Un golpe de suerte

Capítulo 107.

(Narrado por Leti)

Hoy, como cada viernes de todas las semanas hemos quedado para comer en casa de Cloe. Ya es rutina desde hace muchos años. Ella se acabó mudando a esa preciosa casa que le gustaba a Caleb, en muestra de respeto y cariño.

Cloe tuvo que luchar mucho para poder quedarse conmigo y ser mi tutora legal, costó meses conseguirlo, pero al final, nos quedamos juntas y yo la ayudé todo lo que pude siendo una niña cuando nació su hijo, Caleb.

Le llamó igual que mi hermano. En cuanto supo que era un niño, decidió que se llamaría igual que su padre.

Cloe según pasaban los años se fue distanciando de todos, dejó de llamarnos y dejó de querer vernos, supongo que al final todo le recordaba a mi hermano, así que entre todos decidimos, que solo nos veríamos los viernes para recordar que Caleb, nos dejó un viernes.

Mi sobrino, el que ya es un hombre adulto y casado con dos hijos, es uno de los abogados más importantes de Barcelona y disfruta de una vida plena y feliz.

Cuando cumplí la mayoría de edad, me fui un tiempo a vivir a Alemania, donde conocí la que hoy en día es mi mujer, Emily y de la que estoy plenamente enamorada.

Manu y Sara se divorciaron años después, al poco de nacer su primer hijo, pero la vida les volvió a juntar y ahora, tienen tres hijos más. Son una gran familia.

Martina y Diego fundaron una empresa de coches, de alquiler y compra de coches a la que llamaron "M y D" por sus iniciales, nunca tuvieron hijos propios porque Martina tenía problemas de fertilidad, pero sí que tuvieron un montón de perros, a los que tratan como si fueran eso, sus propios hijos. Años después, adoptaron a una niña de China, que sus padres habían abandonado.

Y de Arnau y Lara, no sabemos gran cosa, ella encontró el amor y se mudó fuera de España. Arnau, desapareció del grupo y lo último que supimos es que estaba viajando por el mundo.

Los tíos y la madre de Cloe murieron con los años, por vejez. Pero también fueron felices, cada uno a su forma.

Cloe ya tiene 90 años, es una señora muy sencilla, callada y seria. Quien la conoció años atrás, no diría que es ella. Desde que perdió a mi hermano su brillo y su esencia se apagaron, hasta que se convirtió en lo que es hoy, un alma en pena, deseando irse con su querido Caleb.

Nunca volvió a estar con nadie y eso que siempre tuvo pretendientes. Era guapa, de las mujeres más guapas que he visto en mi vida, pero nunca quiso a nadie que no fuera Caleb y rechazaba a todos y cada uno de esos pretendientes que se la acercaban.

-¡Cloe ya estoy aquí!-grito para avisarla.

Siempre soy la primera en llegar para ayudarla a preparar la comida y el resto de cosas para los demás.

-¿Cloe?-pregunto al ver que no responde.

La veo a lo lejos, sentada en su mecedora, con una carta en las piernas, como siempre.

Todas las semanas escribe una carta para que yo la lleve al cementerio para dejarla en la tumba de Caleb, antes lo hacía ella, pero ya no puede, por lo que ahora soy yo quien lo hace.

Me acerco a ella y entonces puedo entender el porqué no me ha respondido antes...Ahora lo entiendo, ella también nos ha dejado.

La doy un beso en la frente y la digo adiós susurrando en su oído antes de avisar a todos de lo que acaba de pasar.

Lloro mientras cojo la carta de sus piernas y decido leerla, aunque nunca antes lo había hecho.

"Querido amor mío, te escribo como cada semana para recordarte lo mucho que te amo y te echo de menos. ¡Oh querido! Que ganas tengo de que nos podamos volver a encontrar para ser felices de nuevo juntos. Te echo tanto de menos vida mía. Todos están muy bien, son felices, pero también te echan de menos, hoy vienen a verme, pero no me apetece, solo me apetece irme contigo y poder dejar este dolor que me causa tu ausencia. Gracias por haber sido mi amor, por haber sido mío y por ser siempre mi motivo de seguir luchando y viviendo, para que cuando me vuelvas a ver, me veas guapa y fuerte, como lo eras tú, lo nuestro fue mágico y épico, un amor incondicional de los que hoy en día ya no quedan vida mía. Lo nuestro fue un golpe de suert"

Leo la carta y cojo el bolígrafo para poner la última "e" que le falta a la frase. Por lo que me doy cuenta de que ha muerto escribiendo la carta. Me alegra saber de que ha sido pensando en mi hermano como ha dejado este mundo y me alegra saber de que por fin están juntos, por mucho que me duela su pérdida, soy feliz sabiendo que ellos vuelven a encontrarse juntos.

Se amaron muchísimo, más de lo que nadie pueda imaginar, pero yo lo sé, lo sé porque yo estuve ahí en cada momento, siendo una niña aprendí y entendí que quería que alguien me amase tanto como Cloe a Caleb y que alguien luchase por mí como Caleb por Cloe.

Tuvieron la gran suerte de encontrarse y de amarse cada día que pasaron juntos, de aprender el uno del otro y de demostrar que si alguien quiere algo, lucha por ello. Estoy segura de que Caleb no sabía lo que era la suerte hasta que Cloe entró un día por casa y empezó a poner su mundo patas arriba y a plantarle cara, sé que se enamoró de ella por eso, por lo que ella le enseñó y le cambió, pero eso es lo que más admiro de Cloe, que a pesar de todo lo malo, siempre vió en mi hermano, un hombre bueno, siempre confió en él y le amó todo lo que un ser humano es capaz de soportar.

Y es cierto lo que siempre decía ella, su amor fue un golpe de suerte.