(Conway)
Suspiré profundamente viendo los rostros de mis agentes atemorizados, algunos más que otros.
Ya se estaban oyendo rumores de que estaba cogiendo peso, algunos decían que por lo de Ivanov y Gonetti me estaba alimentando de una manera muy ansiosa, pero solo unos pocos habían llegado a una conclusión acertada.
Era extraño, pues yo seguía en plena forma, lo único que se me notaba de mi situación era como ahora las camisas me apretaban un poco más en mi vientre.
Decidí de una vez por todas enfrentar lo que me estaba pasando, desmentir rumores erróneos y que así mis compañeros sepan por lo que estaba pasando y me pudieran echar una mano y poder aligerar un poco mis ocupaciones.
Había llamado a Michelle Evans, mi ex cuñada y superiora, y a todos los miembros de mi malla para dar la noticia, ya nos hallábamos en la sala de reuniones.
Me encontraba al frente, subido en aquel atril con Volkov y Greco detrás de mis espaldas brindándome apoyo. Pasé mis manos por mi cabello y me acomodé las gafas y la corbata para comenzar con el discurso, me aclaré la garganta y solté un "Buenos días, capullos" y los murmullos de la sala (todos de teorías de los presentes sobre lo que saldría de mi boca en aquella reunión, que si me iba a jubilar, que si les iba a reprender...) se silenciaron de inmediato.
-Os preguntareis porque os he reunido aquí a todos y la razón, sinceramente ni yo la sé.-miré de reojo a la Chele mientras hablaba, que me escuchaba desde un rincón, estaba de brazos cruzados y con una ceja alzada e iba de incógnito.-Supongo que quiero desmentir cualquier teoría de mierda sobre por qué falté unos días, que si estaba de vacaciones, que si tengo una enfermedad. Por favor, capullos, llevo más de una década trabajando aquí y no me he saltado ni un jodido turno, ni una puta hora, ni un segundo, yo, siempre puntual y presente en mis actividades como jefe vuestro, y además, cómo coños siquiera se os puede pasar por la cabeza que un T-800 como yo puede enfermar? Sois todos unos capullos, pero si preguntáis, no, tampoco estaba de vacaciones, yo no soy como los ems, yo no me hago pajas en horario de servicio, yo trabajo, no como ellos que no mueven el puto culo. Pero bueno, creo que todos aquí sabemos lo que pasó con nuestros dos compañeros, nuestro comisario Ivanov y Gonetti. Y no, tampoco es eso del todo lo que me ha hecho estar algo extraño este último tiempo, hay un motivo de fuerza mayor, y estoy aquí para contároslo, poder aclarar dudas y que os calléis ya la puta boca con vuestra puta mierda de versiones sobre mis motivos.
Vi como una mujer demasiado alta completamente vestida de negro caminaba hacia mí con un cigarro en sus labios, se puso frente a mí y se cruzó de brazos para hablarme de manera severa.
-Jack, puedes ir al grano ya de una puta vez? Tengo más putas cosas que hacer que estar aquí escuchando tus mierdas.
Asentí, mis agentes se sorprendieron sobre como esa mujer me trataba y lo misteriosa que era, y ya empezaron de nuevo los cuchicheos. Que si era mi pareja, que si estaba buena...
Noté como Michelle fruncía los labios en señal de desaprobación, miró mis ojos expulsando el humo de mi cigarro.
-Podéis cerrar ya la puta boca, pedazos de mierdas? No es asunto vuestro quien sea esta capulla, solo callaros y escuchad.-Tomé aire-Sí, lo afirmo, he cogido peso estos últimos meses, pero os equivocáis con vuestras versiones de los hechos, anormales.-Puse mis manos tras mi espalda caminando por la sala, alrededor de sus asientos.-Solo dos personas en esta sala saben la verdad, y son el comisario Volkov y el comisario Rodríguez. Ellos han respetado su palabra y han cerrado la puta boca con el chisme, quiero que hagáis lo mismo, sé que por parte de algunos va a ser imposible guardar el secreto-miré a Leónidas "disimuladamente"- pero los demás procurar ser tumbas con patas.-Miré a todos, esperando su respuesta, obtuve un "sí , señor" al unísono y unas risas por parte del Justin.-Me parece correcto, sin más espera voy a proseguir y dar la noticia.-Me paré cruzando mis brazos.-Todo comenzó hace casi cinco meses, hace un huevo, como veréis, pero ahora os dais cuenta. Sobre todo por parte de agente M esto va a ser chocante.-La miré, a lo que me dedicó una mirada despectiva.-Me mandaste volver al trabajo en mi estado, capulla, qué quieres que haga?
-De qué puto estado hablas, Jack?
-A eso iba, hostia.-Respiré profundamente.-Estoy esperando un hijo.
Escuché varios gritos de sorpresa en la sala, todos me miraban sin creerse mis palabras, la Chele corrió hacia mí y me tomo del brazo, me sacó de la sala.
-Jack, no me estarás vacilando, no?
-Qué dices, capulla? Es la puta verdad, yo no juego con esas cosas.-llevé mis manos a mi abdomen.
-Por qué no me lo dijiste? Estuviste en riesgo todo este tiempo.-me miró nerviosa, miró mi abdomen.
-Quería tomarme mi tiempo, esto no es fácil para mí, Michelle, sobre todo por lo de ya sabes...
-Entiendo que sea difícil para ti, pero dime, es de Volkov?
Negué rotudamente-Qué coño dices, cómo va a ser de Volkov?-noté una voz a mis espaldas.
-Qué dicen de mí, diskulpe?
-Que eres un anormal.-Le miré mal suspirando. Pero bueno, pienso seguir trabajando.
-Pero tú eres gilipollas? Es muy peligroso, acaso quieres que te pase como a...ella?
-Pues claro que no, capulla, pero tengo que trabajar, los de arriba no pueden enterarse.
-Eso ya lo sé, pero te podemos encubrir.
Negué-.-No quiero que me encubras, ya lo sabe mi malla, así aligeraré trabajo y supongo que no me dejarán hacer el capullo, no? Que yo sepa me aprecian, aunque sea lo más mínimo.
-Michelle, yo no voy apermitir que le pase nada.
-Ves? Volkov me va a ayudar.
-Está bien, pero...tú cuídate.-se acercó a mí y me rodeó con sus brazos para después alejarse.-Te voy a estar vigilando, y no quiero que te estreses con lo de Ivanov, capullo.-me advirtió y salió de comisaría, sabía que la tendría muy pero que muy cerca desde este momento, como cuando Julia...
Entré de nuevo a la sala con el otaku a mis espaldas, recibí algunas sonrisas, aplausos y felicitaciones, me dijeron que no me iban a dejar hacer el anormal y que el bebé sería de la malla entera.
Me sentía muy querido, sentía el compañerismo tanto como cuando estaba en los marines.
-Seguro que es del ruso.-rió Leónidas.-que calladito os lo teníais, eh.
-Negativo, del ruso mis cojones, capullo, aunque de quien sea no os interesa una mierda.
-No sabía que le gustaba a usted ese rollo, Superdetergente.-habló Gustabo riendo.
-Ni yo que podías tener menos neuronas de las que ya tenías antes.-hablé en un tono de cabreo.
-Pero que yo me alegro, viejo, a ver si ser padre te quita esa cara de amargao que traes.
-Eres gilipollas.-salí de la sala y de servicio para volver a mi casa, ya había cumplido.
Me monté en mi coche y conducí hacia mi domicilio, una vez ahí entré y me tiré en el sofá.
-Capullo, ya está hecho, cuándo se lo vas a decir tú a tus mecánicos?- miré sus ojos, noté que se ponía nervioso.
-E-emmmm...
-Bueno, que si te avergüenzas de ser el futuro padre del hijo del mayor hijo de puta de la ciudad y no quieres decirlo está bien, eh.
-Te prometo que voy a decírselo pronto, Jack...
-Como sea, voy a dormir.-me levanté y caminé hacia el cuarto.
Me acosté, pensé un poco en las cosas y pos me mimí jsjsj.
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Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)
RandomArmando Grúas y Jack Conway eran un alfa y un omega que iban por este camino de la vida solos, cada uno dirigía su manada. Armando el taller y Conway la comisaría. Ambos pensaban que siempre sería así. Solo tenían su trabajo. ¿Una vez que llegaban d...