puta estampa, ¿cómo coños se puede dormir tanto?-noté como una bombilla se iluminó sobre mi cabeza y llevé una mano a mi abdomen.-Claro, la criatura.-sonreí levemente acariciando mi abdomen.-Nuestra criatura.-mire a Armando, que se encontraba durmiendo.
-Joder, 7 meses quedan, me cago en todo.-miré a mi pareja, que se estaba moviendo levemente.
Me abrazó por la cintura atrayéndome hacia él para dejar un pequeño pico en mis labios.
Supuse que se había despertado por el ruido de mi voz.
-Buenas, precioso.-le miré correspondiendo a su beso.
-Buenas, amor mío, qué tal has dormido?.-abrió los ojos lentamente para clavar su mirada en los míos hablando con una voz ronca.
/gaypanic
-Emm... d-de p-puta madre-sonreí algo nervioso por su tono más ronco de lo normal y desvié la mirada hacia otro lado sonrojado.
-Me alegro.-sonrió levememte besando me mejilla y acomodando mis gafas.
-Y tú?-le miré al ver que me acomodaba las gafas.
-También bien, a tu lado.-se acerco a mi oído para susurrarme.-sonrojadito mío~.
-C-capullo de mierda.-mordí mis labios levemente al notar su aliento en mi oído sumado con su voz de recién levantado.
-Pero soy tu capullo~.-sonrió al ver mis acciones y dejó una lamida en el lóbulo de mi oreja.
-Efectivamente, anormal.
-Me adoras~.-sonrió maliciosamente rozando sus labios con los míos.
-Eso no lo niego, Grúas.-lamí sus labios.
-Por eso te amo~.-lamió sus propios labios ante mi lamida.
-Yo también te amo, hijo de la gran puta.-miré sus labios.
-Oye, y ese insulto de gratis?-miró mis ojos.
-Es para que no quede tan cursi, coño.
-Ah, no?
-No.
-Bueno.-acarició mis costados dejando picos en mis labios.
Correspondí a todos y cada uno de sus besos abrazando su cuello.
-No íbamos a hacer algo ahora?
-Es verdad, te tengo una sorpresa, prepárate y vamos.
-Vale.-le miré curioso por sus palabras y em separé del abrazo para ir hacia mi armario.
Armando se sentó en la cama para observar el espectáculo de como me cambiaba de ropa.
Saqué un traje del armario para darme la vuelta y cambiarme lentamente de manera provocadora mientras miraba sus ojos de manera fija.
-Joder...-suspiró mirando mi cuerpo.
Le guiñé un ojo y solté una pequela risa para acercarme a él y susurrarle.
-Con que mirando como me cambio, eh, Grúas?
-Pues claro, maravillosas vistas, por cierto.
-Gracias, coño.
-Y todo eso es mío...
-Lo es.-agarré sus manos para ponerlas en mis caderas.-Todo todito.
-Todo.-acarició mis caderas para levantarse de la cama y darme un beso en la mejilla.
-Lo soy.-miré sus manos.
-Exacto, pero bueno, vamos?-miró mis ojos agarrando una de mis manos.
-Vamos.-entrelacé nuestros dedos mirando al frente.
Caminamos hacia afuera del cuarto de la mano para salir de casa.
Nos montamos en el coche y Armando comenzó a conducir hacia el lugar mientras yo miraba por la ventana el estrellado cielo de la noche.
(Armando)
La verdad es que me apetecía tener una cita con Jack, nunca habíamos tenido ninguna y éramos pareja, prácticamente ya éramos una familia.
En ese momento me sentía como un adolescente en su primera cita con su amor platónico, era un cúmulo de nervios.
Pensaba llevarle a cenar a un restaurante bonito y luego lo que surgiera.
Sería divertido ir al Yellow Jack, pero Jack no podía ingerir alcohol por su embarazo, así que no quería martirizarle.
Jack parecía muy tranquilo, podía ser porque no le había dicho que esto era una cita, pero lo era, ¿verdad?
Éramos dos personas (sin contar a nuestro bebé, claro) que se querían llendo por ahí a pasarlo bien y a hacer planes de pareja, eso era una cita, no?
No sabía, pero estaba nervioso.
Vi el establecimiento y aparqué en el parking de este para bajar del coche e ir hacia la puerta de mi amado.
Le abrí la puerta agarrando su mano y ayudándole a salir del coche.
Caminé de su mano hacia el lugar para preguntar por la mesa que reservé a mi nombre.
Seguimos al camarero que nos conducía hacia nuestra mesa mirandonos mutuamente.
Jack estaba observando atentamente el lugar, esperaba que fuera de su agrado.
Saqué una silla para que se sentara en ella y me sente fremte a él mirando sus ojos.
-Es bonito, gracias por traerme.-me miró.
-Me alegro de que te guste.-tomé sus manos dejando un beso en ellas.
El camarero nos dejó unas cartas para que eligiéramos que queríamos comer.
Miré los platos con una sonrisa decantándome por un plato de espaguetis a la boloñesa.
-Han elegido ya lo que quieren, caballeros?-el camarero nos miró con una sonrisa.
Jack asintió, por lo que hice lo mismo mirando al camarero.
-Yo quiero unos espaguetis boloñesa, por favor.
-Yo quiero una lasaña.-miró al camarero para después mirarme a mí.
-Buenas elecciones, la pasta es la especialidad de la casa.-asintió para apuntar nuestros pedidos y recoger nuestras cartas.-Y para bebida?
-Agua fría.
Asentí mirándole.
-Postres?
-Hay tarta de limón?-Jack miró al camarero con una ceja alzada.
-Claro.
-Pues eso, que me apetece, coño.
-Perfecto.-lo apuntó para mirarme.-Y a usted. Le apetece algo?
-Una mousse de chocolate, por favor.
-Perfecto.-lo apuntó.-Queréis alguna otra bebida, vino, whisky, algún chupito?
-No, no, nada de alcohol.-llevé mi mano al abdomen de Jack para acariciarlo suavemente.
Él asintió levemente, sabía lo mucho que le gustaban esas cosas.
-De acuerdo, pues en cuánto tengamos los platos se los traeremos. Gracias.
-A usted.-le sonreí para ver como se alejaba, después miré a mi novio, besé su mejilla.
-Sé que te cuesta no tomar ni fumar, pero tú piensa que lo estás haciendo genial yq ue nuestro bebé va a salir muy sano, saludable y precioso.-sonreí besando su frente.
-Lo sé, por eso evito esas cosas. No pienso probar de esas mierdas en mi estado.
-Y por eso te amo.
-Solo por eso?
-No, te amo por cada cosa de ti, eres simplemente perfecto para mí, lo que quiero a mi lado el resto de mi vida, Jack.
-Así mejor, eh. Y lo mismo digo.
Nos dimos un pequeño beso para mirarnos fijamente a los ojos sin mediar palabra.
No decíamos nada pero lo decíamso todo con esas miradas.
ESTÁS LEYENDO
Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)
RandomArmando Grúas y Jack Conway eran un alfa y un omega que iban por este camino de la vida solos, cada uno dirigía su manada. Armando el taller y Conway la comisaría. Ambos pensaban que siempre sería así. Solo tenían su trabajo. ¿Una vez que llegaban d...