Capítulo 70.

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Después de darme una ducha, secarme el pelo y hacerme unas ondas, salgo del baño y camino a la habitación para maquillarme y elegir qué ponerme de ropa hoy.

Pongo un poco de sombras nude en mis ojos y pinto mis pestañas bien cargadas de rímel negro oscuro para que me resalten más los ojos. Aplico base de maquillaje y contorno en mi cara, perfilo mis cejas y aplico gloss en mis labios, resaltando con perfilador las partes de fuera.

Cara lista. Solo me falta la ropa.

Abro el armario y miro en la sección de vestidos pero ninguno me parece adecuado para hoy. Necesito ir de compras con Martina y renovar un poco mi armario, ya casi no me gusta nada de lo que tengo.

Me decido en coger unos pantalones de vestir de tiro alto negros y de arriba opto por un body de encaje color negro también. Voy demasiado oscura pero los pantalones tienen botones dorados por lo que me pondré tacones del mismo color y si salgo de fiesta, llevaré un bolso dorado que me venía de regalo con los tacones que voy a ponerme.

Una vez lista salgo de la habitación. Leti está en su habitación vistiéndose y Caleb en el baño duchándose.

Me encantaría no haberme duchado para entrar en el baño con Caleb y disfrutar de una ducha juntos, en la que probablemente haríamos de todo menos ducharnos.

Pero aunque me encante la idea, decido caminar hacia la habitación de Leti y ayudarla con la ropa.

-¡Hola cariño!

-Hola Cloe, mira voy a ponerme esto-me dice la niña.

Me muestra un vestido morado, unos leotardos blancos y unas botas moradas.

-Precioso, me encanta, vas a estar guapísima ya lo verás-la digo.

-¿Me ayudas a peinarme? Pero vestirme lo hago sola que ya soy una niña mayor.

Tiene razón, es una niña muy mayor, o al menos es demasiado mayor de mente para la edad que tiene. Es una niña tan interesante e inteligente que parece que tenga más años de los que tiene.

Me da pena que sea así por todo lo malo que ha tenido que pasar, pero me recuerda tanto a mí en ese aspecto, en el tener que haber madurado antes de tiempo para ser capaz de soportar todo. Cuando yo tenía sus años estaba a punto de conocer el dolor más grande de mi vida, mi padre.

Y ahora años después, he tenido que soportar verle morir, después de todo lo que le he odiado, he tenido que soportar otra vez que ese hombre me hiciese daño. Y ahora también, estoy enfadada con mi madre, a veces sufriendo por Caleb y cuidando de una niña como si fuese mi hermana pequeña o más bien una hija.

Qué increíble es la vida a veces y que de cosas pueden pasar por solo tomar una decisión.

A veces me pregunto qué hubiera pasado si no hubiera venido a Barcelona, o si no hubiera tocado por primera vez el timbre de esta casa.

No hubiera conocido a Caleb, eso seguro, pero a veces me pregunto si hubiera evitado quizás la muerte de mi padre. Ahora también tendría relación con mi madre, no me hubiera enfadado con mi primo Manu por el error que cometió y seguiría viviendo en mi gran casa de Londres.

¿O quizás el destino quería que conociese a Cale?

¿De verdad que esto es lo que la vida me tenía preparado? Una vida de peleas, de golpes, de fiestas, de discusiones y de dolor...

No, merezco más, mucho más y sé que voy a conseguir vivir una vida plena y feliz. Pero también espero con todo mi corazón que esa vida sea compartida con Caleb.

Un golpe de suerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora