41. JW

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—Ayudarás a mis muchachos, no se te ocurra desobedecer sus peticiones, porque le daré un informe de tu comportamiento al maestro Cho, Jungwon.

—Sí, entrenador...

Resulta que en la clase del maestro Cho, Heeseung me envió un avión de papel con un chiste dentro, yo no pude evitar reírme y el maestro vio todo. Así que me castigó enviándome a ayudar al entrenador, bien sé yo que él tuvo cualquier excusa para enviarme ahí, porque el equipo requiere personal y no hay gente que quiera ayudar gratis.

Lo terrible es que va a ser difícil para mí ayudar al equipo porque Jongseong está en él.

Me armé de valor, tomé aire y salí cargando la bolsa de pelotas hacia la chancha. Jongseong fue el primero a quien me encontré, su mirada intensa se posó sobre mí. Mis mejillas se sonrojaron de inmediato, pero continué caminando hasta donde creí que sería necesario y dejé que las pelotas rodaran por el suelo. A nadie le importó, ellos las tomaron y comenzaron a entrenar a su manera.

—¿Y cómo por qué cargas eso? —Reconocí la voz tajante de Jongseong, tragué duro y no me atreví a mirarle.

—E-estoy ayudando al entrenador....

—Te castigaron, ¿cierto?

No me atreví a responder, me di la vuelta y caminé de nuevo hacia los vestidores para traer las botellas de agua. El entrenador apareció justo cuando los chicos comenzaban a emocionarse.

Me senté en las graderías y observé todo su entrenamiento por más de tres horas, hasta que el cielo se pintó de naranja y el viento empezó a soplar. Mis ojos no se separaron de Jongseong y de la manera en la que se alejaba del mundo con la pelota. Así como lo decían los rumores, Jongseong es especial, su vida podrá ser un enredo y él podrá ser un idiota, pero la pasión que tiene en lo que ama es asombrosa.

En todo el entrenamiento no ha perdido de vista la pelota y aunque se trate de algo sin importancia, él continúa corriendo como fueran los últimos cinco segundos del partido más difícil de su vida. Amé su pasión y amé verlo tan feliz olvidándose de todo lo demás.

El entrenamiento terminó cuando Kris, uno de sus amigos informó que ya había llegado la hora de finalización, tal y como lo había indicado el entrenador. Me levanté para entregarles otra ronda de botellas de agua y sus respectivas toallas, tuve que soportar que me las lanzaran de vuelta empapadas de sudor.

Todos se internaron en los vestidores, a excepción de Jongseong, él se quedó jugando con el balón, encestando repetidas veces bajo la noche que se avecinaba. Yo solté un suspiro y me acerqué a él con pasos lentos, sosteniendo las que serían su botella y toalla.

—Emh... —Susurré, él bajó el ritmo de su jugada y volteó a verme. Yo desvié la mirada y le ofrecí las cosas, él nunca las recibió.

—Yo aún no termino mi entrenamiento. —¿Qué significaba eso? ¿Qué debería llevarme las cosas, tal vez? Asentí y me dispuse a dejar las cosas en el suelo, pero su voz me asustó.— No te atrevas a dejarlas en el suelo, eh.

—P-pero...

—Sostenlas hasta que yo termine mi entrenamiento.

Jongseong siguió rebotando la pelota con más entusiasmo, yo me quedé absorto. ¿Hasta que terminara su entrenamiento?

—Yo tengo que irme...

—Soy el capitán del equipo y tu castigo no ha terminado, así que quédate ahí y asegúrate de que mi botella tenga una temperatura agradable.

—Me iré. —No iba a permitir que me tratara de esa manera.

—Vete, le diré al entrenador sobre tu incompetencia

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora