Segunda ronda

1K 84 6
                                    

*Esta parte incluye contenido sexual*

(Conway)
Según terminé de comer observé a Armando y palmeé un sitio a mi lado en la cama.
Se sentó y me miró.
Me acerqué a él para sentarme en sus piernas y apoyar mi cabeza en su pecho, recostándome y agarrando el mando de la televisión para poner algo.
Nunca la veía, pero me apetecía.
Armando rodeó mi torso con sus brazos poniendo sus manos en mi abdomen y apoyando su barbilla en su hombro.
Me puse un programa cualquiera, uno que ni siquiera sabía que existía.
Miraba de reojo a Armando, que observaba atento la televisión.
Me di la vuelta para mirarle mejor, quedando frente a frente y haciendo que él desviara su atención de la tele a mí.
Yo ya había vivido dos embarazos y sabía como iba eso, por lo que conocía los efectos que los cambios de hormonas podían causarte.
Pensé que no me iba a dejar llevar por ellos, pero era casi inevitable.
Tenía demasiadas ganas de Armando.
Me abalancé sobre él, devorando sus labios a mi paso. Correspondió y miró mis ojos con curiosidad.
Intenté controlarme, pero al no poder hacerlo bajé el beso hasta su cuello, dejando pequeñas mordidas en él.
Quería que cuando la gente lo viera supueran todos que me pertenecía. Que era el padre de mi bebé y que era solo mío por mucho que no lo fuera.
Sabía que no éramos nada, pero mis burbujeantes hormonas decían lo contrario. Grúas era mío.
Recorrí todo su cuello, olisqueándolo y dejando marcas a mi paso.
Me paré en su yugular para hacerle unos chupetones, quería que se notara bien que tenía dueño.
Armando acariciaba mi espalda suavemente soltando jadeos bajos.
Subí a su oído para susurrarle mientras mordía el lóbulo de su oreja levemente.
-Eres mío, solo de mi propiedad. Hazme tuyo, Grúas.~
-Estás seguro? Puede que el bebé te esté afectando. En serio quieres que te lo haga?-me susurró con un tono algo serio, se le notaba que estaba intentando no dejarse llevar por si acaso todo esto era una mala pasada mía por el embarazo.
Al notar su actitud, puse mis manos en sus hombros para tener un buen agarre y comencé a restregarme sensualmente con una sonrisa contra su miembro para despertarlo.
-Acaso no quieres?~-susurré contra sus labios.
-Claro que quiero, lo que me preocupa es que tú no.-me miró a los ojos.
-Pues claro que quiero, no me ves? Hazme tuyo, solo tuyo. Quiero que según me vean sepam que te pertenezco. Que llevo en mis entrañas un hijo tuyo. Házmelo.~
Armando me miró a los ojos y asentí para que prosiguiera, por lo que se mordió los labios y se acercó más a los míos, cortando la distancia entre nosotros en un apasionado beso del que tomó el control.
Acaricié su barba y me abracé a él al notar como me recostaba en la cama para posicionarse encima mío con cuidado.
Pasó sus manos por mi torso acariciando su camiseta para subirla lentamente y quedarse mirando mi abdomen.
-Voy a ir con cuidado, vale~-murmuró y me dió un pico en los labios.
-Tú siempre vas con cuidado~.-correspondí al pico para asentir y ver como acariciaba suavemente mi abdomen.
Deslizó la camiseta por mis brazos y la dejó caer al suelo para dejar besos en mi pecho, poniendo sus frías manos en mi espalda baja, lo cual provocó un escalofrío en mi columna.
Fue bajando con cuidado dejando besos húmedos por mi torso hasta llegar a mi abdomen, en el que dejó besos por cada rincón con mucha delicadeza y cariño.
Volvió a subir a mis labios para besarme mirándome fijamente a los ojos preguntándome si quería seguir con la mirada.
Asentí correspondiendo al beso y subiéndole el ritmo.
Dejé mis manos en sus hombros, clavando las uñas en ellos levemente mientras él jugaba con el elástico de mi pantalón.
Metió su mano en él acariciando mis muslos y separando mis piernas para dejar una a cada lado de sus caderas, colocándose así entre ellas y rozando su miembro despierto con mi cuerpo.
Comenzó a bajar mis pantalones poco a poco hasta dejarlos caer por completo y separarse del beso para mirar mis bóxers.
Bajó hasta ellos, acariciando mis muslos para morder el elástico de estos y bajarlos con la boca, sacando mi muy despierto pene a su paso.
Dejó un beso en la punta de este para darle una lamida con una sonrisa.
Llevó su lengua de nuevo a su boca para saborearme y volvió a mi miembro para besar toda su longitud, que no era poca.
Bajó sus manos a mis glúteos para apretarlos y acariciarlos con sus grandes manos mientras introducía mi glande en su boca.
Hizo círculos en la punta de mi amiguito con su lengua mientras acariciaba mi entrada con sus dedos.
Agarré fuerte las sábanas y las apreté por el placer que me estaba causando mientras observaba sus acciones muy exitado y sonrojado.
Llevé mi mano a su pelo, para acariciarlo.
Subió su mirada hacia mí y volvió a subir hasta mi cara colocándose de nuevo entra mis piernas, para dejarme suaves besos cortos en los labios.
Comenzó a desabrochar sus pantalones para bajarlos y dejarlos caer.
Bajé mis manos por su espalda hasta su ropa interior y metí mis manos en ella para acariciar sus caderas e irla bajando poco a poco.
Noté su erección en mi abdomen y mordí mis labios para quitarle por completo su prenda y llevar mis manos hacia allí.
Acaricié su miembro mientras dejaba picos en sus labios
Lamí sus labios y atrapé su labio inferior entre los míos para succionarlo.
Separó un poco más mis piernas para dejar caricias en ellas con la punta de su miembro.
Suspiramos de placer y deseo por lo que agarré con dos dedos el miembro de Armando para guiarlo hacia mi entrada.
Le necesitaba dentro ya.
Armando, al notar mis intenciones fue introduciéndose en mí lentamente mordiendo suavemente mis labios.
Me abracé a su cuello al notar como empezaba a embestirme despacio mientras nos fundíamos en un beso lento y con mucho amor.
Gemí en el beso y acaricié su cuello y pelo mientras nos mirábamos fijamente a los ojos.
Gemí más fuerte al notar como me embestía con más velocidad.
Me agarró de la cintura para atraerla hacia él y comenzar a embestirme con algo más de fuerza y profundidad sin dejar atrás el cuidado.
Me dispuse a escuchar atento el sonido de nuestras pieles chocar, era un sonido tan jodidamente excitante...
Suspiré fuerte al notar como llegaba a mi punto y arqueé mi espalda por el placer.
Acarició esa parte de mí para que me relajara, cosa que consiguió.
Me abrazó fuerte mientras me daba embestidas rectas y besaba mis mejillas.
Busqué sus labios y los besé con ansias metiendo mi lengua en su boca.
Comencé a mover mis caderas levemente para ayudarle a penetrarme entre gemidos altos.
Solté un gemido fuerte al notar como se corría en mí y me abracé todo lo posible a su cuerpo.
Seguidamente, me corrí entre nuestros abdómenes, por lo que agarró mi semen y lo llevó q su boca tomándoselo.
-Sabes muy bien~.-sonrió y beso mi mejilla para voltearme y recostarme en su pecho.
Dejó un beso en mi coronilla y acarició mi espalda mientras me tapaba con las mantas con cuidado.

Armanway, lobos solitarios (Armanway/Volkway)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora