No es nuestro momento

299 36 22
                                    

(Armando)

De repente, noté unos dedos en mis mejillas limpiarme las lágrimas, al igual que unos labios moviéndose contra los míos, ese tacto era único y completamente reconocible para mí.

Abrí mis ojos y me encontré con esos ojos oscuros y sin brillo tan característicos que me encantaban por los que caían decenas de lágrimas, me miraban de manera temblorosa, pero fija, le seguí el beso y separé mis labios para darle acceso a mi cavidad bucal, llevé mis dedos a sus ojeras y acariciarlas con cariño y delicadeza, aferré su cuerpo al mío y llevé mis manos a su espalda al ver que se separaba del beso y se escondía en mi pecho respirando agitadamente entre escalofríos.

Acaricié su espalda cargándole cuidadosamente, él se abrazó a mi cuello sollozando en mi pecho y aferrándose a mi cuerpo todo lo posible.

Le agarré con fuerza caminando hacia la cama sin parar de dejar caricias en su cuerpo intentando calmarle.

Me acosté con él, posicionándole encima de mí y abrazándole con fuerza, empecé a dejar besos en su coronilla con algo de preocupación.

Acaricié su espalda con una mano mientras bajaba la otra a su abdomen y la metía en el interior de su ropa, ya se notaba perfectamente la abultación en esa zona, ya se notaba que en unos meses, si todo iba bien, seríamos papás.

Jack no se calmaba, sabía que eso no le hacía nada bien, pero no podía culparle, era culpa mía y si algo salía mal asumía toda la responsabilidad, tendría que llevarle al médico cuando estuviera mejor la situación.

-Jack...estoy aquí contigo y nunca te voy a dejar solo, eso tenlo claro, de acuerdo?

Asintió levemente como respuesta, pasó sus piernas a cada lado de mi cuerpo abrazándose también con ellas a mí.

-Sabes que puedes contar conmigo para todo, te voy a apoyar. Mañana no vallas a comisaría y pasamos el día juntos, va? Aceptas una cita conmigo?

-Tengo mucho trabajo, no puedo, tengo que ir.-sollozó levemente hablando pegado a mi pecho.-Si quieres supongo que por la noche estaré libre, yo te aviso, pero no tengo sueño, no quiero dormir más, hacemos algo?

-En serio que tienes que trabajar?...no creo que te haga nada bien, no puede ayudarte Volkov?...

-Tengo mucho que hacer, Grúas, lo siento pero no.

-No tienes que sentir nada...-suspiré profundamente recordando aquella tarde.

-Si lo siento, perdón por no pasar tanto tiempo contigo y por poner en riesgo al bebé.

-Eso no es culpa tuya, cariño, de todos modos cuídate.-tomé su rostro entre mis manos sintiéndome muy culpable.

Asintió a mis palabras abrazando mi cuello y dejando un pequeño beso de pico en mis labios.

Le abracé por la cintura correspondiendo a su beso.

-Quieres que nos quedemos así un rato más?

Asintió rotundamente abrazándose con más fuerza a mí.

Acaricié su espalda susurrando palabras en su oído como que él era único para mí, que le quería, le amaba con todo mi corazón, que estaba deseando formar una familia con él, que me hacía muy feliz, empecé a agradecerle por permitirme ser el padre de su hijo, su pareja, por el simple hecho de dejarme estar a su lado, aunque no estaba seguro de que si se enterara de todo lo que había hecho quisiera lo mismo.

Pasé mis dedos por sus cabellos con una pequeña sonrisa al notarle más tranquilo, tomé una de sus manos para entrelazar nuestros dedos y acariciar los suyos con los míos con cariño.

Dejó varios pequeños besos cortos en mis labios aumentando cada vez más su duración, correspondí a todos mirando sus ojos con una sonrisa.

-Eres arte, Jack.- dejé besos por todo su rostro con cariño.

Me dedicó una pequeña sonrisa parecida a esas que me dedicaba en el pasado, llevé mi dedo índice a ella para acariciarla, solté una pequeña risa al notar una lamida en él.

Juntamos nuestras frentes mirándonos a los ojos en un beso suave y con cariño, parecía que se sentía mucho mejor.

Posó sus manos en mi pecho atrayéndome hacia él por mi camiseta, corto el beso y apoyó su cabeza de lado en mi pecho para aspirar mi aroma mientras acariciaba una de mis manos con las suyas.

Sonreí y cerré mis ojos, aún tenía un gran cargo de conciencia, pero al menos le había conseguido calmar, no podía devolverle a sus agentes, pero esperaba poder ser de ayuda para que se pueda distraer y sobrellevar la pérdida lo mejor posible.

Me preocupaba el hecho de que se estresara con investigaciones contra los asesinos de Ivanov y Gonetti, o sea, nosotros, y el qué pasaría si llegaban a dar con nosotros.

Yo solo esperaba no tener que volver a hacer nada así y ser feliz con mi Jack el mayor tiempo posible.

Le adoraba con toda mi alma y quería protegerle de cualquier daño que puedan hacerle, consideraba que ya era suficiente para él, pero terminé siendo su daño, era despreciable, un novio de mierda y quería arreglarlo, pero no se podía dar marcha atrás, el daño ya estaba inflingido, las vidas inocentes y las vivencias no podían ser devueltas y estaba esperando un pequeño mío.

Solo me quedaba seguir apoyándole todo lo posible hasta que le llegue la noticia y probablemente, nos separemos.

A veces nos enamoramos de la persona equivocada, y creo que esa había sido la de Jack, él merecía ser feliz, pero no puedo hacerle serlo.

Cada historia de amor tiene su momento, y ese no era el nuestro.


Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora