Cumpleaños

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(Conway)

Anoche, 31 de diciembre, fue un día muy extraño, en el que me salí de todas mis costumbres típicas para ese día.

Hacía años que no disfrutaba para nada esas fechas, les extrañaba, me sentía solo y solo quería beber.

A veces tenía alguna compañía como Volkov, Greco o Torrente, ya que carecíamos de familia para celebrar, pero ese año, yendo tras una mafia y en estado, todo fue muy extraño.

Escuché las campanadas desde la sede, rehusándome a comer uva alguna, no me interesaba esa tradición.

Tras los gritos y felicitaciones de todos por el año nuevo, me levanté para salir de allí, quería irme a casa y dormir, dormir todo el día.

Alguien agarró mi muñeca, Volkov.

-Feliz cumpleaños, Conway.-me rodeó con sus brazos.

-Sabes que no me gusta que me feliciten, Volkov, no lo veo motivo de alegría.-intenté separarme del abrazo, queriendo irme ya.

-Y sabes que digas lo que digas, yo te seguiré felicitando año tras año. Te ibas?-agarró mi muñeca.

-Sí, no quiero festejar y veros beber mientras me amargo, solo quiero descansar.

-No quieres que te lleve o que hagamos algo juntos este día? No pienso dejarte solo.

-No, no es necesario, de verdad, Volkov, ve a tomar vodka con esos capullos, yo prefiero quedarme en casa.-solté el agarre de mi muñeca.-Despídeme de los demás.-me alejé, para salir del lugar y montar en el coche.

Una vez allí, me miré en el espejo del retrovisor.

-Joder, puto cumpleaños.-acomodé mis gafas, y empecé a conducir hacia casa, en silencio, sin siquiera poner la mísera radio un rato o escuchar barbie girl, que siempre animaba y solía hacerlo en el coche.

Miré el cielo, era un año nuevo en el que esperaba que todo mejorara, ser feliz con mi bebé y poder disfrutar el año que viene todas estas fechas, y no sentirme como una mierda.

Este año tenía a mi pequeño, que por muy inesperada que fuera su concepción, me hacía ilusión tener a alguien para no sentirme tan solo, sentirme realizado cuidando a otra persona, reconfortado, y además, un hijo, una oportunidad de intentarlo de nuevo.

Aparqué el coche, parando en seco, para después bajar de él, con un sabor algo amargo de boca.

Subí al piso, y al entrar, miles de recuerdos inundaron mi mente, siempre igual, si que odiaba esas fechas.

Caminé a la cama de mala gana, tomando algo de comida basura para comerla cuando despertara, y así, no tener que siquiera levantarme.

Me acosté de perfil, y me arropé con las mantas hasta el cuello, observando la ventana, en la que podía observar las estrellas que bañaban el cielo esa noche de año nuevo.

Cerré mis ojos, intentando sacar cualquier pensamiento de mi mente, dejarla en blanco y quedarme completamente en los brazos de Morfeo, sin preocupación alguna y esperando despertar ya en 2 de enero, pero no lo conseguía.

Por qué debí haber nacido justo ese día? No paraba de escuchar personas celebrar, pirotecnia en el cielo, de la que estaba ya hasta los cojones...

Y yo, pudriéndome en mis recuerdos, marchitándome como cada primero de enero desde que ella se fue.

Sin duda un gran dolor sentía en mi pecho, dolor que, nunca se iría, eso estaba claro, pero había otros remedios, cual calmante, se podría contrarrestar con otras emociones, pero había momentos en los que me era imposible, un claro ejemplo estaba sintiendo esa noche.

Había pensado yo antes, que en sus brazos podría tener ese sentimiento que me sirviera de analgésico.

Y ahí estaba, en el nido, en el lecho de mi alfa, con su bebé adentro y rompiéndome por dentro del dolor interno.

Y él no estaba, tan solo me quedaba imaginarlo, pensar en él para no pensar en esos recuerdos que eran como flechas para mi corazón.

Mis ojos estaban cerrados a una gran presión, mi corazón palpitaba a una velocidad inimaginable, golpeando mi pecho en cada latido, que resonaba en mi cabeza y me creaba una gran molestia y dolor.

Mis puños, se hallaban apretando una de sus camisetas, con rabia interna y otros sentimientos encontrados.

Alguna que otra lágrima cayó por mi rostro, lo que me obligó a limpiarme con el edredón, al no tener gana alguna de realizar esfuerzo alguno,  siquiera el mínimo, estirar mi mano para buscar un pañuelo.

De un momento a otro terminé sumido en mis pensamientos, sin notar el tiempo pasar, y viviendo un recuerdo de aquellas navidades que pasaba en el ejército, entre risas y una comida mejor que la habitual, y luego, las navidades con mi familia, con alegría decorando la casa, los niños abriendo sus regalos con ilusión, portando sus adorables suéteres coloridos para la ocasión...

Qué felicidad sentía en esos momentos...

Gracias a esos pensamientis positivos, si terminé dormido profundamente, con una sonrisa nostálgica en mi rostro.


//Muy wenaaaaas. Quería desearos a todxs un feliz año nuevo <3




Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora