Ek comisario y el supeh están liaos

310 32 30
                                    

(Conway)

El día de ayer después de lo de Torrente, yo y Volkov nos fuimos de comisaría para tranquilizarnos y seguir con nuestra investigación sobre esos capullos que acabaron con tantas vidas.

Hoy enterraríamos a Torrente, y no podía creer que otro de los míos estuviera bajo tierra, tenía que parar esto ya.

Estaba con mi traje, caminando entre las tumbas algo decaído, pues juré proteger a mi malla, y sentía que mi labor no era suficiente, debía protegerles mucho mejor.

Fue un entierro muy emotivo, pues los momentos llegaban a mi mente y estaba muy sensible.

Observaba fijamente como el ataúd era introducido en su lugar, ese mugar en el que pasaría años y años, hasta la eternidad, cuando ya solo quedara polvo, cuando ya los gusanos se hubieran comido todo el cuerpo de mi agente.

No paraba de acomodar mis gafas nervioso, sentía que todo era mi culpa.

Volkov me abrazaba por detrás y todos los agentes nos miraban, no muy sorprendidos.

-Estos están liaos.

Me volteé al escuchar ese murmuro y me limité a simplemente suspirar.

Me crucé de brazos con ese ruso detrás mío, al ser tan alto apoyaba su barbilla en mi cabeza, como si quisiera protegerme de todos los males y sentimientos negativos, no iba a negar que algo estaba ayudando.

Después del funeral de Torrente, a Leónidas se le ocurrió venir a contarme como ayer enterraron a Leo sin avisar a nadie, ellos, sin siquiera avisarme de que había fallecido, y el responsable de todo esto era Brown, lo que más me enfadó es que hablaba de manera inocente, como si yo ya lo supiera todo, y no era así.

-Supeeeh, es que creímos que como le han hecho un bombo sería malo que se enterara, pero no sea rencoroso, que siempre será mi chikibeibi.

-Ni chikibeibi ni pollas!-alcé la voz, sacando la porra y dándole un golpe seco al supuesto sheriff.

-Ahhh supeeeh, además que nos preocupamos por usted.-se sobó el golpe, alejándose de mí y caminando hacia mi comisario.-Borkoooh, tu novio está agresivo, cálmalo que está muy nervioso.

-Gilipollas!-le grité, sacando el táser.-Vollov, agárrale, que no se mueva!

El ruso camino hacia mí y me retiro el arma.

-Vamos a comisaría a reprender a los agentes por sus acciones, anda.

Le miré y recordé que esos capullos ahora mismo estarían como si nada, rascándose los cojones, con todas las acciones que habían hecho.

La ira recorrió todo mi cuerpo, y agarré la radio firmemente hablando por ella, de manera muy severa.

-Quiero todos vuestros putos culos en comisaría, YA, estoy yendo y cuando esté ahí no quiero que falte nadie!

Me monté en God con mi expresión llena de furia, y Volkov montó a mi lado, empecé a conducir hacia comisaría, rápido y con la rabia hasta las orejas.

- Conway tranquilícese, no es nada bueno para usted estar así.

-Pero a ti te parecen normal estas gilipolleces?

-10-5, no es nada normal el comportamiento de los agentes, por eso, debemos enseñarles que sus actos no se pasarán por alto.-habló el más alto, intentando mantenerse tranquilo para infundir calma al contrario, aunque sabía que no sería fácil.

-Y además cuchicheando sobre nosotros, su comportamiento es inaceptable!

-A ver, a mí no me parece tan extraño que piensen que estamos en una relación, yo...siendo sinsero, le tengo mucha confianza y es usted un ejemplo a seguir para mí, le aprecio y como nos cuidamos al espaldas mutuamente no me parece raro que piensen que estoy con usted. Además, al menos yo me preocupo por la vida que lleva encima, no como ese, el Armando Jaleos.

Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora