Ya estamos por fin todos sentados en la mesa y cenando. Hablando y riéndonos. Ellos me cuentan anécdotas de cuando eran más pequeños y alguna que otra sobre Caleb. Ha sido siempre un rebelde.
Sus padres ya no sabían qué hacer con Caleb porque por más que le castigaban siempre acababa haciendo algo más.
Recuerdo que Martina me dijo hace un tiempo que Caleb se volvió peor desde que sus padres murieron, por lo que no quiero imaginarme que pasaría si sus padres le hubieran visto. Pero si se una cosa, estarían orgullosos de ver cómo al menos se esfuerza, como yo también lo estoy.
Se que no es fácil de entender, a cualquier persona que se lo cuente, pensaría que estoy loca y si, quizás lo estoy. Quizás el amor me ciega.
Pero últimamente noto cambios en Caleb, al menos un pequeño esfuerzo que antes no. Antes Caleb pasaba de todo, hasta de su hermana muchas veces. Ahora no, ahora le tengo a mi lado, sentado con nuestros amigos y su hermana, con una mano apoyada en mi pierna y riéndose sin parar.
Casi nunca he visto sonreír a Caleb y menos reírse, para mí esto es algo nuevo. Y me gusta, pero mentiría si no digo que también me asusta.
Me da miedo que no le dure esta actitud, que vuelva el Caleb odioso y malhumorado de siempre. Ese bruto, egoísta y chulo que tanto odio.
-Por cierto, ¿alguien sabe algo de Manu y Sara?-pregunta Caleb.
-Están desparecidos, lo último que escuché es que se rumoreaba que se iban a casar-comenta Diego.
-¿Perdón?-pregunto sorprendida y alterada.
-No recuerdo quien lo dijo, Arnau quizás, que Manu estaba pensando en pedirle matrimonio o algo de eso...-dice Martina.
-No creo. Nos lo hubieran dicho, a ver, soy su prima y Caleb es su mejor amigo.
-Bueno, Manu y yo no es que estemos ahora mismo muy unidos que se diga, desde aquello...No hemos vuelto a hablar mucho-dice Caleb.
Quiero pensar que se echan de menos, al fin y al cabo son mejores amigos. Sé que Manu ha ayudado mucho a Caleb y que siempre han sido uña y carne, pero también entiendo que se hayan distanciado, Manu se comportó mal y Caleb...Se ha comportado peor conmigo y mi familia.
También es cierto que yo he afectado mucho en que Diego y Caleb ahora estén más unidos. El hecho de que Martina y yo nos hayamos vuelto inseparables y que Diego se haya convertido en un gran apoyo para mí también ha hecho que Caleb pase más tiempo con Diego, por lo que es normal que en este tipo de situaciones se unan caminos y otros se separen.
-Está todo buenísimo-digo intentando cambiar de tema.
Caleb me mira extrañado, me conoce demasiado como para saber que yo nunca me haría un cumplido a mi misma. Es solo que no se me ocurría otra cosa para cambiar de tema. No quiero hablar de Manu, no quiero hablar de mi familia.
Últimamente las personas que más he querido siempre y quienes más me han apoyado, son las más lejanas a mi, con las que ya no hablo y en las últimas personas que confío.
Es triste si, pero siento que cada cosa que haga o diga, van a juzgarme. Por eso tampoco quiero cogerle el teléfono a mi madre, porque después de todo lo que pasó con Caleb en Londres, sé que lo primero que me dirían mis tíos es que debo hablar con ella, o que su sobrina está cambiando o que no estoy actuando como una persona adulta y aunque parezca que no, ya lo sé, pero no quiero escucharlo más.
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Un golpe de suerte
Roman pour AdolescentsCloe y Caleb son dos polos opuestos, dos mundos diferentes, dos vidas paralelas, sin nada en común. Cloe cambia su vida de la noche a la mañana cuando decide mudarse de Londres a casa de sus tíos de Barcelona, desde ese momento, todo lo que se le av...