(Armando)
Aquella vez que lo hicimos fue por nuestros celos, ambos carecíamos de alguien con quien pasarlo y nos dejamos llevar de alguna manera.
No me arrepentía, ahora gracias a ello seríamos padres.
Esta vez yo estaba en mis plenas facultades, esperaba que así Jack se diera cuenta de que yo le quería y de que no estaba con él solo por el niño.
A mí él me atraía y me encantaría estar a su lado el resto de nuestras vidas.
En cambio, él estaba embarazado. Puede que ni siquiera quisiese hacer el amor conmigo. Las hormonas son muy traicioneras y él era una fuente de ellas en esos momentos.
Yo al fin y al cabo era el padre de su hijo y era normal que sintiera ganas de mí en su estado.
Aunque a mí no me importaría saciar sus ganas cada vez que quisiera, aunque después de tener al niño no me quisiera yo iba a darle todo lo que me pidiera, era el padre de su hijo y...estaba enamorado de él.
Cuánto desearía poder estar con él y formar una familia...
Esta vez fue diferente que la anterior. Nos tomamos nuestro tiempo y al acabar no huímos.
Estábamos abrazados disfrutando de la compañía del contrario dándonos pequeños besos con ambos una sonrisa en la cara.
-Aún no se te nota el bebé.-sonreí acariciando su abdomen.
-Es normal, solo tengo poco más de un mes de embarazo, si se notara habría que preocuparse.
Reí bajo y miré su abdomen, se podrían ver a la perfección sus marcados músculos y sus numerosas cicatrices que me encantaría recorrer con mis labios y besar cada una de ellas.
-Tienes ganas?-le miré
-Claro que tengo ganas. Primero que nada para ver al bebé, para sacarle ya de aquí y después claramente para volver a mis responsabilidades y mi trabajo. ¿Y tú?
-Yo también tengo ganas, es nuestro bebé, estoy deseando cargarlo y ver lo precioso que va a ser. Porque si viene de ti seguro.
Rió bajo y me miró con sinceridad.
-Lo mismo se podría decir, eh.
Sonreí y le di un pico en los labios.
-Sabes que te voy a acompañar mientras quieras, no? Me encantaría formar una familia contigo si me lo permites, claro.
-Te gustaría...?
-Pues claro que sí, hombre. Cómo no iba a gustarme si tú me encantas?
-T-te encanto?-se sonrojó un poco.
Acaricié sus mejillas y dejé un beso en cada una de ellas.
-Me encantas, sí.-le guiñé un ojo.
-T-tú a mí también, capullo.-sonrió levemente para llevar sus manos a su abdomen.-Nos encantas.
Sonreí para poner mis manos sobre las suyas.
-A mí si que me encantáis.-le di un pico corto para mirar sus ojos.
-Entonces te gustaría estar en una relación conmigo?-me miró serio.
-Por supuesto que me encantaría, yo te amo, Jack.
Se sonrojó más para asentir y mirarme.
-Yo también te amo, Armando.
-Yo más, cariño.-sonreí y besé su frente.
-Yo.-sonrió y dejó un beso en mi pecho.
-Yo si que te amo.-agarré sus mejillas y acaricié su sonrojo.
-Ño, yo te amo más y no me lleves la contraria que el bebé te escucha.-rió bajo.
Reí con él y bajé a su abdomen para dejar un beso en él.
-Amo a tu padre, pequeño.-sonreí y acaricié su abdomen.
-No no, eh. El niño sabe que yo te amo más y él o ella también te ama.
-Ah, sí? Me amas, criatura?-coloqué mi oreja en su abdomen y así escuché los latidos de Jack.
-Claro que te ama, ya lo verás cuando se le pueda notar más.
-Y cómo sabes que me ama ahora mismo?
-Está en mi interior, tengo una conexión con él increíble. Ahora mismo ta muy shikito, pero sé que te ama.
Sonreí y besé de nuevo su abdomen.
-Estáis los dos diminutos.-miré sus ojos.
-Yo no lo estoy.
-Si que lo estás.-reí bajo y le lancé un beso.
Se sonrojó ligeramente, tapando su sonrojo con sus manos.
-No lo estoy.
-El bebé me ha dicho que si lo estás, eh.
-No te puede decir nada todavía, ta shikito.
-Pero soy su padre y además...-subí hasta su rostro y quité sus manos de su cara destapando su sonrojo.-estás diminutísimo, se puede ver a simple vista.
-No.-se cruzó de brazos.
-Estás shikito, yo te cuido.-sonreí y besé su frente.
-No estoy shikito, pero si quieres me puedes cuidar.-sonrió ante mi beso.
-Claro, yo te cuido.-agarré sus manos con fuerza.
-Cuídame.-entrelazó nuestros dedos y miró mis ojos.
-Te cuido.-besé su mejilla y le abracé fuerte de manera protectora.
-Me cuidas.-murmuró para corresponder al abrazo y acomodarse en mi pecho cerrando los ojos.
-Siempre.-besé su coronilla con una sonrisa.
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Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)
RandomArmando Grúas y Jack Conway eran un alfa y un omega que iban por este camino de la vida solos, cada uno dirigía su manada. Armando el taller y Conway la comisaría. Ambos pensaban que siempre sería así. Solo tenían su trabajo. ¿Una vez que llegaban d...