(Volkov)
Después de una larga noche calmando la pesadillas de Conway desperté.
Él ya se encontraba despierto, abrazándome y con su cara hundida en mi pecho.
-Buenos días.-le hablé con la voz ronca.-has descansado algo?
-Buenas, Volkov.-subió su demacrada mirada hasta mis ojos.
-Anda, ven aquí.-le rodeé con mis brazos,.acariciando su espalda.
Llevábamos puestos unos pijamas míos para más comodidad, y a él le quedaba algo holgado, olía completamente a mí, así no se podía encontrar un ápice del aroma de su alfa.
-Volkov, pero Yun puede haberse equivocado al llamarle así, puede que él no sea Nadando, no?-murmuré, intentando autoconvencerme a mí mismo.
-Jack, asúmelo, Armando no es quién pensábamos, pero no estás solo.
-Ya lo sé, gracias por no dejarme despertar solo, Volkov.
-Es lo mínimo que podía hacer, te encuentras mejor? Quieres ir a desayunar? Te ha sentado bien el calmante que te puso ayer esa anormal?
-Estoy bien, otaku, no te preocupes.
-Voy a prepararte algo para desayunar, al menos un café flojito para no andar por comisaría como zombies.-reí levemente, separándome del abrazo para ir hacia la puerta.
-Está bien, ahora voy.
-Yo te lo traigo.
-Como quieras, yo no me voy a quejar, eh.-rió.
(Conway)
Aunque me sentía como la mierda, con Volkov esa mierda tenía algo de color.
Intentaba ver lo positivo, en menos de dos meses tendría un bebé, no estaba solo y ya estaba más cerca de conseguir mi deseada venganza.
Realmente quería esa venganza contra Armando?
Estaba claro que la merecía...
Observé mi abdomen.
-Horacio, estás feliz de tener a Volkov?
Recibí una patada como respuesta.
-Yo también, no sé que haríamos sin él.
Cerré mis ojos, sintiéndole.
-Papi está un poco triste hoy...espero que tú no lo sientas, aunque creo que es imposible, pero seguiremos adelante, sí? Tú y yo, no necesitamos a mafiosos de mierda.
Me senté en la cama, escuchando a Volkov acercándose a mí con una taza de café.
La agarré, dedicándole una mirada de agradecimiento, le di un sorbo a la bebida.
Tomé mi móvil y observé todos los mensajes y llamadas de Grúas, que rogaba por no perderme.
Le haría sufrir, no pensaba hablarle.
A lo mejor más adelante me decidía verle, pero solamente para reprocharle.
-Siéntate.-palmeé un lugar en ña cama, apoyando mi cabeza en su hombro al tenerle a mi lado.
El peligrís llevó sus largos dedos a jugar con mis cabellos.
-Volkov, debemos seguir con la investigación, quiero venganza.
-Tú siempre tan reencoroso. Ten en claro que tendremos esa venganza.
-Sí, pero esperaréis a que nazca Horacio?
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Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)
RandomArmando Grúas y Jack Conway eran un alfa y un omega que iban por este camino de la vida solos, cada uno dirigía su manada. Armando el taller y Conway la comisaría. Ambos pensaban que siempre sería así. Solo tenían su trabajo. ¿Una vez que llegaban d...