-¡Hora del karaoke!
El DJ grita por el micrófono que todo el que quiera puede subir al escenario a cantar.
Martina me mira y me guiña un ojo, no tarda ni cinco segundos en dejarme sola para ser la que inaugura el karaoke.
Intento acercarme al escenario todo lo que puedo para verla desde cerca.
-Bien, quiero que todo el mundo escuche la pedazo de canción que os voy a cantar ahora-grita Martina mientras da saltos sobre sí misma para animar a la gente.
Yo aplaudo y grito para animarla a ella.
-No...No intentes disculparte, no juegues a insistir...
Martina comienza a cantar la canción "No" de Shakira y yo sinceramente no puedo alucinar más con la pedazo de voz que tiene para cantar.
-¡Wooooooow!-chillo impresionada.
Canto a su vez y todo el mundo hace lo mismo.
Al finalizar la canción Martina tira un beso al aire y se me queda mirando.
Sé lo que significa.
Niego con la cabeza.
-Y ahora mi mejor amiga Cloe, va a continuar con el karaoke. ¡Un aplauso por favor!-grita Martina.
No subo al escenario e intento caminar hacia atrás pero me topo con los cuerpos de la gente.
-¡Todos juntos chicos! Cloe, Cloe, Cloe...
Todo el mundo grita mi nombre y aunque me muero de la vergüenza porque no me gusta cantar delante de nadie acabo decidiendo subir al escenario.
-Me las pagarás-le digo a Martina mientras cojo el micrófono de su mano.
-Yo también te quiero amiga-me dice.
-Hola-le digo a todo el mundo desde el escenario.
-¡Canta!-grita un chico.
Suspiró un par de veces antes de llevarme el micrófono a la boca. Cierro los ojos y me decido a hacer lo que nunca pensé que haría.
-A drop in the ocean...
Sigo cantando la maravillosa canción de Ron Pope mientras que en mi mente solo puedo imaginar mil escenarios románticos con Caleb. Aún sabiendo que no es una canción tan bonita como parece y que habla más de dolor, de un amor no correspondido...Parecido a lo que pasaba al principio con nuestra relación, yo me estaba enamorando y Caleb ni si quiera estaba interesado en mi.
Los aplausos y los gritos de ánimo no tardan en aparecer en cuanto termino de cantar la canción.
No sé cómo sentirme, jamás había cantando delante de tanta gente y mucho menos me habían animado por cantar.
-Gracias.
Veo que Marcos aplaude desde la barra y silba.
Bajo del escenario y Martina me abraza.
-No entiendo que lo tengas tan callado amiga, cantas como los putos ángeles-grita emocionada.
-Exagerada.
-Vamos a por un chupito.
Martina me agarra la mano y me lleva a paso acelerado hacia la barra.
-¿Qué os pongo?-pregunta Marcos.
-¡Chupitos de tequila!
Marcos nos pone los chupitos, el limón y la sal. Para mi sorpresa, también sirve un tercero que imagino que va a beberse él con nosotras.
-Brindemos por ti Cloe-dice Marcos.
Efectivamente. Ese tercer chupito era para él.
Al instante en que el tequila toca mi garganta, empiezo a estar bastante más borracha que antes lo que no me gusta absolutamente nada.
Martina desaparece entre la multitud de gente ya que su amiga Amanda ha venido a ofrecerle cantar una canción a dueto.
-Antes te has ido-me dice Marcos.
-Oye, lo siento. No me encontraba bien y no quería molestarte en un rato de descanso.
-¿Molestar tú? Imposible.
Que mono. Pienso.
Basta Cloe. No puedes pensar ese tipo de cosas de alguien que acabas de conocer y menos de un hombre, tienes a Caleb.
Pienso una y otra vez para mis adentros para auto convencerme de que esto está mal.
-Cuéntame algo de ti-me dice.
-Mi vida no es muy interesante, estoy buscando trabajo, mi mejor amiga es una loca y...Ya está-digo omitiendo la parte de Caleb.
¿Por qué no le cuento que tengo a un hombre al que amo con todo mi corazón esperándome en casa?
-Creo que detrás de todo eso hay cosas más interesantes y que eres una caja de sorpresas, pero hay algo que me sorprende...¿No tienes novio?
Mierda. Llegó la pregunta.
-No-digo cortante.
No le mientas.
O bueno, realmente no le estoy mintiendo, en ningún momento Caleb y yo hemos formalizado esto y no estoy mintiendo a nadie.
Amo a Caleb, pero no es mi novio y ahora mismo no estoy haciendo nada malo, debería de no preocuparme tanto por tonterías como esta.
-Pues entonces, Cloe, me gustaría saber si me concederías el honor de invitarte a salir.
No le contesto. Me voy corriendo.
Definitivamente el correr solo ha hecho que el alcohol me haya sentado peor, ahora todo me da vueltas.
Salgo de la discoteca y me siento en la calle, busco mi teléfono y marco el número de Caleb.
-Mi chica, ¿todo bien?-me pregunta.
-Yo...No...-no puedo ni continuar la frase.
-¿Dónde estás?-me pregunta.
-No, l...o sé...
-Vale, voy para allá, sé cuál es tu ubicación.
-¿Qué?-intentó gritar.
Me encantaría decir que recuerdo algo más. Solo recuerdo chillidos y a la gente hablando.
-Será mejor que te vayas de aquí chico, su novio viene en camino y como te vea aquí, no quiero decirte lo que te va a hacer-oigo la voz de Martina.
-¡Ella ha dicho que no tiene novio!-grita Marcos
-Pues lo tiene y será mejor que no te vea por aquí, no creo que a Caleb le haga mucha gracia.
-Espera. ¿Caleb Brown?-pregunta Marcos.
-El mismo.
No oigo nada más que pasos corriendo y a la gente intentando reanimarme. Sé que no me pasa nada grave soy consciente de que estoy borracha pero no es nada preocupante, solo tengo sueño.
-¿Te la llevas una puta noche de fiesta y acaba así? ¡Eres gilipollas Martina! Lárgate de aquí.
Oigo la voz de Caleb, enfadado con Martina. No consigo escuchar mucho más.
-Caleb...-consigo decir.
Noto como alguien me lleva en brazos y por el olor que desprende me doy cuenta en seguida que es Caleb quien lo hace.
Por fin me siento segura y en paz.
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Un golpe de suerte
Teen FictionCloe y Caleb son dos polos opuestos, dos mundos diferentes, dos vidas paralelas, sin nada en común. Cloe cambia su vida de la noche a la mañana cuando decide mudarse de Londres a casa de sus tíos de Barcelona, desde ese momento, todo lo que se le av...