*Esta parte incluye contenido sexual*
(Armando)
Fui subiendo su sudadera sonriendo feliz al ver su vientre.
Pasé mis manos por ahí, tirando al suelo esa prenda, no la necesitaba para nada en lo que íbamos a hacer.
Mordí su labio suavemente para que me permitiera el paso al interior de su boca, acariciando su lengua con la mía y tomando el ritmo del beso de una manera posesiva.
Puse mis manos debajo de su espalda succionando un poco su labios entre los míos.
Temblé un poco al sentir su toque, podía notar sus frías y delicadas manos deshacerme de la parte superior de mi ropa.
Corté el beso viendo como un hilo de saliva aún nos conectaba, le guiñé un ojo atacando su cuello para dejar mis marcas.
Aferró sus manos a mis hombros, dejando unos arañazos en ellos mientras soltaba algunos jadeos bajos, algunos de ellos con mi nombre.
Me empecé a mojar al escuchar sus palabras, bastante sugerentes, el pre-semen comenzó a salir de mi glande.
-Te deseo dentro, Grúas, quiero que me folles hasta que vea las estrellas, házmelo duro y hazme recordar de quién soy, hazme recordar quién me ha embarazado~.-habló en un tono provocativo susurrando en mi oído junto con gemidos.
Acaricié el elástico de su pantalón bajándolo, metí mis manos en él.
Succioné la piel de su cuello para dejarle chupetones en él, también dejé mordidas.
Moví mis caderas contra su muslo, restregándome, ya que sentía que me iba a explotar la polla de lo excitado que estaba por sus acciones. Cómo le gustaba provocarme...
Solté algunos jadeos gustoso, gateé hasta sus piernas y las separé lentamente, haciéndome paso y fijándome en sus muslos.
Dejé caer sus pantalones y los dejé a un lado, en el suelo.
Pasé mi lengua por la cara interna de sus muslos acariciando sus caderas.
Empecé a subir hasta su abdomen en un camino de besos, mordí el elástico de su bóxer bajándolo con la boca, tenía mis ojos en una mirada fija a su erecto miembro en todo momento.
Le desprendí de su ropa interior, la dejé junto a sus demás prendas.
Acerqué mis labios a su pene, besé la punta bajando a su entrada, lamí, dejando un poco de saliva para dejar la zona bien lubricada.
Lamí mis labios, acercándome a besar sus labios apoyándome en mis extremidades, de tal manera de que su abdomen estuviera protegido de mi peso.
Le besé lentamente, con cariño, pero también necesidad, me fui moviendo para posicionarme a un lado suyo, como antes, de perfil.
Jack rodeó mi cintura con sus piernas, manteniéndolas bien abiertas para mí.
-Te noto~.-murmuró en el beso.
-Normal, me provocas, Jack~.-Moví mi entrepierna aún cubierta por su entrada, gimiendo y asintiendo levemente.
Desabroché mi cinturón al igual que el botón de mi pantalón.
Con un pie, me bajé los pantalones y los tiré al suelo, solo nos separaba la fina tela de mi ropa interior.
-Joder, como estorba esto.-habló Conway metiendo sus manos en el interior de esa tela.
-Ya vez, el tema es que estorba mucho.-tomé sus muñecas sacando de ahí sus manos.-Tú quieres que explote? Necesito follarte ya~.
-Te crees que yo no, capullo de mierda? Fóllame, quítate eso ya~.
-Tus deseos son órdenes para mí, amor mío~.-Me quité los bóxers tirándolos al suelo como todo lo anterior, gemí al notar que su caliente entrada ya estaba preparada para mí, mordí sus labios y acerqué sus caderas hacia él, introduciéndome en su cálido cuerpo que tan bien siempre me recibía.
Se podía ver la estrellada noche por las ventanas, una brisa muy agradable entraba, ya que estaban abiertas de par en par, pero la temperatura en nuestros cuerpos y en la habitación no bajaba.
No parábamos de resoplar y jadear del placer, realmente teníamos mucha necesidad de unir nuestros cuerpos en uno.
Además de los coches y ruidos de la noche, se escuchaba a la perfección el sonido de nuestras pieles chocar.
Yo movía mi cintura entre el agarre de sus piernas en un ritmo lento y cariñoso embistiéndole, sintiendo muy bien el interior de su cuerpo.
Pasábamos nuestras manos por el cuerpo del contrario, las gotas de sudor de ambos se fusionaban, y nuestras miradas pasionales estaban una en otra todo el rato.
Nuestros labios luchaban en una guerra por el control.
Yo sentía como si todos los problemas que habíamos tenido no existieran, sentía que era la primera vez que lo hacíamos.
No dudaba que nuestros corazones latían a la vez, iba acelerando el ritmo, buscando su punto dulce.
Entraba y salía, le embestía y se sentía tan bien...
Nos dejábamos marcas mutuamente, yo era suyo y él mío, nos amábamos a pesar de todo.
Aceleré la velocidad y la dureza, encontré su punto, no dejaba de gemir mi nombre en un tono bastante alto, quería más, y yo se lo iba a dar.
Posé mi mano en su tripa, notaba los movimientos de nuestro pequeño, alguna patada...
Acaricié esa zona con cariño, sonreí dirigiéndole algunas palabras al bebé.
-Y-yo soy tu papá, cariño, y te quiero mucho, a ti y a Jack, te estamos esperando.-sonreí y le di un pico al hombre de mi vida.
-Eres muy dulce, eh.-rió y dejó un beso corto y tierno en mis labios.-Lléname de tu esencia, Armando~.-rasguñó mi espalda abrazándose a mi cuello con fuerza, apretó el agarre a mis caderas y mi miembro en su interior, solté un gemido alto.
-Joder, Jack~.-mordí mis labios arqueando mi espalda hacia atrás al notar un cosquilleo en mi abdomen bajo.
-Grúas~.-aferró sus manos con fuerza a mi cuerpo.
Acaricié sus muslos moviéndome dentro de él, estaba apretado y yo me encontraba al límite.
Solté un gemido agudo terminando dentro de él, que tembló y apretó más mi miembro adentro suyo.
-Quiero segunda ronda~.-dejó varios besos en mi rostro mirando mis ojos.
-No me lo digas dos veces, amor mío~.-abracé sus caderas dando embestidas rectas y firmes directas a ese punto.
Pasó sus manos por mi pelo uniendo nuestros labios en varios besos cortos.
Juntamos nuestras manos entrelazando nuestros dedos mientras seguíamos dándonos placer a diferentes ritmos, con cariño, con fuerza, lento, en su punto...
Él era mi rey, y yo seguía sus órdenes.
Tuvimos una magnífica noche de placer, no paramos hasta el amanecer para poder descansar abrazados. Nos amamos como a nada y follamos con todo.
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Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)
RandomArmando Grúas y Jack Conway eran un alfa y un omega que iban por este camino de la vida solos, cada uno dirigía su manada. Armando el taller y Conway la comisaría. Ambos pensaban que siempre sería así. Solo tenían su trabajo. ¿Una vez que llegaban d...