Capítulo 51.

27 4 0
                                    

He podido descansar un poco y sé que me he tirado horas y horas durmiendo, pero es que últimamente lo único que me apetece y necesito es dormir para poder olvidar todo lo que ha pasado este tiempo atrás en mi vida. Si me mantuviese despierta, no sería capaz de soportarlo.

-Cloe por favor.

Oigo la voz de Caleb y quiero pensar que sigo dormida. Pero también sé que es mentira y que ahora mismo está sentado en la misma cama donde estoy yo.

Me pregunto cómo Martina y mi madre le han dejado entrar en la habitación, aunque una parte de mí cree que no ha sido así y se las ha tenido que apañar de alguna forma para conseguirlo.

-Vete-le digo.

-No quieres que me vaya, estás enfadada y lo respeto, pero no quieres que me vaya.

¿Pero cómo puede ser tan egoísta de decirme lo que me está diciendo? No soporto como dice las palabras con tanta seguridad.

-¡Quiero que te vayas! ¿Cómo has conseguido entrar?-pregunto desgarrada.

-Se fueron a dar un paseo y antes de salir yo de la casa, he cogido un juego de llaves para poder entrar cuando se fueran. No tengo mucho tiempo, si me pillan aquí van a llamar a la policía.

-Justamente lo que te mereces. Estoy a punto de llamar yo, me estás acosando.

-Déjame explicarte todo, por favor. No me diste la oportunidad de poder contarte las cosas, te fuiste y me dejaste solo allí en el hospital.

-Precisamente solo no te deje, te quedaste con tu compañía favorita, Lara. Con la cual también pasaste toda la noche y con la cual tuviste ese maldito accidente. No voy a darte ni una oportunidad más, ya te he dado más de las que merecías. Espero que te sientas orgulloso de verme así de destrozada por tu culpa.

-¡No me digas eso joder! No me digas que estás así por mi, por favor-dice con los ojos llorosos y gritando.

Su voz es diferente al tipo de voz que estoy acostumbrada a escucharle. Diría que es un tono de voz roto y cansado.

-¿Quieres que te mienta y te diga que no estoy así por ti? Bien, pues no voy a hacerlo. Estoy así por ti, por tu culpa, porque eres la peor persona que he conocido en mi vida-me atrevo a decirle.

Ya no lloro. Ahora solo me invade la rabia detenerle delante de nuevo y volver a discutir con él. Ahora solo siento odio y enfado. Estoy muy enfadado con él y también conmigo misma por estar dándole la oportunidad de volver a hablar conmigo. De una forma u otra siempre acaba consiguiendo lo que quiere y yo acabo siempre volviendo a caer en su juego. Caleb quería hablar conmigo y lo está consiguiendo. Ha vuelto engañarme.

-Por favor, déjame que te cuente cómo fue todo, déjame un minuto para contártelo.

-Bien, tienes un minuto.

-¿Qué? ¿De verdad?-dice.

Veo como sus ojos se emocionan y me mira con felicidad.

-Estás perdiendo tiempo-digo.

-Estuve con Lara, es cierto. Pero no del modo que te imaginas. Antes de conocerte a ti ella intentó cambiarme, ella intentó hacer de mí alguien bueno y diferente, pero nunca lo consiguió. Lara lleva enamorada de mí desde que somos unos críos y poco antes del accidente de mis padres empecé a enrollarme con ella de vez en cuando. Ella se ilusionó y yo jugué con sus sentimientos, porque yo nunca he querido, algo serio con nadie, no antes de conocerte a ti...-dice.

-No me sirve, no me estás explicando nada. Vete-le digo.

-Déjame terminar.

-Vale, pero no vuelvas a decir nada bueno sobre mi, no vuelvas a mentirme y menos digas que conmigo has querido formalizar esto, porque te vas fuera de mi casa-le advierto.

-Después de ayudar a Diego con el dinero de la pelea, Lara vino hablar conmigo, me estuvo preguntando por ti y yo le conté lo que teníamos. Estuvimos hablando un buen rato de ti y se nos hizo tarde, así que todo el mundo se había ido y me pidió el favor de que la llevase a casa. Necesitaba hacer esto y también quería hacerlo-dice.

Mi mente no me deja pensar con claridad ya que imagino mil situaciones y pienso constantemente que me está mintiendo y que en realidad esa noche no paso todo lo que me está contando, sino que se acostaron o a saber qué más cosas pudieron hacer.

-¿Por qué?-le pregunto.

Me mira extrañado como si no estuviera entendiendo mi pregunta.

-¿Por qué necesitabas hacer eso?-le pregunto aclarándole mi pregunta anterior.

-Por ti, porque quería que si nosotros teníamos algo serio, nadie pudiera entrometerse y estropearlo. Quería dejarle claro que al igual que a ella nunca la he querido, a ti sí que te quería.

-Es que ya no puedo creerte Caleb, lo siento, pero no puedo-le digo.

-Vuelve conmigo a Barcelona, pero no vuelvas a casa de tus tíos, vente a vivir conmigo, te prometo que voy a hacerte feliz todos los días de nuestras vidas, solo te pido esta oportunidad-me dice.

-¿Sabes que pasa? Que me encantaría de todo lo que me dices fuese verdad y me encantaría creerte porque me imagino una vida maravillosa a tu lado, pero todo se ve tan diferente cuando te enteras de que una persona te ha mentido...-hago una pausa para tragar saliva y poder seguir hablando-y ya no te hablo de que me estés mintiendo ahora o no, porque jamás lo sabré, pero esa noche te llame una y otra vez y no me cogiste el teléfono porque estabas con ella y me has tenido que ver así de destrozada por tu culpa para tener que contarme la verdad-le digo sollozando de nuevo.

-Tú me quieres, yo te quiero a ti, ¿por qué no puede funcionar? Si ambos nos esforzamos estoy seguro de que podemos tener lo que queramos. Una familia, tú Leti y yo.

-Es que ya no me vale con eso...No me vale con quererte, ya no. Porque la gente se cansa y el cansancio cambia los sentimientos y a las personas y yo ya me he cansado.

-¿Me estás diciendo que ya no me quieres?-pregunta entristecido.

Un golpe de suerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora