Capítulo 25.

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Hemos estado toda la mañana los tres juntos, mientras Caleb estaba ayudando a Leti con los deberes, yo recogía la casa y hablábamos del mil cosas con la niña.

Es increíble como he podido llegar a mantener una conversación con Caleb sin discutir, sin alteraciones y sin reproches.

He bajado al supermercado a comprar pescado para hacer de comida. Hoy he decidido que me iba a quedar a pasar el día con Leti y que iba a dormir también con ella. He avisado esta mañana a mis tíos para que no se preocupasen por mí y respondieron alegres.

-Voy a estar en la cocina, por si necesitáis algo-les digo a ambos.

Caleb y Leti están viendo la película de Peter Pan en la televisión y ambos asienten con la cabeza en modo de respuesta hacia mí.

Entro a la cocina y cierro la puerta para ponerme a cocinar. Cojo mi teléfono para poner música y pongo mi playlist.

"Beat it de Michael Jackson" Es la primera canción que suena.

Pongo los filetes de pescado al horno, ya sazonados, pongo unas patatas a hervir en una olla y ya solo queda esperar a que todo se haga.

Se abre la puerta de la cocina y veo a Caleb apoyado en el marco de dicha puerta.

-Preguntan por ti-dice él.

Le miro extrañada.

-¿Quién?-le pregunto yo.

-Hay dos personas en la puerta preguntando por ti, por favor, sal a verlo-dice Caleb.

Dejo el delantal que me había puesto para cocinar colgado en el gancho de la pared. Salgo por la cocina y dirijo mi mirada hacia la puerta.

No puede ser.

Maldigo una y otra vez para mis adentros mirando a las dos personas que están en la puerta de la casa de Caleb.

No soy capaz de articular palabra y menos de entender la situación que estoy viviendo.

Recuerdos, llantos, noches en vela, días enteros sin salir de la cama, todo eso viene a mi mente como si fuera un trailer de una película.

Philip y Angie están en la puerta.

-¿Qué estáis haciendo vosotros aquí?-grito enfadada caminando a paso firme hacia la puerta.

Ahora teniéndoles más cerca, estoy mucho más nerviosa. Me sudan las manos y me tiemblan las piernas.

-¿Podemos hablar?-dice Angie.

No la miro a la cara, solo puedo mirarla a la tripa de embarazada que tiene. Rezo todo lo que sé porque este momento no esté pasando de verdad, pero es inútil, si que está pasando y las dos personas que más daño me han hecho están parados delante mía ahora mismo.

-Por supuesto que no, no sé cómo cojones habéis conseguido localizarme, pero fuera de aquí-les digo.

Se me están empañando los ojos. Sé que voy a llorar, porque noto como los ojos se me llenan de lágrimas, pero no quiero darles el gusto de que me vean llorando por ellos.

-Manu, él nos dijo que estarías aquí-dice Philip.

Siento como un puñal atraviesa mi pecho. Dolor, rabia, ira, engaño, todas esas emociones se apoderan de mí.

¿Cómo ha sido Manu capaz de hacerme esto a mí? ¿En qué momento ha pensado que esto sería buena idea? ¿Cómo se le ha ocurrido si quiera decirles que vinieran a verme? ¿Cómo ha podido fallarme la única persona en el mundo que pensaba que no me fallaría nunca?

Miles de preguntas, ninguna respuesta. Esto me está destrozando por dentro.

-¡No es verdad!-grito intentando convencerme a mi misma de que Manu jamás me haría algo así.

-Cloe, sabemos que te fallamos y nunca te pedimos perdón por ello, sabemos lo mal que lo pasaste por nuestra culpa y solo queríamos decirte que lo sentimos, pero que nos enamoramos y no pudimos evitarlo-se atreve a decir Angie mirándome a los ojos.

-Eres una maldita puta-digo enfadada y con rabia.

Avanzo unos pasos hacia delante, saliendo de casa y dirigiéndome directamente hacia ella, con toda la rabia del mundo, dispuesta a meterle el puñetazo que le tendría que haber pegado en el momento en el que me enteré de lo que me había hecho.

Noto como alguien coge de mi brazo y me aleja de Philip y de Angie. Miro dirección a la mano que me cogen y sé perfectamente que es la de Caleb.

-Entra en casa-dice Caleb.

-¡Suéltame!-chillo ordenándole a Caleb.

Caleb consigue situarme en el interior de la casa y veo como sus ojos, se llenan de rabia y se dirige hacia esos dos cabrones.

-Fuera de mi casa-les ordena.

-Tú no vas a decirme lo que debo de hacer-le dice Philip desafiante.

Sin casi haberme dado cuenta, Caleb le pega un puñetazo directo en la cara a Philip. Por un momento me alegro de que alguien le haya dado su merecido pero no tardo en darme cuenta de la situación real. Leti está asustada en el sofá de casa y en ningún momento había pensado en que ella no se merecía ver esto, por lo que decido inmediatamente coger a Caleb del brazo y frenarle.

-Caleb ya basta, Leti está aquí por favor-digo intentando convencerle para que deje la violencia a un lado por un momento.

Caleb, me mira fijamente, yo hago lo mismo. Después dirijo la mirada de nuevo hacia Philip y Angie.

-Iros de aquí, creo que os dejé bastante claro a ambos que no os quería volver a ver en mi puta vida, no sé en qué momento se os ha pasado por la cabeza que os iba a recibir de buena manera pero lo que está claro es que no ha sido así, ni lo será nunca, así que por favor ya bastante daño me habéis hecho ahora si nos importa dejarme en paz-digo sin casi poder respirar, de la forma tan rápida en la que digo cada una de mis palabras.

Caleb no dice nada, solo cierra la puerta.

Yo no puedo evitar romperme en llanto, acabo de perder toda la fuerza que tenía y sin pensarlo, ni un segundo me siento en el suelo, apoyando la cabeza en mis piernas y temblando de la rabia.

-Leti cariño, te voy a llevar a la habitación un rato-oigo que le dice Caleb a la niña.

Después de escuchar la puerta de la habitación de Leti cerrarse, noto unas manos acariciándome los brazos. Miro hacia delante y veo a Caleb de cuclillas mirándome fijamente.

-Déjame en paz, por favor-le digo.

-¿Quiénes eran esos?-me pregunta bastante enfadado.

-No te importa, ahora por favor déjame en paz, lo último que quiero en este mundo, ahora es tener que aguantar uno de tus enfados por favor-le dijo volviendo agachar mi cabeza en mis piernas.

-Cloe, te lo voy a volver a preguntar y no me sirve esa respuesta, porque sino la forma que voy a tener para enterarme no te va a gustar te lo aseguro-dice con tono enfadado y desafiante.

Decido volver a mirarle y apoyar la espalda en la pared del salón. Sigo llorando a lágrima tendida y no soy capaz de parar de hacerlo.

-Philip era mi ex y ella mi mejor amiga, un día les pillé juntos, me habían estado engañando durante meses-me atrevo a decir, sin casi poder hablar por las lágrimas.

-Malditos hijos de puta-dice levantándose del suelo.

Un golpe de suerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora