Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)

Avances con el cni

(Conway)

Al despertar, me quedé un buen rato sentado en la cama debido a algunos malestares.

Ya estaba muy embarazado, se podía ver a simple vista, ya no era ningún secreto y estaba claro que organizaciones sin piedad querían aprovechar el momento de mi debilidad para darme fin.

Pero no habían contado con que tenía más protección por parte de la malla y de mi comisario.

No habíamos hablado del beso, de todos modos fue por el muérdago, no?

Pero seguíamos tan unidos como siempre, como si nada hubiera pasado.

Anoche había soñado que tenía relaciones sexuales con él, había sido algo incómodo al verlo, pero tampoco importó mucho, ya que podría significar que simplemente lo admiraba mucho, o por el beso, me había rayado demasiado la cabeza.

En el sueño, yo no estaba en estado, pero al final se descubría que esperaba un hijo de Volkov, me desperté muy agitado.

En el momento me encontraba en la sede del cni, estábamos hablando de la investigación, pero en mi cabeza solo estaba ese sueño y ese beso, observaba a Volkov y sus movimientos atento.

Nos presentaron a Freddy, él era bastante tocapelotas, pero nos ayudaría bastante en la investigación, él se ocuparía de descubrir las identidades en el taller, ya que sospechábamos que muchos mecánicos estaban metidos en temas ilegales, y a aquel gallego, no le costaría pasar desapercibido.

También, me pidieron que buscara a algún agente para infiltrarse de incógnito en la mafia, uno que no llevara mucho tiempo, pero que tuviera potencial.

Ya tenía uno en mente.

Ya sabíamos que Yun Kalahari era Xiaomi, ese día nos lo revelaron...uno de los mejores amigos de Armando...esto no pintaba bien.

Freddy estaría cerca de Yun, para intentar descubrir sospechosos, pero todos los que estaban en un círculo cercano del chino lo eran, entre ellos, el padre de Horacio.

-Michelle.-la llamé, debía decírselo, era mi ex-cuñada, hermana de Julia y jefa.

-Qué coños quieres ahora, gilipollas?- Volteó a verme.

La dirigí hacia una esquina, hablé de manera directa, yendo al grano.

-Ese Grúas, el jefe de los mecánicos, es el padre de Horacio.

-Cómo? Te metiste con un mecánico sabiendo todos los putos chanchullos que hay en ese taller, Jack?-levantó la ceja, mirando mi abdomen.-Y además, ni te preocupas de protegerte.

-Fue un momento de necesidad, estábamos en celo, y somos mates, siempre lo habíamos sido, pero por ello, nos evitábamos, aunque algunas veces no podíamos resistirnos, eso pasó aquella vez, y por casualidad, creó un lazo y me dejó en estado.

-Ay, Jack, nunca dejarás de ser un puto calenturiento de mierda.-sobó el puente de su nariz.-al menos ya paras con las madres, no?

-Joder, menuda capulla. Yo no me arrepiento de lo que ocurrió, me gustó, y mi hijo me está ayudando a ser más feliz que antes, Horacio solo está trayendo cosas buenas a mi vida.

-Eso espero, Jack, eso espero. Y si al final debemos combatir con ellos y sigues en estado?

-Lo haré igual, por Ivanov, por Gonetti, por Torrente, por Leo, no dejaré que se salgan con la suya esos hijos de puta, debo cobrar venganza.

-Está bien, te cubriré la espalda lo más que pueda, recuerdas que le prometí cuidarte en su ausencia, verdad?

-Gracias, Michelle, lo tendré en cuenta. Hay que ir a por esos anormales, no podemos dejar que terminen con más de los míos, dile a tu amigo el gallego que o se da prisa o le hago darse prisa.