4. SN

393 53 13
                                    

Jongseong me llevó al parque de diversiones, casualmente era al que planeaba ir con Sunghoon. Sin embargo todavía no nos hemos subido a ningún juego, tomamos asiento en un rincón del lugar, colindante con las banquetas del parque. Daba igual, a mí solo me gustaba estar con él.

—Sunoo... podría llevarte a mi departamento. —Susurró él antes de volver a besar mis labios.

¿Jongseong tenía un departamento? ¿Solo para él?

Los nervios me invadieron de pronto y ese torbellino de emociones se abarrotó en mi pecho, no éramos nada todavía pero yo sentía que él se había convertido en mi todo. Pensé todo el día en esta cita y tuve que cambiarme más de seis veces para verme estupendo para él.

Jongseong tiene una motocicleta, ¡una motocicleta! Él me dejó el casco y condujo hasta aquí, sentí que era la envidia de todas las chicas cada vez que nos deteníamos cuando el semáforo cambiaba, nunca me aferré tanto a alguien como lo hice con él. Si así era el amor, sin duda era lo más hermoso que había sido creado.

Sus dedos se movieron lentamente sobre mis rodillas, dibujando círculos imaginarios y poco a poco fue subiendo por mis muslos, mi respiración se agitó y él sonrió entre el beso al verme tan nervioso bajo su toque y se detuvo.

—Solo he pensado en ti desde ayer.

—Jongseong, yo también.

Estábamos demasiado cerca y a él le encantaba estarlo, yo me estaba ahogando en vergüenza y nerviosismo. Jake me dijo que debería mostrarme seguro de mí mismo si quería conquistarlo, hice todo lo posible, en verdad, pero él es tan intenso que me es imposible no temblar.

—Quería saber si...

—¿Si?

Mi corazón latió tan fuerte que creí que iba a desmayarme.

—Si querías algo de comer, pequeño.

—Oh. —Qué tonto.— Yo, quizás...

—¿Te gustaría un poco de helado?

—Sí, sí...

—Iré por él, ¿no te importa esperar?

—En lo absoluto, estaré aquí —esperándote por siempre.

La sonrisa que esbozó me causó mucha emoción y la sonrisa tonta que se dibujaba en mi cara no desaparecía por nada del mundo. Se ve tan guapo incluso cuando camina de esa manera tan desinteresada y cómoda, yo creo que me estoy...

—¡Kim Sunoo!

Grité agudamente al oír aquel grito sorpresivo. Me di la vuelta para buscar al responsable y reconocí a Sunghoon, quien estaba montado sobre su bicicleta y que tenía un pie apoyado sobre el piso. ¿Qué hacía él aquí?

—Dios mío, ibas a matarme.

—¿Qué estás haciendo aquí? Ya casi serán las cinco, es tarde para ti.

—Yo... —¿Cómo decirle que estoy en una cita importante sin que él se ponga histérico, más de lo que ya es?— Solo salí a pasear.

—¿Sin mí?

—Sí, sin ti. —Respondí con seguridad, él mostró una expresión indignada.

—Anda, vamos, te llevaré a casa.

—¡No! —Estaba entrando en pánico, su expresión cambió repentinamente.— Quiero decir... estoy bien aquí, me iré más tarde.

—Oh, ya sé. —Su sonrisa se iluminó. — Estás aquí porque no podías aguantar las ganas de visitar el parque de diversiones, ¡no tienes que mentirme en eso!

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora