"Bienvenida a la fiesta de las peleas"
La frase de Martina se repite constantemente en mi cabeza. Sigo sin entender nada y no puedo parar de mirar hacia la pelea que tengo enfrente de mis narices. Caleb está destrozando la cara del otro chico. Lo que más rabia me da es que la gente que tengo alrededor anime y apoye esto.
-Esto es una masacre-digo.
-Este es nuestro mundo-dice Arnau.
No puedo creer que mi primo me haya traído a esta fiesta, sabe que odio la violencia por el tema de mi padre. A mi padre, el alcohol le volvió violento, y cada noche aparecía con un golpe nuevo en la cara que le habían hecho la gente a la que debía dinero o gente de los bares, a los que solía ir a beber.
Me quedo paralizada, intentando asimilar la situación, no puedo entender que haya una fiesta que se llame "la fiesta de las peleas", todo esto es absurdo. Ojalá no hubiera venido.
Caleb se proclama vencedor cuando el otro chico no puede ni siquiera levantarse del suelo. Todo el mundo lo celebra.
Un chico de mediana estatura se acerca a Caleb con un sobre y este lo coge después de estrecharle la mano.
-Quien gana, se lleva una cantidad de dinero-me explica Martina.
-Lo siento, no entiendo esto.
A Martina se le cambia la cara cuando ve aparecer a un chico rubio de ojos negros, alto y de la misma corpulencia que Caleb.
-¿Qué haces aquí Diego?-pregunta Martina.
-¿Dónde está Caleb?-pregunta el chico.
-Acaba de ganar la pelea-le dice Martina.
Sin entender nada de lo que está pasando, me quedo parada observando la conversación de Martina con el otro chico. No quiero hacer preguntas porque supongo que no me gustaría la respuesta.
Veo cómo Caleb se dirige rápidamente hacia nosotros y con la cara totalmente descuadrada.
-¿Qué cojones haces aquí?-le chilla al chico.
-Caleb es tu hermana-dice.
Se me abren los ojos como platos al escuchar la frase, en toda la noche ni siquiera me había acordado de Leti. Ni siquiera cuando vi a Caleb aquí pensé en ella.
¿Cómo no pude pensar en ella, cuando vi que su hermano estaba en la fiesta? ¿Cómo no pude pensar en donde la habría dejado para que él pudiera venir aquí?
Ahora entiendo que me pidiese el favor de quedarme esta noche con ella, era para que él pudiese venir hoy a la maldita fiesta.Veo como la cara de Caleb cambia por completo, diría que sus ojos están llorosos y tiene una expresión de preocupación.
-¿Dónde está?-chilla Caleb.
-Puedo explicarlo, te lo juro-dice el chico.
Caleb se abalanza hacia el chico y yo rápidamente me pongo entremedias de los dos.
-¡Quítate!-me chilla Caleb.
-¡Para!-grito ordenándole.
Le cojo de los brazos y le miró fijamente a los ojos y él me devuelve la mirada. Es la primera vez que nos miramos fijamente estando tan cerca. Y también es la primera vez que no nos miramos solo para discutir.
-Está en el hospital-dice por fin el chico.
Me giro directamente para mirar al chico y me llevo las manos a la cabeza, imaginándome la peor de las situaciones. Vuelvo a mirar a Caleb pero esta vez no es para chillarle. Cojo su brazo y me quita la mano de inmediato, me aparta de su camino y se vuelve abalanzar sobre el chico.
-¿Qué cojones ha pasado Diego?-grita Caleb.
-Se ha caído por las escaleras de mi casa-dice.
Martina corre hacia el chico y le abraza.
-Amor, ¿cómo ha pasado?-le dice Martina.
Es su novio. El tal Diego es el novio de Martina.
-Está en el hospital Dos de Maig, está bien pero se ha golpeado en la cabeza y la dolía la rodilla-dice Diego.
-Me voy, me voy ahora mismo-dice Caleb.
-Voy contigo-digo.
-No, no pintas nada allí, es mi hermana-dice.
-¡Y tú hermana no estaría en un hospital si tú no tuvieras la mala cabeza de venir a pegarte por un puto sobre de dinero!-le digo chillando.
-Y si tú te hubieras quedado con ella esta noche tampoco-me recrimina.
-¡Es tú hermana!-le digo.
-Pero te pago porque tú cuides de ella-me dice.
-¡Qué te calles Caleb y vamos al puto coche!-le digo.
-No vas a venir.
-Caleb si tú no me llevas en el coche, voy a coger un taxi y no me pagas tanto como para estar pagando transporte.
No dice nada y camina hacia el aparcamiento, yo le sigo por detrás, sin decir ni una palabra.
Se para en un SEAT Ibiza negro y abre el coche, corro hacia el lado del copiloto para que no sea capaz de dejarme aquí y monto en el coche.
Le oigo maldecir en voz baja mientras monta al coche. Pisa el embrague y con un botón automático arranca. En cuestión de segundos estamos a 100 por autopista.
Miro por la ventana rezando que no haya pasado nada grave y que Leti esté bien. Sobretodo, por la cuenta que le trae a Diego si no quiere acabar muerto.
Caleb empieza a acelerar todavía más hasta el punto de llegar a no distinguir las líneas de la carretera. Veo el hospital cada vez más cerca de nosotros.
Hemos llegado. Aparca el coche en la puerta sin importar que no se pueda. Bajamos corriendo del coche y entramos en recepción.
-¿Dónde está Leticia Brown?-chilla muy enfadado.
-Disculpe señor con esas formas no puedo atenderle-dice la mujer de recepción.
-Disculpe, preguntamos por Leticia Brown, una niña de seis años, se ha caído por unas escaleras-intento hablar lo más calmada que puedo.
-Planta 3, habitación 303-dice la señora.
ESTÁS LEYENDO
Un golpe de suerte
Novela JuvenilCloe y Caleb son dos polos opuestos, dos mundos diferentes, dos vidas paralelas, sin nada en común. Cloe cambia su vida de la noche a la mañana cuando decide mudarse de Londres a casa de sus tíos de Barcelona, desde ese momento, todo lo que se le av...