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La noche cayó tan pronto como el atardecer desapareció ante nuestros ojos Una tranquilidad inmensa se internó en mí, como si un enorme peso en mi espalda hubiera desaparecido por fin. La desesperación e incluso el agotamiento desaparecieron en cuestión de minutos, fue increíble.

Sunoo y yo regresamos del parque alrededor de las ocho, cuando Hojin dijo que tenía que marcharse. Ya no tendría que soportar su mirada llena de odio cada vez que Sunoo se hallaba distraído, no soy un estúpido, sé lo que él siente, sé perfectamente cuáles fueron sus intenciones de hacer su cita "amistosa" aquí, por supuesto que lo sé. Por eso no iba a permitir que se acercara más de lo debido a lo que es mío, eso jamás lo iba a permitir.

Cuando dejé la motocicleta cerca del estacionamiento del restaurante, Sunoo se animó a sujetar mi mano sin decir nada. Me pareció muy tierna su forma nerviosa y tímida de actuar conmigo justo después de mi declaración.

—Entonces no sabía exactamente qué hacer, así que metí todos los pasteles en el horno sin importar que tuvieran diferente tamaño.

Él me contaba acerca de cómo aprendió a hacer pasteles en su casa planeando una sorpresa para su madre. Yo me puse a pensar en ella, supongo que debe tener un parecido con él y que probablemente comparten los mismos ojos, la misma piel, la misma risa. Lo imaginé.

—¿Eso está mal?

—¡Está terriblemente mal! Los moldes pequeños se quemaron y los grandes quedaron crudos en el centro.

—Bueno, al menos ahora te salen bien.

—Practiqué más.

Sunoo sonreía sin parar. Jamás, en lo que llevo de conocerlo le he visto sonreír por tanto tiempo y no me incomoda del todo. Es... adorable, no, es jodidamente adorable. Con esos ojitos brillantes que arrugan delicadamente su piel y lo iluminan. ¿Es acaso debido a mí?

Tomamos asiento cerca de la ventana para admirar la vista nocturna desde adentro. Me sentía melancólico a veces, no cuando reía junto a él por una tontería, sino cuando el silencio hacía presencia, cuando podía pensar sin ser interrumpido. Incluso si me sentía feliz por haber iniciado algo con él, incluso si tenía toda la libertad de besar esa boca adictiva, incluso así.

Ambos pedimos pasta y nada más. Yo no tenía mucha hambre y al parecer el tampoco. Él no la había preparado, así que simplemente no me sentí entusiasta de comer mucho.

—Tú preparas mucho mejor la pasta, Sunoo.

—¿Tú lo crees?

—Claro.

No pasó mucho desde que dejamos el restaurante para regresar al departamento. Todo seguía igual de monótono como lo dejamos, sin embargo cuando le vi sonriéndome desde el otro la cama cuando terminamos de secarnos el cabello luego de un baño relajante, pensé que la noche no podría terminarse aún.

Recordé que Mark me pasó una aplicación sexual para el móvil y en cuanto revisé de lo que se trataba no dudé ni un instante en usarlo con Sunoo. No es algo complicado, solo se trata de verdad o reto con la diferencia de que las preguntas por supuesto tendrían que ser eróticas y los retos consistirían en desaparecer la ropa. Es simple.

—Hoon yo...

—Vamos Sunie, no somos adolescentes. Este tipo de juegos están adecuados para nuestra edad, ¿no crees?

La duda se veía en la expresión de Sunoo, pero nunca se opuso. De hecho creí que él estaba tan entusiasmado como yo de jugar aquello, cuando se sonrojó intensamente y tomó asiento en la orilla de la cama, a mi lado. Sonreí triunfante, hace algunas semanas que no follo y comienzo a estresarme con la tonta situación de no poder cogerme a Sunoo. Porque este juego solo es la excusa para hacérselo sin lucir como un necesitado.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora